CAPÍTULO 4

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JULIA

Por fin sonó el timbre, no me lo creía, no veía el momento de irme a casa, estaba agotada, por lo que recogí mis cosas y me dirigí a la salida donde me esperaba Niccolo, no me lo creía, lo decía en serio, iba a llevarme.

- ¿Lista? -Preguntó mientras nos dirigiamos hacia su coche. Yo asentí .

Cuando llegamos al lugar donde lo tenía aparcado sacó las llaves de su BMW, abrió el coche y él se sentó en el asiento del conductor, yo le imite sentándome el del copiloto.

Él arrancó el coche y puso la radio, estaba sonando Friends de Chase Atlantic y la verdad es que me gustaba esa canción y no sabía que él escuchase ese tipo de canciones, pero me di cuenta de que si lo hacía porque empezó a cantarla.

'All of your friends have been here for too long

They must be waiting for you to move on

Girl, I'm not with it I'm way too far gone

I'm not ready, eyes heavy now

Heart on your sleeve like you've never been loved

Running in circles, now look what you've done

Give you my word as you take it and run

Wish you'd let me stay, I'm ready now'

Yo no pude evitarlo y me uní a él, estuvimos cantando y riéndonos de camino a mi casa.

La zona residencial se encontraba a 20 minutos en coche del instituto.

Cuando llegamos, Niccolo apareció en la entrada de mi casa, no sabía que decirle, había sido raro, me desabroche el cinturón de seguridad, abrí la puerta del coche y me bajé.

-Gracias por traerme a casa, Niccolo, me has salvado. Dije agradecida

–No te preocupes, puedo llevarte siempre que lo necesites.- Contesto - además nunca viene mal una compañera de canto como tú.- Añadió.

No sabía qué hacer, me sentí mal porque él había sido muy majo conmigo y yo no tenía nada que ofrecerle. Entonces antes de que arrancase el coche de nuevo para irse le invité a entrar en casa, no había nadie así que no habrá ningún problema, no sabía que estaba haciendo y mucho menos cuando aceptó porque no pensé que lo hiciera.

Bajo del coche y entró conmigo.

Cuando estábamos dentro de casa dejé mi mochila en la entrada y nos sentamos en el sofá.

- ¿Quieres algo de beber? Le ofrecí mientras abría la nevera y sacaba la jarra de agua y me servía un vaso.

-No gracias- Contestó sentado en el sofá. Era obvio que no era la primera vez que estaba en mi casa, había estado mil veces, se la conocía mejor que yo pero supongo que como no estaba mi hermano y había sido yo quien le invitó a pasar estaba más tenso.

Guardé la jarra de nuevo en la nevera y cerré la puerta de esta.

Me bebí el vaso de agua y me dirigí al salón.

Me senté en el sofá donde él se encontraba.

-Gracias de nuevo por traerme a casa, me has hecho un gran favor. Dije para romper el hielo,

-No hay de que, a veces tu hermano es un poco gilipollas por hacer este tipo de cosas, a mí también me ha dejado tirado por alguna tía.-

NICCOLO

Cuando sonó el timbre que indicaba que terminaban las clases, recogí mis cosas y fui a la puerta del instituto a esperar a Julia, que no tardó mucho en aparecer.

Cuando salió la dirigí hacia mi coche, ella se sentó en el asiento del copiloto y la note un poco incómoda, el ambiente estaba tenso por lo que decidí poner la radio. Empezó a sonar una canción que me gustaba y por lo que vi a ella también puesto que empezó a cantarla conmigo.

Cuando llegamos, se bajó del coche y antes de entrar en su casa me preguntó si quería pasar, tendría que haber dicho que no, pero no pude, me apetecía estar con ella, por lo que acepté su invitación.

Entramos a su casa, ella estaba nerviosa e incómoda, lo note, no se la veía segura de lo que estaba haciendo, yo tampoco lo estaba, pero aun así lo hice, me dirigí a su sofá en el que me había sentado mil veces, pero esta vez era diferente, me ofreció algo de beber, yo me negué, entonces ella se sirvió un vaso de agua y vino al salón conmigo.

Para romper el silencio incómodo ella me volvió a dar las gracias por llevarla a casa, pero después volvió el silencio.

Yo la observe, estaba sentada a mi lado y me fije en el lunar que tenia en la mejilla, no era muy grande, también me fije en que tenía una rosa tatuada en la muñeca izquierda, era muy bonita y bastante discreta, también en sus ojos, esos ojos con los que me había mirado con atención esta mañana, esos ojos marrones tan profundos y bonitos, no sabía que estaba haciendo solo sabía que no podía mirarla de la manera de la que lo estaba haciendo, era la hermana de mi mejor amigo, joder.

No podía seguir en ese salón a solas con ella, tenía que salir de allí. De pronto la pantalla de su móvil se encendió, tenía un mensaje, cuando fue a mirarlo aproveche ese momento para irme.

-Creo que me voy a ir ya, se me va hacer tarde-Dije levantándome del sofá.

Ella dejó su móvil en el sofá y me acompañó a la puerta, nunca nadie lo había hecho, me pareció extraño pero bonito a la vez.

-Soy muy pesada, pero de verdad, gracias- Dijo mirando al suelo y luego a mí. Yo la sonreí antes de irme y dirigirme a mi coche. 

Entre sus brazos Where stories live. Discover now