HACE 170 AÑOS...

74 6 0
                                    


   Si no hubiese sido por lo que pasó esa mañana, creo que todo hubiese acabado ahí, en una experiencia paranormal, pero no, todo no acabó ahí.

Era la mañana del 20 de enero, realmente no había pasado mucho pero ya teníamos abandonado un poco el charco, aunque aún seguía ahí. Yo estaba desayunando junto a mi padre que también se había levantado pronto y estaba viendo las noticias. Aunque yo no les hacía mucho caso, porque estaba más centrado en mi desayuno comiéndomelo tranquilamente, el titular de una noticia me llamó la atención. El caso es que la noticia, trataba de una historia de hace 170 años que, aunque no había sido tan escuchada últimamente, aún se recordaba después de tanto tiempo, por lo importante que había sido. Al parecer, fue algo que sorprendió a las personas, entre ellas, a mí. Hay que ver que bien que se conserven los sucesos tan antiguos, porque si no fuesen por ello, actualmente no podríamos saber de dónde vienen algunas cosas. Nada más oírla, me apresuré a acabar mi desayuno y me preparé rápidamente para salir, ante la sorpresa de mi padre por la repentina prisa que tenía. Me despedí de él, me puse la chaqueta, cogí la mochila y me fui al instituto.

Llegué corriendo, al mismo tiempo que algunos de mis amigos también llegaban pero sin tanta prisa. Algunos ya estaban y como no, se dieron cuenta de mi apresurada llegada.

—¿Te persigue alguien? —me preguntó Víctor.

—No —respondí.

—¿Entonces? —preguntó Guillén.

—¿Habéis visto las noticias de esta mañana? —dije con entusiasmo.

—Yo, pero no me he enterado de nada —contestó Daniel adormilado.

—Yo sí. Han dicho que en el día de hoy hace 170 años, unos submarinistas desaparecieron y nadie supo más de ellos —comentó Arturo.

—Exacto —respondí.

—¿Y? —preguntó Marta al mismo tiempo que llegaba.

—Pues que unos submarinistas desaparecieron hace muchos años y por lo que he oído, en unas circunstancias parecidas a las nuestras —dije.

—Aquí está la noticia —anunció Natalia mirando en su móvil.

—Fijaros en que eran unos submarinistas, que bueno, a ellos les pasó en verano. Estaban descansando en la ciudad donde vivían, una ciudad como esta, sin mar cercano —dije.

—Según esto, lo más parecido que había en el momento de su desaparición, era un charco cercano a su casa —dijo Natalia.

—¿Esos son ellos? —preguntó Daniel señalando una foto en blanco y negro.

—Supongo —dijo Noelia.

—Dice que sus familiares contaron que días anteriores a sus desapariciones, dijeron que se iban a una expedición, pero los encargados de organizarlas, aseguraron que no tenían ninguna programada —leyó Guillén.

—Sigue pareciendo raro, pero bueno, me resulta curioso tantas coincidencias, mismo caso, misma situación... algo pasa aquí —comentó Víctor.

—Ya tenemos motivo para seguir investigando ¿no? —pregunté.

Todos asintieron entusiasmados.

En el primer recreo nos volvimos a reunir.

—Entonces, ¿por dónde empezamos ahora? —preguntó Daniel.

—Creo que deberíamos investigar sobre lo que ocurrió hace 170 años —respondió Arturo.

—Sí —coincidió Natalia.

El Misterio del Gran CharcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora