New York nights

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"¿Puedes responderme algunas preguntas?"

7 de noviembre
TriBeCa, New York

-¿No crees que es un poco exagerado de tu parte?- dije mientras acomodaba mis lentes de sol.

-¿Exagerado?- Lorraine se sentó de golpe- ¡Arruinó mi cita Katerina!

-Cuando dices que arruino tu cita ¿te refieres a cuando accidentalmente se sentó con ustedes?- dije con el ceño fruncido intentando contener una risa, pero solo logre que Lorraine me mirara mal.

-¿Siquiera me estás prestando atención?- dijo visiblemente sacada de sí- ¡Arruinó mi cita cuando le dijo al que pudo ser el futuro padre de mis hijos que él y yo teníamos algo!- chilló. No pude evitar la risa.

Para poner contexto, el viernes Lorraine tuvo una cita con un chico que conoció en una gala. Kev la vio en el bar y decidió que no era tan mala idea molestar un rato diciéndole al "futuro esposo" de Lorraine que ellos dos tenían algo, y no es que fuese mentira porque todos sabíamos que esos dos tienen algo raro, pero ella aún no lo perdona por eso. Ahora nos encontramos en el patio de la casa de mis padres haciendo uso de su jacuzzi mientras desacredítanos a Kev y todo el que nos venga a la cabeza, en fin, solo estamos pasando el rato.

-Debes superarlo- dije dándole un sorbo a mi limonada. Lorraine se acomodo mejor y me miró fijamente, como si quisiese descifrar algo. Resoplé y dejé el vaso a mi lado- Pregúntame.

-¿Como va tu vida?- preguntó con cautela- No quiero  escuchar un bien. De verdad dime cómo va el trabajo, tu familia y sobre todo cómo tú te sientes.

-Comprendo- quité mis lentes de sol y me senté frente a ella- Mi familia va bien hasta ahora, sigo con mi asistencia intachable a los almuerzos de domingo y cada vez que puedo me reúno con mamá y mis hermanos, sabes que papá y yo somos otro caso- hice una mueca.

«El trabajo no va para nada mal, podría decir que es lo que más me está ilusionando en esta etapa- esbocé una sonrisa- sigue siendo tedioso, es trabajo, y por más que me guste, a veces me cuesta levantarme o hacer las cosas bien, pero me encanta.

-Me alegro muchísimo por ti Kat- tomó mi mano y la apretó- Pero creo que todavía tienes que contarme algo- bufé porque estaba esperando que se olvidara de esa parte.

-Se me hace muy difícil- corté el contacto visual- a veces me siento fuerte, otras no puedo pararme de la cama o siquiera comer. Suele ser muy complicado concentrarme cuando tengo algún ataque o cuando tengo un detonante. En ese sentido no te diría que estoy bien, sin embargo creo poder.

-Sabes que nos tienes a todos ¿verdad?- veo cómo sus ojos se van al porche trasero, donde se encuentra mi familia hablando.

-Lo sé- agarré su mano, la cual había soltado hace un rato- pero lo haré yo sola.

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8 de noviembre
New York, Estados Unidos

Me estaba adentrando al la torre que se había vuelto mi casa en el último mes. Ya estaba tan familiarizada con esto que por inercia le daba a Carlos, mi guardia favorito, una sonrisa cuando nos veíamos a la que el siempre respondía dándome un pequeño caramelo, y hoy no fue la excepción.