Persona favorita

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La tarde de ese sábado que Taehyung planeaba pasar dormido sin mostrar alguna señal de vida, se fue acompañada de Jimin, Namjoon y Jungkook.

Se habían quedado a comer y, además, habían pasado la tarde haciendo que Jungkook se midiera toda la ropa que Jimin le había traído. Fue toda una pasarela. También hablaron, más Jimin y Namjoon que Jungkook y Taehyung, acerca de que festejarían su cumpleaños invitando a los amigos híbridos del menor, y quizá le darían una sorpresa. El híbrido de cabellos negros intervenía diciendo que no era necesario que hicieran algo grande, y Taehyung se divertía viendo cómo terminaba intimidado por el entusiasmo de Jimin y la firmeza de Namjoon.

Cuando por fin se despidieron y se fueron, estaba por ser las cuatro de la tarde, y el peliazul aún podría tener su día de descanso después de todo, a pesar de que ahora tenía un híbrido viviendo con él.

Estaba juntando las bolsas con la ropa de Jungkook, y las maleta que antes había dejado en el suelo de la sala, para llevarlas a su habitación. El departamento no tenía otro cuarto, así que no había otra opción más que instalarlo con él.

—Taehyung… —el menor lo llamó, parándose junto al marco de la puerta, mirándolo acomodar sus cosas en una esquina de la habitación. El nombrado hizo un sonido de asentimiento, dándole a entender que lo escuchaba— Muchas gracias por adoptarme.

Habló con voz suave, quería expresar su agradecimiento, sinceramente, y quería que supiera que se sentía feliz de ahora ser suyo, a pesar de que quizá fuera feo para él. Eso lo estuvo pensando mucho en la tarde, mientras lo miraba platicar y reír con Jimin.

Lo observó mucho. Encontró graciosa la manera en la que encogía sus piernas cada vez que algo le daba mucha risa o mucha vergüenza, le gustó la forma en la que sus comisuras se mostraban cuando sonreía ampliamente, el sonido de su risa lo hizo sonreír aún cuando no había entendido el chiste del que reían todos... Era obvio, Taehyung le parecía demasiado bonito; era demasiado atractivo.

Él, entonces, no era un animal o quizá una raza lo suficientemente linda para él. 

El chico de cabellos teñidos se dio media vuelta para mirarlo una vez que terminó de poner en orden las bolsas. Rascó su nuca, sonriendo un poco.

—Sí, no hay de qué... —dijo encogiéndose de hombros. Qué más podría decir.

—Para mí sí hay de qué, porque ocuparé tu tiempo y tu espacio, y bueno, es que, estoy muy feliz...

Taehyung asintió y caminó hasta su cama para dejarse caer pesadamente entre las sábanas, soltando un suspiro. Ahora debía acostumbrarse a tener en su casa a alguien más. No le resultaría fácil, pero podría aprender nuevamente, porque Jungkook no le desagrada.

—¿Quién es Seokjin? —preguntó el mayor recargando su nuca en sus brazos. Lo miró desde la cama— Ven acá.

Jungkook se acercó y se sentó junto a él, recargándose en la pared, preparándose para empezar a hablar de Jin.

—Seokjin es mi, bueno, era mi dueño... —el otro asintió, armando las piezas— Pero tuvo que mudarse por sus estudios y no podía llevarme con él, así que me dejó en casa, y Namjoon cuidaba de mí.

—Pero, ¿no volverá?

—Oh, sí lo hará, creo que sí... —contestó con voz dulce. Jin le había dicho que volvería, así que no había razón para pensar que no lo haría— Él me adoptó hace medio año. Yo estaba en adopción porque no soy de raza y no podían venderme... pero todos preferían a los perros, o a gatitos más bebés, así que duré mucho tiempo ahí...

Taehyung asintió, se reincorporó en la cama y se sentó a lado de Jungkook para poder prestarle más atención. El menor sintió su corazón acelerarse, pero mantuvo su mirada al frente y tomó aire para seguir hablando.

—La mayoría de los niños nunca se acercaban a verme, y estaba acostumbrado a ver cómo todos se iban con sus nuevas familias y yo me quedaba ahí —trajo a su mente aquellos días, recordando con claridad la sensación que tenía cada vez que miraba entrar a alguien, y cómo esa ilusión se transformaba en un profundo vacío cuando ese alguien salía por la puerta con otro animal en brazos—. Pero el día que Seokjin llegó, todo fue diferente. Él se acercó a mí y me acarició, me sonrió y dijo que era muy lindo. 

Taehyung sonrió al escuchar el destello de emoción en la manera de hablar y de expresarse de Jungkook.

—Entonces decidió adoptarme —continuó—. Lo quiero mucho, porque él fue el único que se me acercó, el único que gustó de mí; no tengo cómo agradecerle todo lo que ha hecho por mí. Y cuando descubrió que no era un gato normal, sino un híbrido, él me aceptó y no me echó, Jin es mi persona favorita en todo el mundo. 

Jungkook sonrió y miró a Taehyung.

—Ah, sí que es importante para ti entonces… —murmuró el mayor, sin saber qué otras palabras serían adecuadas.

El híbrido asintió con sus orejas erguidas. Miró que el peliazul le sonrió y bajó la mirada. Al ser un poco malo en las palabras, pensó que seguramente no sabía qué más decirle al respecto, así que decidió hablar él.

—Pero... —empezó, pensando un poco en qué palabras sonarían bien para el momento— eso no quiere decir que yo no pueda quererte a ti. Ahora eres mi dueño, y aunque tú pienses que soy feo o un gato malo, yo estoy feliz de estar contigo. 

—Oye, sobre eso... no eres un gato feo ni tampoco malo... —habló, intentando ignorar el hecho de que las palabras del menor le parecieron muy tiernas, porque nadie nunca le había dicho algo parecido.

Jungkook alzó sus orejas y buscó la mirada de Taehyung, pero este solo volteó la cabeza, como si su comentario no hubiese salido nunca de sus labios. El de cabellos negros sonrió, comprendía que quizá estaba avergonzado, y no quería hacerlo sentir incómodo. 

Se levantó de la cama y corrió fuera de la habitación. El peliazul lo siguió con la mirada, confundido de su repentina huida. Después de un momento, miró entrar corriendo por la puerta a Jungkook, como un lindo gato negro. Sonrió. El minino subió a la cama y se recostó sobre las piernas del mayor. Él lo aceptó, acomodándolo. 

—Perdón por llamarte así.

Su murmullo fue tan bajo que se confundió con el sonido del ronroneo de Jungkook, causado por las caricias que Taehyung estaba dándole. 









GATO MALO. ➸taekookWhere stories live. Discover now