ᴠɪɪɪ

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MI HYUNG

Los tres miembros después de ir a desayunar decidieron regresar a casa ya que tendrían que ir a la empresa.

- Hasta que regresan, llevamos una hora esperándolos, ¡¿en dónde diablos se metieron?! -inquirió Lee, con un notorio enojo. Se suponía que ya tendrían que estar en la empresa, si se querían ir a desayunar, mínimo les hubieran avisado para al menos no tener que levantarse temprano.

- Fuimos a desayunar, hyung.

- ¿Y no nos llevaron? -Jungwon achino los ojos al ver como se habían ido sin ellos.

- Fue de último minuto.

- Ojalá les de chorrillo por no llevarnos -exclamó Nishimura antes de tener que subirse a la camioneta.

El trayecto sería corto, el edificio quedaba cerca de donde habitaban así que nos les tomaría tanto tiempo en llegar a su destino.

*Ring Ring*

- Sunghoon contesta -pidió Jay al ver que su compañero de asiento no tenía ni la mínima intención de tomar la llamada.

- No es mi celular.

- Es el mío.

Interfirió el bonito australiano, tomando el artefacto para ver de quien se trataba

- ¿Hola? ¡Ooh! ¿qué ocurre Honey?

- ¿Honey? ¡¿A quién demonios le dice Honey?! -susurro, un poco desorientado al ver lo cariñoso que se veía hablando con el sujeto del otro lado de la llamada.

- Deja de estar de chismoso escuchando conversaciones ajenas -regañó el mayor.

- Per-... ¿qué tal si es su pareja?

- Lo dudo ya que no nos a dicho nada pero, ¿no crees que está en todo su derecho de tener una relación? deja de estar de celoso y mejor respeta su privacidad.

- Okey, ahorita mismo iré -colgo.

- ¿Quién era Jake? -cuestiona curioso, haciéndole ojitos tratando de obtener la información que quería. Siempre funcionaba con su mayor, con solo hacer ese gesto podía lograr sacarle cualquier dato que deseaba. A veces Jaeyoon era un tanto manipulable y Sunghoon trataba de sacarle provecho, obviamente sin aprovecharse del todo.

JongSeong rodó los ojos, soltando un profundo suspiro al ver lo caprichoso que podía llegar a ser el coreano.

- Solo un amigo.

- Entiendo -esa información no le era lo suficientemente útil. ¿Y si el chico con el que hablaba era la causa por la que Jake se estaba alejando de el? No podía permitir eso-. Supongo que es cercano a ti.

- Es un gran amigo, ¿por qué la pregunta?

- Lo digo por el apodo.

- Soy muy cercano a él, le tengo bastante cariño.

- ¿Te pidió que fueras a verlo? -Jay se unió al interrogatorio.

- Y eso que yo soy el chismoso -susurro.

- La curiosidad me ganó -se justifico.

- Si, me pidió que fuera, dijo que necesitaba decirme algo.

- Pero tenemos práctica.

- No me demorare ni treinta minutos, será algo rápido.

- ¿Puedo ir contigo?

Jay le dio un codazo.

- Encima de metiche también acosador, mira 2x1 -habló el estadounidense, con un tono de sarcasmo.

- Claro -aceptó con una enorme sonrisa adornando su rostro- sería agradable que conocieras a otro de mis mejores amigos.

Bingo, tal vez el misterioso chico si era la verdadera razón por la que Jake se estaba alejando. Con que tenía a un nuevo contrincante.

Apuesto que soy mejor que él.

- Bien.

Y fue lo último que se escuchó durante todo el trayecto.

Al llegar, los miembros bajaron de las camionetas y se adentraron al edificio, todos a excepción de Sunghoon y Jake que decidieron ir a pie hasta el lugar en donde se reunirían con el chico misterioso.

- ¿Está muy lejos?

- No, su pastelería queda cerca.

- ¿Pastelería?

- Si, le gusta la repostería así que cuando junto el dinero necesario abrió su propio local. Es una buena persona, de seguro se llevarán bien.
Lo conozco desde que llegué a Corea, su pastelería me quedaba de paso cuando iba a entrenar a la empresa así que durante la semana solía darme una vuelta en busca de algún dulce.

Sunghoon asintió, quería suponer que este chico era muy especial para Jake por la forma en la que sonreía cuando hablaba de este, o tal vez eran los celos del momento que no lo dejaban pensar con claridad ya que cuando Shim hablaba sobre otra persona, siempre lo hacía con respeto y entusiasmo, como ahora lo estaba haciendo. Eso era algo que admiraba de él, siempre queriendo dar una buena imagen del resto de personas.

Jake era como un niño chiquito; si alguien le caía bien, corría a sus brazos y no se despegaba de aquella persona, si le dabas un dulce, te ganabas su corazón pero si lo desepcionabas, lo perdías.

A Sunghoon no le extrañaría que Jake se haya encariñado con aquel joven y viceversa, el castañito era un amor de persona con la que te gustaría pasar la mayor parte de tu tiempo; era dulce, divertido, siempre ayudaba a las personas sin recibir algo a cambio, leal, en pocas palabras la mejor persona que Sunghoon pudo conocer. Pero también todo tenía su lado malo ya que Jake al ser una persona muy buena, también era fácil de manipular y eso a veces no le gustaba, su lindo amigo podía llegar a ser bastante ingenuo.

Los dos chicos se adentraron al local. Sunghoon hizo un recorrido rápido por todo el lugar, tenía que ser sincero, la pastelería era demasiado linda, un toque elegante pero cálido a la vez.

Si volteabas a ver, tu vista solo percibía un color, el café, todo el lugar mantenía una misma estética, pero las plantas que adornaban el lugar le daban un toque más hogareño.

El dulce aroma que inundó sus fosas nasales lo hizo enloquecer, un aroma a café combinado con naranja logró que todas sus extremidades se relajaran.

El misterioso chico ya tenía tres puntos a favor; tenía una linda pastelería, muy buen gusto por el diseño y era muy limpio por lo que se podía apreciar.

Si comparamos eso con Sunghoon: él no tiene pastelería con la cual seducir a Shim, no es muy limpio que digamos pero tiene muy buen gusto por el diseño... de modas, mientras el chico misterioso tenía buen ojo con el diseño de interiores, él lo tenía con el de ropa, era lo mismo pero a la vez no.

Sin embargo, no podía dejarse seducir por los sabrosos bizcochos que veía a unos dos metros de él, estaba pisando tierras movedizas y no debía bajar la guardia.

Solo rogaba que el joven con el que se enfrentará fuera más bajito, que este feo, vista mal y al menos no lo haga sentir peor de lo que ya se sentía.

- Al parecer ya llegaste -se escuchó una voz de fondo mientras unos zapatos chocaban con el piso de madera acercandose.

- Hyung -Jae en cuanto divisó a su amigo, no dudo ni dos veces y se acercó para estrechar sus cuerpos en un reconfortante abrazo- tiene mucho que no nos vemos.

- Nos vimos la semana pasada -rió.

- Lo sé, pero eso no quita que lo haya extrañado -se separó-. Mire, él es Sunghoon.

El lindo pastelero se separó un poco para darle un vistazo al recién mencionado.

- Mucho gusto -realizó una cordial  reverencia.

- Wow...

𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝘁𝗲 𝗮𝗹𝗲𝗷𝗮𝘀?Where stories live. Discover now