Sospechas

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Solo pasan unos segundos de suspenso, nadie ha dicho una sola palabra, todos están obligados a permanecer en silencio. Esta mujer no era de las que espera, de aquellas dispuestas a llegar a un acuerdo, era decidida, llena de experiencias.

No ha dudado ni fallado al momento en que dispara a la pierna de Thomas, este se queja y suelta a Daniel, quien de inmediato llega a mi brazos. Zack se posiciona frente a los dos en modo de protección.

Creo que ahora te toca a ti—apunta a Gaul, justo en la frente.

Esta muerta de miedo, tiembla y no llega a formar oraciones precisas.

—No me mates—susurra y apenas se puede escuchar.

La versión de Gaul asustada daba verguenza. La señora le ha quitado la pistola de la frente, observa a Nathaniel y sonríe.

—Llevatela de aquí, hijastro—Ha dicho esa palabra, con sarcasmo, logrando que mi piel se congele.

Nathaniel toma a Gaul del brazo, no la lastima, espera que esté dispuesta a cooperar  y esta comienza a caminar sola, pronto se han ido.

Esta señora es su madrastra, su verdadera madre era Genevie.

—¿Van a pasar o tengo que obligarlos?—Alza la voz y salgo de mi trance.

Zack la mira con desprecio, parece conocerla muy bien.

Estamos sentados los tres en el mueble de la sala, la señora camina de esquina a esquina, juega con la pistola y parece estar pensando.

~

Ha envejecido mucho. Recordé cuando veía sus travesuras con el padre de Nathaniel, esta mujer era su amante en secreto. Nunca conversé con Nathaniel de su familia, aún así, sabía quiénes eran sus padres. Asistían a las reuniones de los Jones.

No se a que juega, su bando es desconocido, por ahora, aún así, si es capaz de amenazar a Gaul, no forma parte de ese bando, por otra parte solo podría ser un plan y debía estar actuando.

Thomas, seguramente ha buscando la forma de irse sin ser visto, lo menos que quiere es formar un escándalo en su hotel.

—Debes tomar esa llave—Al fin habla, Mónica.

Annie está alerta y cruza las piernas, debe estar nerviosa. Solo pedía que no dijese donde estaba dicha llave, quería asegurarme que no fuese una trampa.

—Ve al sotano de tu casa, esa llave te guiará a lo que debes encontrar, estaré cuidándote la espalda—Le pica un ojo y se va. Annie está impresionada, sus ojos están muy abiertos y parece entrar en trance.

De pronto, se levanta y me mira. Daniel sigue temblando, ahora me he percatado de la situación ¿Qué debería hacer?

Annie Jones.Where stories live. Discover now