Capítulo 11

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Durante los siguientes dos días Atsuko no fue a la escuela, alegando que sus heridas eran muy graves y no sanarían correctamente si volvían a golpearla, aunque la verdadera razón por la cual se quedaba en casa era para poder pasar su tiempo con la chica de la ventana.

El contacto entre ellas era mínimo. Algunas veces, Diana entrelazaba sus meñiques. Otras, simplemente, sus hombros se tocaban. Algunas veces Atsuko jugaba con su cabello lechugoso, y otros Diana lo hacían con el de ella. Pero sus encuentros casi siempre se limitaban a Atsuko haciendo tareas atrasadas mientras Diana hacía crucigramas sobre su cama o daba vueltas en su patineta alrededor de la estrecha habitación. Casi fueron descubiertas un par de veces, pero no resulto ser nada serio.

A veces Diana ayudaba a Atsuko con alguna tarea que no entendía, pues era bastante lista. Otras Atsuko ayudaba a Diana a reorganizar su habitación. A veces, Diana le pedía a Atsuko posar para dibujarla y ella accedía con mucho gusto. Los resultados eran increíbles. Atsuko pensaba que Diana era la mejor artista del mundo.

Los peores momentos eran cuando debían separarse para que Diana asistiera a unas de sus citas, y el mejor era cuándo regresaba y simplemente se asomaba a la ventana. En esos momentos Atsuko veía a Diana apoyando su mano derecha sobre el vidrio y mirándola hasta que algunas de las dos se atrevía a tomar un marcador y escribir como el primer día en el que se conocieron. El sábado estuvieron todo el día en la habitación de Diana, riendo y hablando sobre cosas sin importancia.

El domingo sucedió casi lo mismo, pero a la hora del almuerzo Diana le pregunto a Atsuko si quería almorzar con ella, y esta no se negó. Le pregunto a Atsuko cual era su comida favorita, y esta no negó en decir pizza. Fue entonces cuando la chica de la ventana le dijo a su madre que quería almorzar pizza, y esta no se lo negó. Media hora después llego el repartidor, y Diana entro a su habitación con la caja de la pizza entre manos. Atsuko le había dicho a su madre que estaría estudiando en la biblioteca y que comería algo en el camino. Su mamá solo le deseo un feliz día. ¿Qué madre puede esperar que su hija en realidad este comiendo pizza con la vecina?

Atsuko le demostró a Diana que podía comer más de lo que parecía poder, y le mostró sus mejores eructos, aunque los de Diana eran inigualables. Cuándo terminaron de almorzar, Atsuko recibió una llamada de Hannah.

Atsuko: ¿Hola?

Hannah: ¡Akko! ¡¿Estás bien?!

Atsuko: Mejor que nunca -Contesto sonriendo mientras miraba a la chica de ojos verdes, la cual estaba jugando un juego de preguntas con su celular.

Hannah: Akko, Amanda quiere saber si te gustaría salir con nosotras dentro de una hora. Iremos al cine. Bajo la Misma Estrella, por si te interesa. - Atsuko se mordió el labio inferior. Bajo la Misma Estrella era la película que tenía meses esperando por ver. Aquel libro era su favorito. Debía de haberlo leído unas diez veces, y cada vez que lo releía lloraba y reía mucho más que la vez anterior. Quería ir. En serio quería ir...

Pero entonces vio a la chica de ojos azules, la cual estaba concentrada en sus juegos, respondiendo preguntas sin dudar ni un solo segundo en cual era la correcta. Fijándose bien, Atsuko vio en la mejilla de la chica de la ventana un rastro de salsa que la pizza había dejado. Con su pulgar lo limpio dulcemente, y cuándo la chica la miro Atsuko se llevo el dedo a la boca, sonriendo, sintiendo que su corazón salía cuando Diana también lo hizo

Atsuko: Me encantaría ir, Hannah, pero tal vez otro día. Ahora mismo estoy justo donde quiero estar.

Los ojos de Diana se iluminaron, y Atsuko sintió a todo su ser derretirse con esta acción.

Hannah: ¿De nuevo ella, Akko? -Pregunto. Todos los días en los cuales Hannah la había llamado, Atsuko estaba con la chica de la ventana.

Atsuko: Siempre es ella -Comento, y finalmente colgó su celular sin decir adiós.

La Chica de la Ventana (Diakko Adaptación)Where stories live. Discover now