Profesor de Pociones, ¿Qué más es Severus Snape?

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Al llegar a ella soltó un suspiro y le dio gracias a merlín al ver que solo Daniel la esperaba, este le sonrió con calidez.

—No puedo entrar al Ala de las chicas, asique tendrás que apañártelas tú sola en las noches—susurro desanimado.

—No te preocupes Daniel, ahora vete a dormir, mañana te espera un día agitado—susurro para después darle una nalgada haciéndolo reír.

—Intenta dormir Genn, te quiero—susurro antes de irse.

Ojala pudiese. Suspiro ella.

Miro la cartelera informativa, al parecer a ella le tocaba en la habitación número 99, ojala que no me toque con unas ridículas hijas de…, esperen, yo soy una de ellas. Pensó divertida.

No, tú tuviste un hijo, de un Muggle, tú eres diferente. Decía esa odiosa voz en su cabeza que la hacía querer suicidarse cada vez que la oía.

Cuando llegó a la habitación vio un cartelito en ella que decía el nombre de sus compañeras y su nombre al final.

Camille Parkinson.

Natasha Becker.

Greta Ouileck.

Gennovive Romanov.

Bien, sabía que el matrimonio Parkinson pertenecía a los mortifagos y que la hermana menor de Camille estaba comprometida con el primogénito de los Malfoy.

Tomando todo el valor que poseía abrió la puerta y miro en su interior, no era nada asombroso, cuatro camas pegadas a la pared del final, todo era decorado en verde y plata, cuatro escritorios, cuatro armarios enormes y una puerta que daba al cuarto de baño, junto a una gran ventana que daba al lago negro.

En las tres primeras camas estaban sentadas tres chicas hablando animadamente, la primera era morena, muy bella, tenía un corte francés que la hacía ver sofisticada, la segunda era pelirroja, traía el cabello por la cintura completamente lleno de ondas desordenadas, y la última era rubia platinada con el cabello lleno de rizos definidos y ordenados.

Las tres la miraron como si vieran a un extraterrestre.

—Hola—dijo con su fuerte acento.

—Hola, ¿Gennovive? —dijo la primera levantándose amenazadoramente de su cama.

—Sí—siseo.

—Yo soy Camille—se señaló—Ella es Greta —dijo señalando a la pelirroja— Y ella es Natasha—murmuro señalando a la rubia, Gennovive frunció el ceño, al parecer la tal Camille era la líder de la pandilla.

Endureció su rostro, ella no vino a hacer amigos y era mejor tener distancias.

—Un gusto—se limitó a decir caminando hasta sentarse en la cama donde estaba su baúl.

— ¿De dónde eres? —pregunto Camille.

—Rusia—dijo seca.

—Wow, eso está lejos—siseo Greta.

Ni se lo imaginan, pensó ella.

—Bueno pues espero que nos llevemos bien—sentencio Camille

Gennovive forzó una sonrisa y se fue a su cama, abrió su maleta, saco su pijama que era un camisón negro de satén.

Las chicas la observaban asombradas, sus pijamas eran cerrados y largos camisones, eran unas pijas niñas de mami y papi.

La Mujer de Severus Snape #Wattys2016Where stories live. Discover now