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21 de abril del 2019. Gangnam-gu, Seúl, Corea del Sur.

Estaban de nuevo en el restaurante, mientras reían. Beomgyu ayudando a Taehyun y Yeonjun en la cocina, mientras por otro lado Soobin y Kai hacían de meseros. O eso pretendían, porque no había clientes.

Los cinco bromeaban y reían como si ellos fueran los que pedían la comida, incluso exagerando movimientos al "cocinar". Ellos se habían vuelto cercanos en tan solo un par de meses, incluyendo a Beomgyu como si fuera la pieza faltante a su rompecabezas; era como si siempre debieron estar juntos, en este y en cualquier otro universo. Eran como la mantequilla sobre el pan que ahora le servían a Taehyun.

Sí. Así eran ellos.

Los otros miembros estaban en casa, haciendo sus labores de cuidar a los más pequeños, o limpiar e incluso cocinar para más de 200 personas.

Eran momentos como estos en los que Yeonjun miraba atrás a la vida que tuvo. Peleas y golpes, palabras que nunca se debieron decir y dolor; todo comparado con su actual estilo de vida, donde podía abiertamente amar a otro hombre sin tener a su padre y al padre de Heeseung en su espalda, donde podía ser feliz, donde podía vestir como quería, donde podía simplemente divertirse al lado de personas tan maravillosas como lo eran sus amigos. Y ahora, le daba la oportunidad a otros adolescentes renegados a empezar de nuevo.

Y podía ver los frutos de su trabajo con el solo mirar a sus amigos y al amor de su vida, aquellos cuatro chicos que ahora estaban bien, porque todo estaba bien en sus vidas.

El ahora pelirrosa pasó una de sus manos por su cabello, en un intento de peinar su mullet mientras miraba enternecido a Kai, quien le explicaba a un, ahora, peliazul Soobin porque el helado de menta con chocolate era el mejor sabor, Taehyun por su parte hacia una cara de claro disgusto, imitada casi al mismo tiempo que los otros dos Chois.

De fondo sonaba una canción de blink-182 de la que no recordaban el nombre. Era "I Miss You", y si supieran lo que vendría, sabrían que era casi como una señal del universo.

Los clientes no tardaron en llegar y los jóvenes comenzaron a hacer su trabajo. Cocinar, servir, llevar a la mesa, cobrar, repetir.

Todo iba tranquilo hasta que el fiscal de distrito pisó de nuevo en el pequeño restaurante de nombre "Blue Orangeade" con una gran sonrisa plasmada en su asquerosa cara. Esta vez, el alto peliazul se puso en su camino con una expresión de pocos amigos para después decir con su grave voz:

—Usted no es bienvenido aquí, Shin. —dijo Soobin, cruzándose de brazos. Taehyun pronto salió de la cocina, luciendo su ahora rubia cabellera.

—Sólo vengo a advertirles —dijo el hombre con aquella horrible sonrisa suya, una vez los demás se acercaron, dispuestos a sacar al hombre a patadas—, si se van ahora, tal vez tengan tiempo de salvar a sus amigos —soltó—, a esos asquerosos y a su pequeño refugio.

Sus palabras fueron como un golpe a las caras de los miembros, había amenazado al club. ¿Y si sabía su paradero? ¿le habría dicho a la policía?

Soobin rápidamente sacó al hombre con más fuerza de la necesaria, casi como si no le hubieran creído, pero el hecho de que sacaran al resto de los clientes también y cerraran tan rápido que casi olvidan quitarse sus uniformes demostraba lo contrario.

Y la desesperación se notó al momento en que salieron corriendo rumbo a la fabrica sin pensar en siquiera tomar un taxi.

Y la desesperación se notó al momento en que salieron corriendo rumbo a la fabrica sin pensar en siquiera tomar un taxi

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The Kids in the Dark - TXT AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora