Ice

Capítulo 8

Ela:

Mi cabeza estaba recargada sobre su pecho, sus brazos me envolvían contra él, las lágrimas habían cesado ya. El calor de su pecho y el latido de su corazón hacían que el frío que sentía se fuera, siendo reemplazado por una calidez inmensa.

Sus manos subieron a cada lado de mi cabeza y la sostuvieron, mis ojos pasaron por cada una de sus facciones, deteniéndome en sus ojos...

La ventana se abrió de golpe, tal y como en aquella noche, en la que después de un lindo sueño sus brazos fueron a mi encuentro. Mi cuerpo se pegó más al suyo por un salto al sentir en mi espalda toda aquella brisa.

Las cartas de mi padre en el suelo de la habitación comenzaron a volar por los aires, al tiempo en el que una tercera y tal vez una cuarta persona entraban a mi dominio furiosos.

El cuerpo de mi hermanastro menor me cubrió por completo al tiempo que me colocaba detrás de él.

— ¿Qué haces aquí? —la voz de Christian sonó, fuerte, demandante.

Seth no le respondió, solo se les quedó viendo. Su mandíbula tensa al igual que la de los otros dos chicos que nos miraban con esos ojos oscuros. Si hubiera sido por ellos se hubieran quedado así toda la tarde, pero mi cuerpo y mente reaccionaron justo a tiempo y salí de detrás de Seth—ignorando que sus ojos me suplicaron seguir allí atrás—.

—Por enésima vez —... Dije harta de que esos dos entraran sin permiso a mi habitación —. ¡Lárguense de mi cuarto!

La mirada de ambos hermanos se clavó en mí. Toda yo se desplazaba hasta un rincón que parecía ser seguro —: ¿No entendieron? No los quiero aquí, fuera.

Me acorralaron pronto en ese rincón y luego Christian usó su brazo para rodear mi cintura —: Si eso fuera cierto, hermanita... Si eso fuera cierto...

Seth no dejó que se acerca más y con una fuerza que no había visto en él lo empujó y lo apartó de mí. Logan ocultó su sorpresa tras una sonrisa de lado y luego una mueca de enojo.

— ¿Qué te pasa, enano? —los puños de Seth a cada lado y sus nudillos blancos fueron la señal que tuve para tomar cartas en el asunto.

— ¡Fuera de mi cuarto y de mi vida, los tres! —había tomado el primer objeto que encontré y se los apunté como si fuera a lanzarlo.

Una risa burlona junto a una carcajada de Christian me hicieron volver a verlo —: Valiente, pero ya veremos, hermanita. Papá quiere hablar contigo, enano y sabes que no le gusta esperar.

Los ojos de Seth fueron a los míos y tal y como había pasado el primer día en que entró a mi habitación bajó la mirada y se fue con sus dos hermanos imbéciles siguiéndole el rastro. Antes de que mi puerta se cerrara, Logan lanzó un beso en mi dirección.

Tan solo me quedé sola mi pecho se aceleró, solté lo que tenía en la mano y me llevé la mano al corazón. Latía un poco acelerado por lo que ya sabía que debía de hacer. Giré a mi armario y me cambié la ropa lo más rápido que pude. Con música comencé a recoger cada carta de mi papá y las metí en mi bolso junto a la nota, tenía que llevársela al agente Keller, pero la presión que había en mi pecho por todo era la prioridad.