Devil Love |Larry Stylinson| Pausada

9.

Unos días después habían pasado, ahora el ángel y el diablo estaban en la sala mirando alguna película sobre un chico rizado que se enamora de otro chico que trabaja en una tienda de CD's.

Ambos estaban acurrucados con Harry recostado en el sillón con sus piernas arriba de este y su espalda pegada al reposa brazos, con solo sus cuernos mostrándose y sus alas y cola guardadas.

Y Louis estaba recostado entre las piernas de Harry, con su espalda pegada al pecho de este. No tenía ni sus alas ni su aro, ya que no quería pegarle por accidente a Harry con su aro si llegaba a moverse.

Ambos estaban tapados con una manta, comiendo palomitas que estaban en el regazo de Louis, Harry acariciaba el cabello de Louis con su nariz, olfateando su aroma, y tomaba unas de vez en cuando algunas palomitas.

Harry poco a poco se ha estado desenvolviendo, solo con Louis claro. En el trabajo actuaba como siempre lo hacía, pero al llegar a casa, dejaba ver otra versión de el, y que nadie excepto Louis conocía.

Harry una de las noches en las que Louis se colaba a su cuarto a dormir con el, el ángel le había preguntado porque actuaba, un poco indiferente cuando salían.

Louis había entrado a la habitación de Harry, y ahora ambos estaban acostados, viéndose frente a frente, en silencio, pero no era incómodo.

—Hazza.

—Hm?

—¿Porque actúas diferente cuando salimos?

—¿A que te refieres?— preguntó Harry con el ceño fruncido en señal de confusión. Louis se recargó en un codo y Harry hizo lo mismo.

—A que, cuando salimos, te comportas un poco frío conmigo, no eres tan cariñoso como cuando estamos aquí, me sonríes, me besas y me tomas la mano, me gusta pero, ¿porque no te comportas igual que aquí?

Harry suspiró, bajando su mirada, tomó la mano de Louis y comenzó a decir mirándolo a los ojos.

—Antes de mi ha habido otros diablos.

—¿Más?— Harry asintió.

—Cada mil años hay un nuevo diablo, se supone que cada diablo tiene que tener un heredero, con un demonio capaz de procrearlos. —Louis asintió un poco confundido, era un poco rara la historia pero se entendía— Yo pude convivir con mi padre hasta que estuve lo suficientemente preparado para gobernar aquí, mi padre me enseñó cómo actuar, a como ser el diablo, con el tiempo me di cuenta de que los demonios y la muerte solo seguían al diablo que actuaba como lo que debe ser. Por eso soy así cuando salíamos. Nadie sabe como soy en realidad, solo tú mi ángel.— terminó de contar el diablo.

—Pero, ¿no se supone que te tiene que seguir sin importar que?

—No todos lo hacen mi ángel, muchos se revelan, muchos son poderosos, y se alejan, los puedo obligar o hacerlos desaparecer, si, pero nunca me ha gustado eso, además podrían ser muchos los que se revelen, soy poderoso, pero no puedo enfrentarlos todos yo solo.

—Entiendo. Entonces...— se mordió el labio nervioso— ¿no podremos salir más? ¿Me esconderás?

—Por supuesto que no ángel, tú no eres para estar escondido, no me importa que piensen de mi por salir contigo de esta manera, eh escuchado rumores de que te tengo aquí obligado.

—Entonces dejemos que sigan pensando eso, —Harry frunció el ceño— no quiero que se revelen contra ti y te hagan daño.— se acomodó a horcadas en el regazo de Harry este se sentó de inmediato y puso sus manos ligeramente en la cintura de su ángel, mientras que este tomaba con ambas manos la cara del diablo.— si quieres yo también puedo cambiar de actitud cuando salgamos, no me perdonaría si te pasara algo, por actuar así en las calles.