41-West

852 308 38
                                    

¿Un regalo?

Labor de cupido errante; tiempo para reivindicarse









Alana está decidida a darlo todo por Theo frente a papá.

En círculos como estamos, ella saca la cuchara de su pote de helado y puntea con ella para decirnos:

— Le voy a decir: lo amo. No me voy a casar nunca con nadie por conveniencia

Tanto Xavi, como T-Chi y yo la vemos con aprobación.

— Si esperas eso de mí; pues es tiempo para que lo olvides. No pasará papá

Aplaudimos dándole alabanzas por su decisión.

— ¿Hermana y él sabe de esto?

— No. Técnicamente no pero le dije: Varsovia es especial: hace revivir los romanticismos.

Ella da una mueca extraña, seña de que se lo inventó. Xavi retiene un grito con el ánimo que le da este tipo de chismes.

— ¡Lo sabe! Si sabe leer entre líneas ¿cierto?

— Of curse –aporta T-Chi una vez le traduzco.

— Claro...quiero darle algo oriundo de aquí

— ¿Un regalo? –cotilleo.

— Es una especie de promesa: yo le dije una vez: el día que te regale algo en Varsovia; tú y yo no volveremos a escondernos. Pero en el último viaje que dimos, en mi último año...no estábamos bien. Jamás se lo di...

— Hermana ¿Cómo es que nunca me contaste de esto? –alucino.

— Tameli tú tenías la cabeza en otras cosas...casi que habrías sido capaz de contarle a nuestros padres...

— ¡No! –me ofendo– Yo...

Todos quedan viéndome así que doy un punto a mi boca. No refuto más nada del tema.

— Por cierto yo necesito saber qué pasa con ustedes dos –sus dedos señalan a mi amigo y a mí– El Duque hermoso que babea por ti ¿Qué? –sisea– ¿Ahora tiene novia? Lo he visto de mano con una chica y Mica Lance ¿sostiene que la intentaste violar? ¡Eso es una locura!

— Lo es, hermana mayor Alana. Una locura incomprensible...yo solo estaba con ella y ella es muy expresiva en esos momentos. Gritó y Becker en un visto y no visto estaba golpeándome.

— ¿Pero cómo dedujo él algo así?

— ¿Porque prácticamente estábamos desnudos?, tal vez –sugiere.

— Buen punto –consiente Alana.

Cuando ambos callan yo intervengo.

— Hermana yo puedo comprarte ese regalo. Así será menos obvio.

— ¡Genial! Sí, yo te doy la dirección. Ahora dime de ti...

— No quiero hablar de eso.

— Confirmo –tercia Xavi–. A mí no me ha dicho nada.

— ¿Por qué Tamieli?

— Solo no quiero y ya. Respeten mi privacidad.

— En tal caso, hermanita, sabes que cuando lo desees puedes hablar con nosotros.

— Lo sé.

— Bueno a dormir. Mañana tienen una larga jornada por delante.

Llena de razón Alana y Xavi nos dejan. T-Chi al final vino a ser aquí también mi compañera. Misma que en la mañana se planta vestida de granjera ante mí para despertarme. De modo que siendo apresurada por sus aplausos eufóricos, me aseo y visto para unirme a los demás. Carson y Beck se nos arriman. Ella saluda; él nos sonríe. Gesto suficiente para que todos sepamos que está junto al grupo por obligación. O eso creo yo pues tengo la sensación que huye de Xavi por su altercado y de mí sin razón.

Sociedad Italina (Completa) ✓©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora