Capítulo 1

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Rogue.

Entrenamiento en la mañana. No sé a quien se le ocurre inventar algo como eso.

-¡Buenos Días, chicos!- dice Scott.

Su alegría no es para nada contagiosa y nosotros solo suspiramos en respuesta. Algo me dice que él es el causante de que tengamos que entrenar tan temprano.

-Vamos- nos anima-. No es para tanto.

-Son las seis de la mañana, Scott- dice Ángel, que lucha por estar despierto.

-Si- apoya Kitty sentada en el suelo.

-Y es que antes entrenábamos mas temprano- susurra Storm con la clara intención de que la escuchemos.

-Basta de quejas, entren- habla Logan-. Los veremos desde la estación de control.

Algunos bostezamos y nos ponemos en marcha. Coloso empuja a Bobby que se había quedado dormido estando de pie, lo que provoca que caiga. Kitty lo ayuda a levantarse y finalmente entramos a la Sala Peligro, como la llamamos cariñosamente.

-Ejercicio de entrenamiento número ocho- se escucha la voz del Profesor en los parlantes-, centinelas, Sala Peligro.

Todos nos miramos mutuamente. Noto que mi hermano no se encuentra en la línea ordenada, junto a Pyro. Me despojo de mis guantes, por si acaso, colocándolos en el estuche de mi cinturón. La Sala se transforma poco a poco en un escenario poco agradable. Parecía una ciudad desierta, completamente destruida y con fuego en algunas lugares. 

Avanzamos por un tramo de escombros y nos escondemos detrás de un auto que aparentemente a sido golpeado. Observamos el parámetro hasta notar la sombra enorme que se acercaba a nosotros, un centinela, seguro.

-Bien- dice Bobby- ¿Qué haremos? 

-Yo puedo destruir sus circuitos- dijo Kitty-. Solo necesito acercarme lo suficiente.

-Yo te llevo- le dice Ángel-. Será sencillo.

Sujeta la mano de ella y prende vuelo en dirección al centinela. Dejándonos a  nosotros. Pronto sentimos un rayo en nuestra dirección. Rápidamente nos movilizamos a un lugar que creemos mas seguro. 

-Lo distraeré.

-Bien, Bobby. Ten cuidado.

Iceman cubre su cuerpo de hielo y sale patinado en una pista construida por él.

-Vamos, Coloso- habló-. Ayudemos al Chico de Hielo.

Coloso asiente en mi dirección y corremos al mismo tiempo hasta alcanzar al robot que casi nos aplasta al percatarse de nuestra presencia. El centinela está siendo atacado por todos nosotros. Ángel y Kitty dan vueltas sobre él, esperando el momento adecuado para traspasarlo. Bobby congela todas las partes que puede del robot y Coloso y yo damos puños por donde podemos. 

El centinela, harto de nosotros, estira sus enormes manos a su alrededor, como tratando de espantar un mosquito. En algún momento pierdo la concentración y una de sus manos me da justo en el estomago, provocando que caiga estrepitosamente sobre Coloso. 

-¡Cuidado!- escuchamos que gritan.

Por acto reflejo tomo a Coloso del rostro absorbiendo su poder y colocándome frente a él con los brazos extendidos al mismo tiempo que convierto mi cuerpo entero en metal, rompiendo tiras de mi uniforme. Siento el impacto de una enorme piedra contra mi espalda, pero no duele. Coloso parece sorprendido y aturdido. Cuando estoy segura que el peligro a pasado y que los demás X-MEN serán capaces de distraer al robot, me acerco a Coloso. Le tiendo la mano para levantarlo e ir tras un edificio destruido para protegernos.

X-MEN [Editando]Where stories live. Discover now