Naruto Namikaze Y La Princesa Del Fuego

Se Avecina La Tormenta

** Villa Kurogane **

En esta tormentosa noche, en la residencia Kurogane se observaba un guardián en entrenamiento escoltando al máximo líder de estos hacía la oficina de su jefe, un Guardián Defensor que se dice es más fuerte que los propios guardianes maestro, Ouma Kurogane.

Ouma no había estado teniendo su mejor día, había fallado en sigue aumentando su velocidad, estaba frustrado pues sentía que llegaba a su límite de cuanto podía crecer mientras su rival, Naruto Namikaze no dejaba de hacerse cada vez más y más fuerte, Ouma sentía que la brecha entre ambos no hacía más que crecer por más que lo intentaba a diario.

Ahora también estaba terminando las rutinas de entrenamiento para sus aprendices, era una semana entera que planificar, no era fácil, ni rápido, ya era muy tarde y Ouma no se sentía bien, sentía que algo estaba mal, casi como un mal presagio, sin embargo no sabía el que.

Varios minutos después uno de sus aprendices, al que le había tocado el hacer la guardia nocturna, todos odiaban eso, había perdido en un mítico piedra, papel o tijeras, luego de 35 rondas, fue declarado perdedor.

-"Pase" Dijo Ouma a su aprendiz, Ouma de preguntaba, ¿Que necesitaba su aprendiz a estas horas de la noche?, Ouma tenía varias hipótesis pero al final antes de que el Kurogane pudiera seguir especulando, dos personas entraron por la puerta, una de estas su aprendiz, sin embargo la segundo figura era alguien conocido para Ouma, y para cualquier persona que trabajara para el palacio.

-"Buenas noches Guardian Ouma" Dijo Shinji.

-"Shinji-sama, que lo trae por aquí a estas horas, ¿pasó algo?" Preguntó el líder de los Kurogane, era extraño recibir una visita a estas horas, algo estaba pasando, "algo malo" era lo que pasaba por la cabeza de Ouma, su mal presentimiento estaba en lo cierto.

-"Pues, surgió una pequeña situación, podría pedirle a su aprendiz que salga?, es importante" Dijo el líder de los guardianes del palacio del país del fuego.

Ouma se quedó observando por unos segundos, el Kurogane no entienda muy bien que estaba pasando, sin embargo sus instintos le decían que tuvieran cuidado.

-"Esta bien Kei, puedes salir" le dijo Ouma a su aprendiz para que saliera, no le gustaba la idea, pero ni había mucho más que pudiera hacer.

Varios minutos después de que el aprendiz de Ouma saliera tanto como el Kurogane como Shinji habían estado hablando de cosas sin importancia, más bien Shinji las decía y Ouma sólo respondía, esto era muy sospechoso, ¿era alguna muy mala noticia y estaba evitando decirla?.

-"En fin Ouma-kun, verás, hay un pequeño problema, es relacionado a los guardianes desaparecidos" Dijo Shinji con un risa en el rostro.

Ouma sintió escalofríos por todo su cuerpo a causa de esa sonrisa, sus instintos le decía, el estaba en peligro, casi involuntariamen sujeto la katana que tenía a un lado del escritorio y se preparó para desenvainarla.

-"Tranquilo, no tardará mucho" Dijo Shinji para inmediatamente después lanzar un poderoso ataque a Ouma con su katana que para sorpresa del líder de los guardianes, el Kurogane detuvo exitosamente.

-"Parece que te has vuelto fuerte, una pena que hasta aquí llegue tu legado" Mencionó Shinji, Ouma no entendía nada de lo que estaba pasando, solo tenía claro una cosa, debía dar el 200% si quiera cuando menos sobrevivir.