Capítulo 5

146 22 0
                                    

La señora O'Neill llamo a la mamá de Diana en la mañana. Las clases de piano iban a adelantarse una hora, pues la señora O'Neill necesitaba llevar a uno de sus hijos a su cita con el dentista.

Diana estuvo estresada toda la mañana. Su rutina estaba siendo modificada, y odiaba eso. Chasqueo los dedos durante todo el día, no durmió luego de desayunar y no pudo disfrutar de su almuerzo.

Se cambio la ropa tres veces (Algo no muy típico en Diana), hasta que se decidió por unos shorts negros y una camiseta con el logo de The Script. Finalmente, llego el turno de los zapatos. Eligió un par de tenis blancos. Colocarlos era fácil para Diana, pero atarlos... Podía hacerlo, en verdad podía, pero sus manos no eran muy útiles para atar agujetas y solía tardar al menos cinco minutos con cada zapato. Su psicólogo decía que era a causa del Asperger, pero Diana debía de admitir que podría atarse los zapatos mucho mejor si su madre no lo hiciera por ella todo el tiempo.

Cansada de depender de aquella mujer, Diana comenzó a atar sus zapatos. El proceso fue lento, pero finalmente logro hacerlo. La chica sonrío cuando noto haberlo logrado.

Entonces, dándose cuenta de que aun faltaban varios minutos para que Lotte llegara a buscarla, Diana camino hacia la ventana, apoyo su mano derecha en ella y miro hacia la habitación de la chica de la ventana.

Aun estaba allí el papel que había visto en la mañana, ese que le deseaba unos buenos días. Diana sonrío de nuevo al verlo, y por primera vez desde que habían adelantado sus horas de piano dejo de chasquear los dedos. Desgraciadamente, la chica de la ventana aun no estaba en su habitación.

"Por supuesto que no lo está, idiota. Ella aun debe estar en la escuela" Llamarse idiota era típico para Diana Cavendish.

Fue entonces cuando recordó que no podría hablar con la chica de la ventana hasta la noche, por lo cual decidió tomar de nuevo la cinta, una hoja y un marcador.

"Hablamos en la noche, chica de la ventana" Escribió, y luego con torpeza pego el papel sobre el vidrio. Pero Diana no se sentía aun conforme, así que tomo otra hoja y escribió algo más. "Estaré pensando en ti"

Sonrío al imaginar a la chica reír al leer lo que había escrito. Sin razón, la chica de la ventana ya era importante en la rutina de Diana...

"Por favor, idiota. Solo has hablado con ella un día. No pudo haberse vuelto importante tan rápido"

De repente su madre entro a su habitación sin golpear (Como siempre), interrumpiendo así sus pensamientos. Diana se alejo lo más posible de la ventana, sabiendo que si su madre descubría sus conversaciones secretas no le permitiría volver a hablar con ella. Su madre era muy controladora con respecto a sus amistades, y las chicas que se conocen a través de ventanas y hojas de papel no estaban en el mejor puesto de la lista "Amigas que quiero para mi hija"

Bernadette: ¿Estás lista, Diana?

Diana: Sí... sí lo estoy.

Bernadette: ¿Y tus agujetas?

Diana: Yo... bueno... yo las ate.

Bernadette solo negó con la cabeza y miro los zapatos de Diana. Frunció el ceño al verlas, se agacho y comenzó a desatarlas.

Diana: ¡¿Qué haces?! -Pregunto alterada. Había estado más de diez minutos intentando atarlas y ella... ella había destrido todo su esfuerzo en menos de uno.

Bernadette: Voy a atarlas bien, Diana. No quiero que te caigas.

Y así era Bernadette Cavendish. Sobreprotectora, controladora y perfeccionista.

Bernadette solo sabía ver las cosas negativas en Diana. En las mañanas, Bernadette no veía a su hija sobreviviendo a otra noche. Bernadette veía una cama que tender. En las tardes, Bernadette no veía lo mucho que Diana comía, sino lo poco que dejaba. Cuándo reía, Bernadette no veía la felicidad de su hija. Bernadette solo escuchaba un sonido demasiado alto. Y cuándo ataba sola sus zapatos, Bernadette no veía este logro. Bernadette veía un trabajo mal hecho.

La Chica de la Ventana (Diakko Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora