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— Estas bromeando, ¿cierto? —pregunto alzando una ceja.— ¿Acaso no has visto como le he empujado?

El chico frente a mi no responde, es solo silencio.

— Eres un imbecil, Damiano. —digo empujandole para poder pasar, claro que esta justo enfrente de mi. Con mi empujón parezco no hacer nada, pues Damiano me agarra de las manos, acercandome más a el.

— Y tu eres una idiota.

— Sueltame.

— No quiero. —y el imbecil lo dice con una sonrisa en sus labios, acercandome más a él.

— Sueltame, pedazo de bipolar. —intento otra vez darle un empujón, pero es inútil. Tiene más fuerza que yo.

— Asin que ahora soy un imbecil y un pedazo de bipolar, ¿algo más, Morgan? –murmura sobre mis labios, suspiro y siento mi piel erizarse, él pone una mano suya en mi espalda baja para mantenerme pegada.— Es algo curioso que siempre que te toque se te erize la piel ¿no crees?

— No y ahora sueltame. —susurro en un hilo de voz, por supuesto no era lo que queria. Quería sonar como si fuera una maldita orden.

— ¿Es eso lo que quieres, Morgan? —susurra contra mis labios rozando con cada palabra los mios. Sus palabras me hacen tener una coreiente eléctrica en mi estomago, y en todo mi cuerpo básicamente.

— Sí...

Y aunque lo digo en contra de mi voluntad, lo digo, y no puedo evitar sentirme orgullosa de mi misma.

Damiano me suelta y se aleja un poco de mi con una sonrisa;— Perfecto. Me tengo que ir. —frunzo el ceño.

— ¿Te vas? —pregunto confundida, el da la vuelta a su coche hasta subirse de piloto, me mira por la ventana, aun con esa sonrisa.

— Sí, he quedado con Lia.

— Que la pases bien.

Eso no es lo que quiero decir realmente, me gustaría decirle que se quedé, que vayamos al agua de nuevo, pero no pienso decirlo, si se quiere ir que se vaya.

***

— Gracias, cariño. —digo y le tiro un giño.

Estamos en una discoteca, acabo de pedir un vaso de Vodka y el camarero estaba demasiado bueno para no filtrear con el.

Ethan y Thomas se encuentran bailando juntos en la pista, Victoria esta bailando con un chico, Damiano, Timmy y yo estamos en la barra.

Cuando ya llevo un par de copas de más me levanto del taburete en el que estoy, me arrepiento al momento, como puedo ser tan idiota de beber dos vasos de Vodka sentada, al levantarme me ha subido todo de golpe, haciendo que me tambalee y me tenta que agarrar del hombro de Damiano.

— ¿Todo bien? —pregunta mirandome atentamente, asiento con la cabeza.

— ¿Vienes a bailar? —pregunto agarrando su mano y intentando que se levante, Damiano me deja ver una sonrisa en sus labios y se levanta del taburete.

Vamos hacia la pista, haciendo paso entre la gente, cuando ya estamos en medio empezamos a bailar. Siento la música y pasó mis manos por mi cuerpo, moviendo esté al copás, sintiéndo la mirada atenta y caliente de Damiano. La canción se acaba y empieza otra, me acerco más al chico que esta enfrente mío y esté posa sus manos en mi caderas, pegando nuestros cuerpos, subo mis manos a su cuello y lo rodeo.

— Estas muy caliente esta noche, Morgan. —dice en mi oído para que pueda oírlo bien. Aún que sé que lo dice por el vestido que llevo, sus palabras hacen estragos en mi, sintiéndo mi cuerpo calentarse, sobretodo mi parte íntima.

— Gracias, tú estás... muy guapo.

— Siempre estoy guapo. —ruedo los ojos por su egocentrismo y el ríe.— Me están matando las ganas de besar tus labios.

Y sin más que decir, junto nuestros labios, al ser un poco más baja que él me pongo de puntillas.

Damiano sube una de sus manos a mi nuca, agarrandome de ahí y acercandonos más, si eso es posible.

El beso esta lleno de ganas, de lujuria y de salvajismo, gimo en su boca cuando siento un apretón en mis nalgas.

Nos separamos por falta de aire y él deja su frente apoyada en la mia, su respiración es tán pesada como la mia.

— Me gustaría llevarte fuera de aquí y follarte como si no hubiera un mañana, pero sé que estás pasada de copas, asin que en vez de hacer lo primero te llevaré a tu casa.

— No voy a ir a casa. —digo firmen, separandome.

— Oh, sí, claro que vas a ir. Estas borracha y no pienso dejar que vayas con alguien más. —al decir eso me coje de la mano suavemente.

— ¿Con alguien más? —pregunto confundida, sin saber a quien se refiere.

— Con Timmy, Morgan, con Timmy.

— Cuando hay celos, hay amor. —digo con burla en mi voz, empiezo a subir y bajar mis cejas con una sonrisa.

— Anda, vámonos. —dice divertido, me dejo guiar por él.

×××

hola linduras, espero que os haya gustado. 🧡

Love, M.

Always you  ✔Where stories live. Discover now