37. NAVIDAD

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Entrelazaron los dedos de sus manos y caminaron juntos hacia la entrada de la residencia, al igual que los demás invitados. Cuando se abrió la entrada para los dos adolescentes, la Hufflepuff se encontró en un ambiente lleno de gente.

La casa estaba bellamente decorada con un toque navideño. Había un gran árbol en la esquina de la sala, cubierto con adornos brillantes u llamativos. Junto a una chimenea, había algunas casa de pan de jengibre y calcetines colgados.  Los regalos debajo del árbol de navidad hicieron que cualquiera quisiera abrirlos antes de que fuera el momento adecuado.

―Mis padres están ahí.―James asintió con la cabeza hacia sus padres que estaban sentados en un sofá hablando con amigos.―Ven conmigo.

―No hagas ni digas algo que Sirius Black haría.―murmuró para sí misma.

―¿Quieres dejar de usar ese ejemplo?―Sirius preguntó, apareciendo junto a sus dos amigos.―Es terrible.

―Al contrario, es un buen ejemplo y muy efectivo.―se burló Remus.

―¿Quién necesita enemigos cuando tienes a ti novio?―Sirius rodó los ojos.―Voy a ahogar mis penas en la bebida.

―No bebas en exceso.―advirtió Ellie.―La última vez, te asustaste con una almohada.

―Era mi almohada y la arrojaste a la chimenea.―Peter recordó.

―No recuerdo haber hecho eso.―Sirius se encogió de hombros.―Si no lo recuerdo, no pasó. La regla es bastante simple.

―No te pases con la bebida.

―Si, mamá.

Remus, Peter y Sirius caminaron juntos hacia una mesa llena de comida típica de la celebración, mientras la pareja se encontraba con Fleamont y Euphemia.

Las manos de la Hufflepuff estaban temblando y sudaban del nerviosismo. Ese sentimiento estaba fuera de su control y odiaba estar así de nerviosa por algo tan simple.

―¡Finalmente llegaron!―Euphemia se levantó del sofá. Una sonrisa genuina iluminó el rostro de la mujer.―Ya me estaba preocupando por mi pequeño.

Las mejillas de James enrojecieron ante el apodo de su madre. La chica de cabello dorado se mordió el labio inferior contener la risa.

―Mamá.―James cerró los ojos por un segundo, avergonzado.―Estuve fuera por treinta minutos.

―Treinta minutos es mucho tiempo.―dijo la mujer, volviendo su atención a la chica al lado de su hijo. Su sonrisa se intensificó.―Es un placer conocerte finalmente.

―Igualmente, señora.―ella sonrió.

―No tienes que llamarme así.―dijo.―Ya podemos considerarte parte de la familia solo por la forma en que mi pequeño habla de ti.

―¡Mamá!―James volvió a sonrojarse.

―Tu madre tiene razón.―Fleamont rió y le tendió una mano a la novia de su hijo.―Nuestro hijo siempre habla de ti.

―Espero que sean las cosas buenas.―Ellie contestó tímidamente.

―Siempre.―James le dedicó una sonrisa.

―Llegaron más invitados.―Euphemia dijo y se entrelazó su brazo para ir a darle la bienvenida a los recién llegados.―Disfruten de la fiesta y por la barba de Merlín, James, arregla tu cabello.

―¡Está peinado!―exclamó James, volviéndose hacia su novia.―¿No crees que está peinado?

―Seguro que si, hijo de mami.―bromeó, metiendo las manos en su cabello para desordenarlo más.

falling ━ james potter. ✓Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang