1.

33 5 0
                                    

Se dice que los angeles y el diablo, nunca se tienen que cruzar, jamás, pero un día eso cambió. Gracias a una persona, bueno no tanto como una persona, no es más bien un Dios.

❤️

Un pequeño ángel de 20 años recién llegado con unos hermosos ojos azules, cabello castaño, baja estatura, un aro de oro volando sobre su cabeza, y unas alas blancas tan hermosas, con espirales y pequeños destellos azules y verdes, caminaba y cargaba dos maletas una grande y otra un poco más pequeña por las calles de un lugar que no se miraba para nada a lo que se había imaginado donde sería su nuevo hogar.

Según le habían dicho, que solamente tenía que seguir su instinto, que este le diría a donde dirigirse, para encontrar donde viviría el resto de su vida, bueno tanto como vida ya no pero se entiende.

El cielo era un poco rojo, mezclado con azul y nubes blancas, suponía que el azul era que significaba que era de día pero no tenía muy en claro el porqué del rojo.

Las casas y todo alrededor de el se veía como el mundo humano. No se diferenciaba mucho de él.

Llegó a la casa más grande que haya visto, parecía una mansión, tal vez lo era, pero ¿porque su instinto lo llevaría a una casa tan grande? Probablemente porque el siempre quiso tener unos pequeños angelitos, su pancita creciendo mientras llevaba ahí a un bebé, o dos, ¡o tres!.

Sonrió ante el pensamiento, esperaba poder enamorarse de alguien y tener demasiados angelitos corriendo y volando por la casa.

Caminó por la gran entrada hasta llegar a la puerta principal, le habían dado una llave que al llegar a su hogar está de transformaría rápidamente para poder abrir la cerradura de esta.

La sacó de su bolsillo, la llave era un poco más grande que su mano, era de oro, normal en sí, solo que al final de la llave comenzaron a aparecer unos pequeños cuernos y un aro como el suyo, que se sostenía de los cuernos, frunció las cejas y se encogió de hombros con un pequeño mohín en sus labios, no le tomó mucha importancia y entró.

Caminó por toda la casa viendo la sala, el comedor la cocina, todo moderno, y aburrido, pensó el ángel.

Todo era demasiado grande, en el segundo piso había tres habitaciones con baño cada una, y la habitación principal tenía un gran balcón, dejó sus maletas en la habitación y siguió viendo la casa.

Salió al patio de atrás y había una piscina, una sala de exteriores, unos camastros, y una pequeña cocina, para hacer comidas al exterior.

Regresó a la cocina, viendo las alacenas y el refrigerador todo estaba lleno de comida sana, no había galletas de chocolate, frituras, ni... oh no.

¡No había helado de fresa!

¿Como iba a sobrevivir sin helado?

Se escuchó como abrían la puerta principal y caminó fuera de la cocina con el ceño fruncido y una espátula para defenderse de lo que sea que tuviera una llave de su casa.

Salió y entonces lo vio.

Un chico que no parecía más de veinticinco años ahí de pie colgando una chaqueta negra en el perchero de la entrada, tenía rizos color chocolate, que de estos entre este salían unos cuernos que comenzaban desde la base un color rojo yendo a negro hasta la punta, unas alas de un rojo muy oscuro, una cola roja también de bajo de las alas, justo donde se comenzaba a formar su trasero.

El chico volteó y era demasiado guapo a decir verdad.

El chico lo miró y abrió los ojos en demasía al ver al ángel ahí de pie frente a él, era hermoso, simplemente perfe... espera ¿que hacía un ángel en su casa?

—¿Hola? —habló el Ángel con la voz más suave y un poco aguda, el ceño un poco fruncido y la cabeza ligeramente ladeada.

—Hola. —contestó el chico con voz grave y lenta. —¿Quien eres y qué haces en mi casa? —preguntó de forma neutra no expondría sus sentimientos que no sabía que tenía a ese ángel, nunca admitiría que tenía la necesidad de besarlo, mimarlo, protegerlo de todo porque estaba pequeño, literal el ángel parecía llegarle al pecho y un poco más abajo.

—Um... soy Louis, y esta es mi casa, ¿Y tu?— un poco nervioso porque el chico guapo le esté hablando.

—¿Como que tu casa?

—Oye es de mala educación responder una pregunta con otra, ¿sabias?— hizo un puchero y se cruzó de brazos. Adorable, pensó el rizado.

—Bien— dijo rodando los ojos— Soy Harry, ahora dime ¿como que está es tú casa?

—Pues si lo es mira la llave. —sacó la llave de su bolsillo, el diablo miró el diseño de esta, y bufó burlón.

—Está no puede ser tú casa— dijo con una pequeña sonrisa burlona sacando su propia llave— las llaves no son igua...les.— su llave que siempre había tenido solamente dos cuernos durante toda su existencia ahora tenía un arito sosteniéndose de los cuernos.

—¿Decías?— respondió burlón el Ángel que ahora sabía se llamaba Louis.

—Bien supongo que te puedes quedar.

—No, me voy a quedar esta es mi casa.— Louis podría ser todo lo adorable del mundo, pero tenía sus actitudes.

—De acuerdo.— dijo Harry resignado a que el ángel se iba a quedar en su casa.

—Bien. Me voy a descansar, tuve que caminar demasiado para llegar hasta aquí— se acercó al demonio voló un poco hacia arriba, y se sostuvo de los hombros de Harry, rodeando sus piernas en el torso de este, y le dió un pequeño beso en la mejilla—adiós Harry. —dijo bajándose del demonio y llendose a descansar, como si ellos no acabasen de conocerse.

Harry que desde que vió al ángel acercarse a él se mantuvo quieto. Y por alguna razón, sintió su corazón latir por primera vez.

Ni siquiera sabía que tenía uno.

❤️

HOLA

AAAAAAAAAAAAAAA ESTABA DANDO POR HECHO DE QUE HOY ERA JUEVES Y POR POCO NO SUBO EL PRIMER CAPÍTULO.

Perdón pero es verdad pero bueno.

Espero que les haya gustado el primer capítulo de esta historia que la disfruten.

Lxs amoooooooo byeeee

Devil Love |Larry Stylinson| PausadaWhere stories live. Discover now