°¤¡Es Un Sueño! O ¿Es Real?¤°
En un parpadeo Kala estaba en los brazos de Patrick. Kala vio como Patrick se acercaba a ella. Sabía lo que iba a pasar. Cerró los ojos para recibir el beso.
— ¡Zuria! — Emitió Elisabeth nuevamente ya que no conseguía despertarla.
Kala se despertó desorientada. — ¿Dónde estoy? ¿Dónde está? — Emitió mientras veía a todas partes.
— ¿Donde está quien? — Preguntó Elisabeth.
— nadie, no sé por qué dije eso. — emitió rápidamente Kala.
— No será que buscas a ese tal Patrick. — Emitió astutamente Elisabeth.
— ¡Pero que dices, nada que ver! — Atajo nerviosa. — Pero dime qué haces aquí. — Agrego para cambiar la conversación.
— En realidad, me alarme un poco ya que el despertador no dejaba de sonar, te llame varias veces pero no despertabas ¿Te encuentras bien? — Expreso Elisabeth.
— Si estoy bien. — Respondió Kala.
— ¡No tienes buena cara! ¿Estás enferma? — Agrego Elisabeth.
— ¡Claro que no! sólo estoy cansada, eso es todo. — Expreso Kala sin darle importancia.
— ¿Quieres quedarte y descansar? — Le ofreció Elisabeth.
— ¡Por supuesto que no! hoy es sábado. — Emitió Kala al instante ya que los fines de semana eran los días que el restorán estaba más concurrido.
— No te preocupes por eso, puedo pedirle a Benjamín que te remplace. — Insistió Elisabeth.
— En verdad no es necesario, estoy muy bien. — Atajo Kala levantándose de la cama.
— ¿Segura? — Agregó Elisabeth.
— Completamente. — Confirmó Kala con una sonrisa.
— Esta bien, iré a preparar el desayuno cámbiate ok. — Emitió también sonriente Elisabeth.
— Ok. Respondió Kala. Que se fijo en la hora y se dio cuenta que ya era tarde. Su turno ahora era en la mañana. Se fue directo al baño para ducharse, el agua estaba helada y no tenía tiempo para esperar a que se calentara, por lo que respiro hondo y se metió rápidamente. Al salir todavía temblaba. Se vistió lo más rápido que pudo, se cepillo el cabello aún mojado. Tomó la toalla para secarlo y mientras lo hacia una serie de números le llenó la cabeza. — ¡Eso es! — Emitió Kala sonoramente.
Dejo caer la toalla y salió del cuarto rápidamente.
— ¿Me podrías prestar tu teléfono? — Le pregunto inmediatamente a Elisabeth.
— Porsupuesto. — Respondió Elisabeth algo sorprendida, por la repentina llegada de Zuria.
Kala corrió hasta la sala y tomó el teléfono, marcó la serie de números y al escuchar que daba línea se alegró más.
— ¿Aló?
— ¡¿Cloé eres tú?! — Preguntó Kala dudosa.
— Claro que soy yo quien más va a... ¡¿Kala?! — Emitió Cloé.
— Si, soy yo. — Respondió Kala animada.
— ¡Si que eres una desconsiderada! ¡¿Cómo se te ocurre llamar hasta ahora?! ¡Han pasado tres semanas Kala! ¡Tres! ¿Sabes lo preocupada que he estado? — Expreso Cloé enérgicamente.
— Lo siento, pero se me olvidó tu número y han pasado muchas cosas. — Emite Kala.
— ¡¿Se te olvido?! Y ¿tu celular? ¿De dónde me estas llamando? — Preguntó abruptamente Cloé.
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La Hija del Jeque©
רומנטיקהKala Aisha, es la hija menor del Jeque de Qatar. Todo en su vida es una rutina, por lo cual ella no esta muy conforme, pero en fin resignada. Todo esto cambia cuando su madre, le informa que su padre el Jeque, a concertado ya su matrimonio. Por lo c...