𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝘁𝗲 𝗮𝗹𝗲𝗷𝗮𝘀?

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TENGO GANAS

Al momento de querer salir de la habitación, su cuerpo se estampó bruscamente en la dura pared al sentir como alguien lo empujaba con fuerza. Lo poco que pudo sentir, fue una caliente respiración a la altura de sus labios provocando que la piel se le pusiera de punta.

- Mejor juguemos como Jay y Jungwon.

- ¿Q-Que dijist...

El chico no permitió que el menor terminará de hablar y rápidamente atacó sus labios, Sunghoon abrió los ojos como si hubiera visto a un muerto o a Bang PD flaco. Su cerebro dejó de mandar señales a su cuerpo y podía asegurar que si su cerebro fuera una persona, en estos momentos estaría formando una perfecta "o" con la boca mientras bailaba la macarena. Después de unos segundos, cayó en cuenta de lo que estaba sucediendo y como por arte de magia empezó a mover los labios, claramente Jake formó una sonrisa divertida al ver la poca experiencia que tenía Hoon y en su lugar pareciera como si estuviera enchilado.

A ambos les costo un par de segundos acostumbrarse, hasta que Jaeyoon mordió el belfo inferior del coreano logrando introducir su lengua a la boca ajena, Hoon envolvió sus brazos en el cuello del castaño mientras que este posaba sus manos en la pequeña y definida cintura. La combinación del bálsamo de coco y durazno era todo lo que estaba bien en este jodido mundo.

Los dos chicos, sin separarse del beso, a pasos torpes volvieron a ingresar a la habitación.

La espalda de Jake se recargo en la cabecera de la cama, con suma delicadeza colocó sobre sus piernas a Hoon, el castaño posicionó sus grandes manos alrededor de los muslos del contrario dándole alguno que otro apretón, nunca había podido tocar sus piernas y en estos momentos no iba a desaprovechar la oportunidad de tocar a su antojo.

- ¿No se supone que yo no te gustaba? -pregunta Jae con una sonrisa pícara, su mano acariciaba la espalda de porcelana.

- Callate -ordeno volviendo a juntar sus labios.

El momento cada vez cobraba más intensidad, Park con su lengua delineaba y succionaba los labios ajenos mientras que el contrario solo introducía su lengua en la boca ajena haciendo el beso cada vez más sucio. Los cuerpos de ambos sujetos radiaban un calor inmenso, el poco aire que les quedaba no era un impedimento ya que rápidamente retomaban el aliento sin importarles que sus pulmones empezaran a arder.
Muchos pensarán que era una simple atracción lo que esos chicos sentían el uno al otro, pero cada caricia que se esparcía por aquellos cuerpos sudorosos, demostraba todo el tiempo que se necesitaron. Nada les impedía estar juntos, lo que sentían no era una atracción física, era más una atracción mental y sentimental. Una sensacion en la que tan solo una sonrisa provocaba una gran adiccion, ambos tenían esa pequeña habilidad de alterar sus corazones con tan solo una mirada. En pocas palabras, dos almas que al estar juntos demostraban lo que en verdad era el amor a pesar de las dificultades que tenían para unirse en una sola persona.

Y ya dejando a un lado lo romántico. Siempre hay alguien que tiene que ¡¡¡ARRUINAR EL MOMENTO!!!!

Sim empezó a dejar algunos besos húmedos y chupetones en el cuello del blanquecillo, las prendas cada vez daban indicios de querer despojarse con más desesperación.

- ¡CHICOS A CENAR!

Ambos sujetos al escuchar la voz de su Hyung se pararon rápidamente intentando ocultar lo que recién había ocurrido.

- Chicos la cena ya está li...
¿Qué estaban haciendo? -preguntó Lee, adentrándose a la habitacion.

- Estábamos...

- Estábamos a punto de dormir Hyung -rápidamente habló Sim, tratando que el menor no tuviera que dar explicaciones para que no se pusiera nervioso.

- Ooh, no sabia que ustedes al dormir sudaban demasiado -dijo de forma inocente inspeccionandolos.

- Si hermano, es que nuestros músculos trabajan cuando dormimos -se justificó Park.

- ¿Músculos? Yo lo único que veo de ti es un hueso flojo.

Jake soltó una fuerte carcajada y como consecuencia recibió un golpe en las costillas por parte del pelinegro.

- A mira, no sabía que teníamos un comediante en el grupo -bufo.

- Pues ya lo sabes, por cierto... aquí huele demasiado a hormonas.

- L-La comida ya está hecha, deja de preguntar y vamos antes de que se enfríe -respondió Jake nervioso tratando de evitar el tema.

Los tres salieron de la habitación y se dirigieron al comedor en donde ya se encontraban todos los miembros preparados para la cena.

Todos disfrutaban pacíficamente la cena aunque no faltaban algunas risas y anécdotas por parte de los chicos.

- Y bien... ¿a dónde salieron ustedes dos? -cuestionó Nishimura, viendo fijamente a Jay y Jungwon.

Mientras los chicos tenían un pequeño debate con la pareja de tortolos por saber a donde se escabullian cada noche, por otro lado se encontraba Sunghoon quien acariciaba el muslo de Jake debajo la mesa haciendolo enojar ya que no quería que nadie los descubriera.

- Sunghoon!! -susurro.

- Shh, tú me provocaste.

Al terminar la cena, Heeseung como toda una mamá luchona, mando a sus crías a dormir.

Después de tres horas, la casa albergaba un mutismo exagerado, el único ruido que se llegaba a percibir era el de los grillos.

Un chico de cabellera negra, salió de su habitación sigilosamente para no ser descubierto e inmediatamente se adentró a la habitación que se encontraba en frente de él.

Se acercó cuidadosamente a la cama que estaba en frente de sus ojos y despertó a la persona que plácidamente descansaba en esta.

- ¿S-Sunghoon? -preguntó adormilado.

- No creas que me vas a dejar con las ganas, lindura.

Sunghoon goloso 🐇