Prólogo

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—Ya regreso.

Avisó alzando un poco la voz, saliendo finalmente de la vivienda. De fondo, antes de cerrar la puerta, oyó a su madre que le hacía saber que ya estaba informada.

Y salió. Tenía un buen trayecto hasta poder llegar a su destino, más si iba caminando tranquilamente.

Era un día que parecía que no sería la gran cosa. Y nada le quitaba esas pintas, hasta había perdido la esperanza de hallar el lugar adecuado para reparar su patineta.

Reacomodó su mochila sobre sus hombros, sintiendo como parte de la tabla se clavaba en su espalda, molestándola bastante.

¿Cuánto tardaría en ser arreglada? Rogaba que no fuera tanto, porque deseaba volver a salir a dar una vuelta en ella lo más pronto posible. Y lo peor, es que recién ese día se dirigía al lugar en donde escuchó que las reparaban supuestamente.

Una semana llevaba más o menos en esa situación. Y finalmente se había decidido en hacer algo al respecto. A su parecer, demasiado tiempo.

Tras varios minutos de caminata, llegó a Dope Sketch. Miró su interior en donde había un hombre sentado detrás del mostrador, sin mucho que hacer.

—Hola, disculpe...— llamó su atención, asomándose apenas por la puerta de entrada.

—¡Bienvenida! ¿En qué necesitas mi ayuda?— ofreció amablemente.

—A parte de vender patinetas, también reparan, ¿cierto?— preguntó no muy segura, pasando finalmente.

—Por supuesto, jovencita.

Esbozó una sonrisa para acercarse al mostrador. Pasó su mochila al frente de su cuerpo, abriendo el cierre más grande y sacando de allí la tabla que le pertenecía. Estaba, literalmente, destruida y con varios años encima.

—Vaya... Sería mucho mejor comprar una nueva, porque repararla no la dejará tal cual como estaba— dijo el hombre al ver las ruedas gastadas al igual que la lija, los ejes viejos, la tabla astillada y algo rota.

—¿Pero se puede arreglar?— preocupada, sostenía aún las tiras.

—¡Por supuesto!

A esa exclamación, la muchacha volteó a su espalda, encontrándose con un chico que le resultaba familiar. Si no mal fallaba, se llamaba Reki Kyan, un compañero de clases.

Luego de tres meses de haber comenzado con esta historia en borrador, ha llegado su tiempo

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Luego de tres meses de haber comenzado con esta historia en borrador, ha llegado su tiempo... Ahre

Holisss, ¿cómo están? ¿Todo bien? ¿Todo correcto? Y yo que me-... Raioz, ese saludo es de alguien más. Bueno, holisss jjaj.

¿Qué les pareció este comienzo? ¿De su agrado?

Si es así, me alegraría saber que esperarán a las próximas actualizaciones, que serán los días martes.

Sin más que decir, que tengan un buen día 😁

Besos ♥

INCREÍBLE SENSACIÓN |Reki Kyan y tú|Where stories live. Discover now