La uchiha sonrió al ver a los caballeros asentir positivamente con la cabeza. La reunión terminó, Kiyomi les agradeció a ambos y volvió a caminar por el pueblo en busca de la rubia Yamanaka.
La morena encontró la florería de Ino y quedó encantada con las hermosas flores de allí.
- ¡KAMIIIIII! ¡QUÉ HERMOSAS SON! ¿GAARA-KUN NO QUIERE TENER UN INVERNADERO CON VARIOS TIPOS DE FLORES? - se imagina a el cuidando las flores
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Sus pensamientos se hacen a un lado cuando Inojin y Sai se acercan hacia ella
Inojin: Kiyomi-san, ¿cómo estás?
Kiyomi: ¡Inojin-kun, estoy bien!
Sai: ¿Estás buscando a Ino? Ya está de regreso, pasa la mitad del tiempo allí. Kiyomi, aparentemente lograste cumplir uno de los sueños de mi esposa.
La uchiha se ríe junto con el pálido. La rubia de pelo largo llega sonriendo
Ino: ¡KIYOMI-CHAN! - toma sus manos
Kiyomi: ¡INO-CHAN!
Las dos sonríen y hablan con sus ojos, haciendo que Sai e Inojin se pregunten qué estaba pasando allí.
Ino: Aaaaa lo entiendo. Pareces muy ocupada con tu familia, puedo seguir ocupándome de ello, ¡me gusta mucho este trabajo!
Kiyomi: Siempre estaré aquí - sonríe - también vine a traer algunos estilos que terminé creando por aburrimiento en casa
Las dos hablaron un poco más, hasta que Kiyomi decidió dejar la florería Yamanaka y caminar un poco más por konoha.
Sentada sola en una cabina de dango, ve pasar por la aldea a adultos y niños caminaban de un lado a otro, la felicidad se veía explícita en sus rostros, ya que el pueblo estaba en paz. Kiyomi tenía miedo de imaginar que la paz se desvanecía, porque eso es exactamente lo que sucedería si esa organización fuera a konohagakure. Su rostro adquiere una expresión seria, se recuesta en su silla y hace girar el palo de dango en su mano.
Para su sorpresa, alguien se sienta con ella.
- Sakura...- la mira con sorpresa
Sakura: ¿Cómo estás? Te ves seria - apoya su rostro en sus manos mientras mira a su cuñada.
Kiyomi: No es gran cosa, solo estoy pensativa - hace una sonrisa
Sakura: No me engañas con esas sonrisas tuyas. Creo que deberías decirme que pasa
La uchiha hace una señal con la mano para que Sakura se acerque y ella puede decirle al oído qué era.
- Usé uno de mis jutsus espirituales para deambular, y accidentalmente me encontré con algunas personas extrañas.
Sakura: ¿Quiénes eran esas personas?
Kiyomi: No lo sé, pero están encapuchados, tienen mucha energía negativa, algunos de ellos oscilan en la superioridad, ¿puedes entender?
Sakura: Puedo entender, pero ¿qué más sabes de ellos? Tal vez sean asesinos, pero no una organización tan peligrosa como imaginas... - sonríe - Nada que nuestros genins no puedan enfrentar.
La morena miró a su cuñada con desconfianza, no todos los días aparece una organización de este tipo, sobre todo con chakras tan fuertes como los de ellos.
Kiyomi y Sakura vieron pasar a la gente y comentaron sobre el pasado. La pelirosa ya sabía muy bien cuando una de los gemelos no estaba bien, y claramente podía ver que su cuñada no estaba en sus mejores días, por lo que decidió sacar el tema.
Sakura: Sasuke-kun me dijo que necesitas entrenamiento ya que tu taijutsu no es el mejor.
Las palabras de su cuñada llaman su atención, la uchiha más joven mira asustada a la pelirosa.
Kiyomi: Sí...bueno, yo no diría que apesta y puedo arreglármelas con lo poco que sé - dice con el Sharingan activado
Sakura: ¡NO! - sacude a Kiyomi - Puedo entrenarte, para que podamos pasar un rato juntas, ¿qué tal? Sasuke-kun y Sarada estarían felices
Kiyomi: No lo sé, Sakura-san - recuerda haber prometido pasar más tiempo con su familia.
¿Una oportunidad para demostrar sus habilidades con su nuevo mangekyou? La morena no podía dejar pasar esta oportunidad, además sus ojos anhelaban un enfrentamiento.
Los ojos esmeralda de la uchiha estaban ansiosos por un "sí" de su cuñada y amiga, quería la oportunidad de enfrentarse a Kiyomi, ya que perdió los exámenes de chunin hace muchos años.
***INTERIOR: ¡¡¡¡SHANNAROOO !!!!!!! MOSTREMOLE CÓMO GANAS REALMENTE LA BASE TAIJUTSU***
***Medusa: Esta chica quiere perder de nuevo, ¿no es así? Acepta de una vez Kiyomi***
Sakura trató de dejar de lado los pensamientos de su segunda alma, ya que no era una niña y debía olvidarse de esta rivalidad que por parte de su cuñada ni siquiera existía.
Kiyomi: ¡Estoy de acuerdo en entrenar contigo! - dice con una sonrisa cínica
