En el olvido.

Capítulo 10; Oh, ¿libertad?

-Me estáis haciendo daño..- Susurré entre pequeñas carcajadas no muy seguro de querer cortar un abrazo tan lleno de cariño como este. Ambas se separaron un poco y me miraron.

-Normal, estás en los huesos..- Puntualizó Joanna, mirando después hacia Coral.

-No estarás haciendo lo que..- Antes de que siguiera hablando, negué con la cabeza.

-Simplemente no tengo mucho apetito y me olvido de comer.- Respondí, encogiéndome de hombros mientras me acercaba hasta la cama y me sentaba en ella, mirándolas.

-La anorexia es mucho más que eso.- Respondió Joanna completamente seria, sentándose a mi lado. Coral asintió con la cabeza y decidió quedarse de pie, cruzada de brazos con su mirada completamente centrada en mi.

-¿No comes porque te sientes gordo o algo por el estilo?.- Preguntó la castaña más oscura, mirándome.

-No. No como porque estoy triste, deprimido, como quieras llamarlo.- Rodé los ojos y agaché la cabeza.- La señorita Donovan ya me ha hecho el mismo tipo de preguntas y no, no creo tener anorexia ni nada, me veo mal, sí, pero normalmente soy un adicto a la comida.- Coral suspiró.

-También se puede tener un trastorno siendo adicto a la comida.- Respondió, haciendo comillas en el aire.

-En serio, no os rayéis, he venido aquí por otra cosa.- Respondí, dedicándoles a ambas una mirada algo cansada.

-Tu salud es importante.- Respondió Joanna, agarrándome de las muñecas. Mordiéndome el labio inferior oprimí el gemido doloroso que el tacto de sus dedos con mis heridas en las muñecas había causado, intentando deshacerme de su agarre lo más pronto posible.

-Creo que es más importante que me vaya a ir de este sitio y no pueda volver a veros en un.. gran.. tiempo..- Suspiré, mirándolas una a una. La expresión de ambas pasó a estar llena de sorpresa, mirándome.

-Así que lo vais a hacer..- Susurró Coral por lo bajo, poniéndose de cuclillas frente a mi y Joanna. Asentí suavemente con la cabeza y agaché la mirada, respirando hondo.

-No sé como coño lo haremos, pero todo será esta noche..- Hice un pequeño puchero y me dejé caer contra Joanna, que me abrazó con fuerza.

-Nosotras confiamos en conseguir el alta lo antes posible.- Respondió Coral, agarrándome la mano.- Así que espéranos sano y salvo, ¿eh?.- Carcajeó mientras que yo asentí con la cabeza.

-¿Por qué vosotras no os escapáis?.- Pregunté lleno de curiosidad, mirándola una a una. Joanna parecía demasiado seria y preocupada.

-No me gustaría volver a caer en las garras de la anorexia y depresión de nuevo.- Susurró Joanna, agachando la cabeza. Pasados unos segundos, los ojos verdosos de la casi rubia se encontraron con los míos.- Quiero decir, no lo he superado pero escaparme de aquí empeoraría las cosas.. Además, no tendría a donde ir.- Añadió.

-¿Tú tienes?.- Preguntó Coral.

Y sin saber muy bien por qué, asentí con la cabeza. Sid no había entrado en detalle sobre lo que pasaría con nosotros una vez salir de allí, pero yo confiaba en él ciegamente. Supongo que sentía como que él era un refugio para mi y, teniéndolo conmigo, nada malo podría pasarme.

Tras una larga discusión-debate-despedida con mis mejores amigas, volví a mi habitación secándome las lágrimas de los ojos. Las iba a echar de menos, mucho. Pero era una decisión por mi bien, aunque ellas no lo creyeran así. Entré a mi habitación y me acerqué al escritorio, encontrándome allí una pequeña nota.

''Intenta quedarte de último para ir a cenar, así nos pondrán juntos y te contaré de nuevo el plan. Cada vez falta menos.. -S''

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