Podría poner la mano en el fuego al decir que no hay nada más embarazoso que caminar hacia tus amigos cuando te han visto ligar, coquetear, flirtear o sin más, abrazar a una persona, porque sé que no me quemaría. Sus miradas posadas sobre mí parecían las de cuatro hienas hambrientas, observando lentamente los movimientos de su futura presa y comida.
-Hm.. ¿Queréis un autógrafo?.- Pregunté, nada más llegar a donde estaban ellos. Mi mente se había decantado por actuar como si no hubiera pasado nada, como si lo que habían visto fuera una imaginación en su cabeza.
-¿Tienes novio?.- Preguntó Joanna, mirándome con una enorme sonrisa. Si algo era Joanna, era clara. Lo que se le pasaba por la cabeza, lo decía. Doliera, o no.
-¡River es gay!.- Exclamó Kash asombrado, mirándome de arriba abajo.- ¿O no eres River?.- Sid soltó una carcajada y me miró, poniéndose de pie y dándome un pequeño golpe en la espalda. -Pequeño, claro, como si no hubiera estado a punto de sacarme todos y cada uno de los órganos-
-¿Qué más da lo que sea? ¡Lo importante es que ha ligado!.- Exclamó Sid, apretando con suavidad dos de sus dedos en mis hombros, como si fuera a hacerme un masaje.
-La monjita ha salido del convento, eh.- Coral sonrió entre carcajada y carcajada, mirándome llena de felicidad.
-¿Soy el único que no se lo esperaba?.- Preguntó Kash mientras miraba a todos igual, o más, sorprendido que yo. Todos asintieron. Sid se sentó de nuevo al lado de Joanna y todos volvieron su mirada a mi. Escondí las manos en mis bolsillos y agaché la cabeza mientras mordía mi labio inferior en busca de algo que decir. Odiaba ser el maldito centro de atención.
-Pensábamos que nunca nos lo ibas a decir.- Razonó Coral, levantándose y lanzándose sobre mi para abrazarme con tanta fuerza que casi me tira hacia atrás.
-P-pe-pero..- Tartamudeé, mirando hacia Sid con confusión. ¿A caso había dicho algo? Lo dudaba, pero quien sabe. Sid negó con la cabeza y Joanna soltó una pequeña carcajada.
-A ver River.. Nosotros nos hemos tirado a otras personas del hospital, tú ni siquiera te has liado con nadie en todo el tiempo que llevas aquí.- Respondió, asintiendo con la cabeza al igual que Kash, que parecía haber descubierto un nuevo planeta.
-Además, has dormido conmigo muchísimas veces, te he dado besos en los labios, sentado encima tuya y nunca has tenido una erección.- Añadió Coral mientras se sentaba de nuevo en el banco.
-Pues yo pensé que sí habíais follado.- Respondió Kash, haciendo un pequeño gesto de indiferencia. Solté una pequeña carcajada nerviosa y negué con la cabeza.
-¿Habéis visto todo lo que habéis sacado de un maldito abrazo?.- Me crucé de brazos y alcé una de mis cejas.- ¿Y si es mi primo? O.. ¿Y si es algún familiar lejano?.- Añadí.
-Hemos visto como os mirábais y, a no ser que os vaya eso del incesto, no podéis ser familiares.- Respondió Joanna, enfriando poco a poco su mirada.
-Vamos, River, díselo. No te van a comer, es más, les encanta.- Sid se abrió paso en la conversación, mirándome con tranquilidad. Agaché la cabeza y suspiré.
-¿¡Tú lo sabías!?.- Exclamó Kash.- ¡Y no me dices nada!.- Añadió, soltando un enorme suspiro de decepción fingida.
-¿Por qué no le dijiste que nos lo contara?.- Coral sonó preocupada.- River, ¿pensabas que nos lo íbamos a tomar mal?.- Coral se levantó y agarró mi barbilla, levantando un poco mi cabeza para que la mirara a los ojos. Sentía que estaba colorado y no me gustaba que la gente me viera así. Me sentía bastante débil.
ESTÁS LEYENDO
En el olvido.
RomanceTras varios intentos de suicidio, River Smoak es internado en Moorfields, una antigua cárcel convertida en hospital psiquiátrico situado al noroeste de Londres; Allí conoce a cuatro de sus mejores amigos, con los que pasa todo tipo de situaciones. ...