4 - El gran día

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      Junkyu

El papel decía que tenia que estar a las 7: 30 en el Almacén de la Zona Sur, que debía estar solo y que debía ser puntual. Luego de que se fueran, Doyoung me golpeó tan fuerte que me partió el labio, según el porque era un imbécil e insensato de mierda y que si algo me pasaba seria mi propia culpa. Puede que tuviera razón pero yo no iba a arriesgar a mi familia, y si tenia que sacrificarme por ellos lo haría con mucho gusto, ¿porque, qué no haría uno por su familia?

Jaehyuk llamó a mi teléfono media hora después, preguntando como había ido e informándome que ya lo referente a mi apartamento estaba listo. Mi voz se quebró cuando le dije que papá había muerto.

Hubo un silencio total después de ello. Preguntó que había sucedido. Intenté resumirlo pero solo pude escuchar el ruido de fondo. Lo consolé lo más que pude además de pedirle que guardara mis cosas en su apartamento por un tiempo. Colgué al asegurarme de que se encontraba mejor y subí automáticamente a mi habitación a prepararme.

A las 6, ya estaba listo, para irme. Preparé una mochila con una muda de ropa, sin saber a donde rayos el hijo de puta insensible de Haruto me llevaría o que mierda haría conmigo. Suspiré y baje las escaleras con mi mochila al hombro, encontrándome con mamá sentada con las manos en la cabeza. Alzó la cabeza y al verme, las lágrimas se deslizaron por sus mejillas. Sentí su preocupación desde donde estaba, así que caminé hasta ella y la abracé tratando de tranquilizarla.

- Todo va a estar bien, ma – dije – Ya deja de llorar

- Perdí a mi esposo, y ahora perderé a un hijo también – sollozaba aferrada a mi – ¿Por qué la vida me hace esto? No es justo

- Mamá, lo hago para protegerlos – le acune la cara y seque sus lagrimas – Estaré bien, lo prometo

- No prometas algo que no puedes garantizar, hijo – dijo a lo que no respondí. 

Acababa de perder a su marido, y ahora yo estaba a punto de irme a quien sabe donde con su asesino, sin embargo era algo que estaba dispuesto a hacer...

Me despedí de los gemelos y abrace a mamá por ultima vez. Hice prometer a Hyunjin que protegería tanto a mamá como a Yeji mientras la abrazaba y decía que se cuidara. Doyoung, camino hacia el garaje y saco el auto, parqueó y yo entré. Por más disgustado que estuviese, accedió a llevarme al dichoso almacén.

- Listo?- me preguntó mi hermano cuando entre y le respondí asintiendo- estás seguro?- asentí con la mirada fija en la carretera. Pisó el acelerador y nos movimos hacia nuestro nuevo destino.

Los nervios estaban a flor de piel, mientras más nos acercábamos al almacén de la Zona Sur en Ciudad del Rosario. La oscuridad de la tarde-noche nos envolvía y en veinte minutos estuvimos frente a una enorme puerta.

Eran exactamente las 7:15, había llegado antes de lo acordado.

Nos estacionamos frente a la puerta y estuvimos ahí sentados 15 minutos, en los que ya tenía los nervios a flor de piel por lo que suspire para calmarme y solté mi cinturón, sin embargo no podía moverme.

- No tienes que hacer esto, sabes?- me dijo en voz baja, sujetando mi mano fuertemente- Podemos encontrar...

- No hay otra manera de hacer esto- solté su mano y abrí la puerta del auto- Te amo con todo mi corazón y no importa lo que pase siempre serás mi hermano

Tome la mochila de la parte trasera del auto, y le di un abrazo que me partió el alma. No sabia si lo volvería a ver otra vez, sin embargo esta había sido mi decisión. Así que salí del auto, cerré la puerta y camine lentamente hasta detenerme delante de la enorme puerta.

CLOSERWhere stories live. Discover now