5 | La fiesta de la conquista

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—Yo sí lo quiero matar. —murmuró Etel con fastidio.

Adam sonrió divertido. Etel y Cassie pasaron rápidamente a la casa con una expresión de ilusión en sus rostros, olvidando el mal rato. Yo me quedé de pie ahí, demasiado nerviosa para moverme.

—¿No quieres pasar?

—Si paso, ¿me prometes que nadie va tirarme su bebida?

Adam soltó una risa y me tendió su mano.

—No a menos que te alejes.

El corazón se me aceleró. Después de tres años de admirarlo desde la distancia, Adam me estaba sonriendo y tendiendo su mano a mí. Solo a mí. Formé una sonrisa de oreja a oreja y puse mi mano sobre la suya. Su tacto era caliente y suave. Perfecto.

—Dalo por hecho.

Al pasar por su lado, apoyó una mano en mi espalda baja y me impulsó a que entrara antes de liberar mi mano. Mi sonrisa tambaleó y no fue porque ya no tenía su mano en la mía ni por la cantidad de chicas que fijaron su atención en él, sino por la música a todo volumen y todas las personas que bailaban frenéticas por toda la casa.

Oh. Por. Dios.

—¡Alana! —Cassie corrió hacia mí, sonriente—. ¡Esto es lo máximo!

—Hay bebidas en la cocina, por si quieren. —Adam estuvo a punto de guiarnos hacia allá, pero la pelirroja de la mañana apareció de la nada, lo tomó del brazo y le susurró al oído. La expresión de Adam se tornó en una seria—. Disfrútenlo. —dijo antes de irse.

Fruncí el ceño. Mi momento con Adam solo había durado un par de minutos y está bien, conquistar a mi crush no tenía que ser fácil. Pero que ese bicho pelirrojo me robe su atención era diferente.

—Me siento como el patito feo rodeado de cisnes.

—¡Miren lo que traje! —Etel apareció con tres vasos rojos y nos dio uno a cada una—. ¡Para sobrevivir a la noche!

—¿Qué es esto? —Olfateé el contenido e hice una mueca de asco—. ¡Ew! Es lo mismo que Axen me tiró encima.

Etel pasó un brazo alrededor de mis hombros como un compinche.

—¿Quieres hablar con Adam esta noche? —Asentí dudosa. El alcohol se filtró en su aliento—. Gallina. ¿Quieres hablarle o no?

—Sí.

—¡Gallina! ¿Piensas quedarte esperando como Fiona a que tu príncipe azul te rescate de la oscuridad?

—¿No?

—¿Entonces piensas ser un títere de madera todo flacuchento a esperar que otros te manejen?

—¡No!

—¿Y qué me dices de la estúpida de Blanca nieves que se comió toda la manzana que le dio una vieja con pinta de bruja?

—Oye, que solo fue una mordida.

—¡No me importa! —Etel se tambaleó un poco y me puso el vaso en la boca. Miré a Cassie en busca de ayuda, pero ella estaba concentrada en reírse con un chico de remera roja—. ¡Tú puedes, Alana!

Cerré los ojos y dejé que el líquido de menta con alcohol bajara por mi garganta. Me aluciné como en las películas cuando todos aplauden a la santa que se toma su primer vaso de licor y la cargan mientras gritan su nombre y de la nada todos la aman. Pero cuando abrí los ojos solo vi a Etel mirarme con los ojos bien abiertos como una loca emocionada y a Cassie soltar una risita por mi cara de asco.

—¡Ew! ¡Wakala! ¡Fuchi!

Me quedé quieta un momento. ¿Por qué no empezaba a ver doble? ¿No se supone que estas cosas te marean y te llenan adrenalina? A mí de lo único que me llenó fue de pichi.

—¡Todos por aquí! —Escuché la voz de Adam venir desde la cocina—. ¡Hey, chicos! ¡Vamos a empezar a jugar!

Como un mosquito atraído por su voz, fui hacia allá con Etel y Cassie por detrás.

Adam estaba parado en una mesa con una mano cerrada en un puño como micrófono y veía a todos con su sonrisa perfecta. Tenía la camisa un poco abierta y el cabello despeinado.

—Yo la verdad no sé cómo demonios le dicen a este juego. —Señaló los vasos rojos con licor puestos en forma de pirámide en la mesa y se bajó de un salto—. La cosa es que consiste en tirar esta pelotita y si aciertas, no bebes.

—¿Y los que no aciertan? —preguntó un chico de la multitud.

Adam enarcó una ceja, como quien dice «¿Es en serio?».

—Entonces bebes. No tiene mucha matemática, Ryan.

Las chicas soltaron suspiros a mi lado. Fruncí el ceño. De verdad tenía mucha competencia por aquí. Santa madre de las soldadas caídas, ¿por qué vine a una fiesta vestida para una pijamada?

—Entonces, ¿quién se anima a ser mi compañera? —preguntó Adam.

—Es tu oportunidad, Alana. —me susurró Cassie, empujándome como si fuera un costal de papas.

—¿Estás loca? Mi puntería no es la de Mérida.

De pronto, una chica a mi lado levantó la mano.

—¡Yo!

Todos nos volvimos hacia ella. Me quedé boquiabierta. Etel sonreía de oreja a oreja con la mano alzada.

La traición. La decepción, hermano.

—Perfecto. —Adam le sonrió y entrecerró los ojos—. ¿Y tú eres...?

—Etel.

—Bien. Etel —Él se acercó lentamente hacia ella y le tendió la mano con la misma sonrisa que me dio a mí—, serás mi compañera.

Oh por dios. Cassie me sostuvo por detrás. Estaba al borde del colapso.

—En realidad no. —Etel empujó su mano lejos y me señaló—. Iba a decir que yo propongo a Alana.

Si antes la quería ahorcar por quitarme a mi chico, ahora no sabía si hacerle un altar o descuartizarla porque iba a quedar en ridículo.

Adam posó sus ojos verdosos en mí.

—¿Quieres hacerlo, Alana?

El rostro se me enrojeció. Etel me dio un codazo para que reaccionara, como si leyera mis pensamientos.

—Claro. —Acepté su mano con una sonrisa tímida y dejé que me llevara hacia un extremo de la mesa. Un chico se posicionó en el otro extremo, jalando a una chica a su lado—. ¿Tenemos que tomar mucho? —susurré con temor al ver los vasos llenos de licor.

—Solo si pierdes. —susurró Adam a mi lado.

—Mi puntería es muy mala.

—La mía es perfecta.

Me guiñó un ojo. Dios mío. Adam con tan solo sonreírme así de cerca como si estuviéramos compartiendo un secreto me hacía temblar.

—Entonces que empiece el juego. —le sonreí.







* * *

Solo diré: Adam y Axen los harán dudar de qué team son, prepárense.

¿Listos para la confesión de Alana y para conocer a un nuevo Danet?🔥

El próximo capítulo es el MARTES. Disculpen la demora hoy:(

Para los que leyeron ID, ¿notaron el cameo de Ryan? El chico de remera roja que ayudó a Lydia en el club con un Tyler ebrio de colado, diciendo que era demasiado joven para morir virgen JAJAJAJ.

¡Nos leemos pronto!


Una Conquista ImperfectaWhere stories live. Discover now