𝘦𝘳𝘦𝘯 𝘫𝘢𝘦𝘨𝘦𝘳 , 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴

especial 100k

imagina: están en una fiesta universitaria, planeas cuidar a eren para que no se emborrache, pero terminas tu siendo la borracha.

nota: ambientado en un universo en donde asisten a la universidad. todos mayores de edad.

...

Dos de la madrugada.

Casi todos en la residencia 104 se encontraban en una fiesta lejos del campo universitario, organizada por los de medicina de segundo año, ninguno sabía exactamente la razón de la fiesta, pero no les importaba mucho, sólo querían pasarla bien por un rato y olvidarse de los exámenes que pronto vendrían.

—Oye, no. —Le dio una suave bofetada a la mano de su novio para que soltara el panquesito en su mano. —No debes comer eso, sólo dios sabe que tiene adentro.

—¿Chocolate? —volvió a tomar otro, pero su novia volvió a darle una bofetada a su mano causando que el segundo panquesito cayera al piso.

—Estamos en una fiesta organizada por los de medicina, ellos tienen acceso a ciertas drogas y yo no voy a permitir que tu comas de eso. —suspiró. —Si tienes hambre, come las frituras del gran tazón, llena tu estómago con eso hasta que salgamos de aquí y busquemos un camión de tacos.

—De acuerdo.

—Iré con las chicas, por favor, bebe con moderación. —besó su mejilla con cariño.

—Yo debo decirte eso a ti. Bebes el licor como si fuera jugo de caja, eso no es bueno para tí, (n).

—Voy a estar bien, cariño, no te preocupes.

—Claro. —musitó, poniendo los ojos en blanco y caminando al tazón lleno de distintas frituras. —Dejaré esto. —dijo refiriéndose a la cerveza. —Probablemente sea yo quien me encargué de ella.

..

—¡EreH, Floch y yo saltaremos del tejado a la piscina! —exclamó entre risas, sosteniendo la mano del pelirrojo a su lado para dirigirse juntos al techo de la casa. —Será divertido.

Antes de que pudiera dar siquiera un paso, el muchacho la tomó del brazo con fuerza y la apartó del otro chico, quien no espero por la chica y simplemente se fue a hacer su cometido, siendo seguido por jean y connie gritándole que se detuviera. No querían que lo de hace años se repitiera.

—Estás mal, debemos ir a la residencia.

—No, no, yo quiero saltar a la piscina con Floch. —arrastró las palabras, tambaleándose un poco en su lugar e intentando apartar al castaño. —Prometo... Prometo que no acabaré en el hospital.

—Eso dijiste una vez y terminaste con la pierna enyesada, no confío mucho en esa promesa. —Suspiró, cargando a la chica en sus brazos al estilo nupcial. —Pasemos por unos tacos y luego a la residencia.

—Espera, espera. —respiró profundo, sonriendo como una tonta. —Pri-imero llévame a la m-mesa de las... Botanas. —señaló con su dedo índice a donde quería dirigirse.

—¿Para qué? —Alzó una de sus cejas confundido.

—Tengo, tengo hambre y... Y no voy a esperar a q-que encontremos un ca-camión de tacosss. —balbuceó. —Así que llévame, Ja-jaeger.