DANIEL Y NOELIA

12 3 0
                                    

—Sigo esperando...

—¿Y no se lo dirás a nadie? —me preguntó Daniel nervioso.

—Tío que no, va dímelo ¿no decías que ibas a ir al grano? ¿O es que no me tienes confianza?

—Es que me da vergüenza, no es que no te tenga confianza.

Yo decidí ya no decirle nada y quedarme callado para que no siguiese evadiendo. Y lo mire fijamente.

—Me gusta Noelia —y me retiró la mirada rápidamente y se encogió de hombros.

Yo me empecé a reír.

—¿De qué te ríes? ¡Me dijiste que no te reirías! —dijo Daniel avergonzado.

—No me rio de que te guste Noelia, me río de que ya lo sabía —respondí.

—¿Cómo que ya lo sabías? —me preguntó extrañado.

—Sí, a ver, somos mejores amigos, nos conocemos desde que éramos pequeños y por eso, sé cómo eres. Al observar ciertos comportamientos tuyos, lo empecé a sospechar.

Él hizo un silencio.

—¿Y crees que Noelia lo sabe? —preguntó preocupado.

Yo me encogí de hombros.

—No lo sé, quizás lo sospeche, no sé, pero si lo sabe mejor ¿no? Porque... ¿Cuándo se lo piensas decir? —le pregunté.

—No sé la verdad, quizás esta tarde que hemos quedado —respondió.

—Con que habéis quedado ¿eh?

—Sí, llevamos unos días saliendo, así que confío en que sienta algo por mí.

—¡Ahh amigo!, con que en esto estabas tan ocupado ¿eh? Ya decía yo, que el otro día te vi muy arreglado... Así que somos menos importantes que ella, vale, vale... —le dije en un tono de ironía.

Él se quedó callado y avergonzado.

—Que es broma tonto —dije dándole un golpe suave en el hombro— me alegro por ti. ¿Ves que no era tan difícil?

—Y, ¿desde cuándo lo sabes?

—Pues lo empecé a sospechar desde la primera vez que fuimos al museo.

—¿Y te alegras? ¿Nos ves bien?

—Pues claro que me alegro y si bueno, yo os veo bien.

—Ahora la cosa es Víctor —dijo Daniel.

—¿Por? ¿Por lo de que eran pareja? —le pregunté.

El asintió.

—Conociendo a Víctor le molestará, pero oye, él se lo buscó.

—Es verdad.

—¿Y entonces? ¿Se lo vas a decir esta tarde?

—Probablemente ¿por?

—Para felicitaros dentro de un año por el aniversario —dije riendo.

Él se sonrojo y después empezó a reírse.

—Por si no se lo digo hoy, si te preguntan para averiguar algo, les das pista pero no se lo digas directamente.

—Vale.

—Bueno Adri, me tengo que ir, que ahora nos vamos a una comida familiar, afortunadamente llegamos para esta tarde —dijo sonriendo.

El Misterio del Gran CharcoWhere stories live. Discover now