Capítulo Cuarenta y cuatro.

297 6 0
                                    

Terminé de preparar mi sándwich y caminé para salir de la enorme cocina. Pero iba tan distraída y metida en mis pensamientos que choqué con alguien que me sobre saltó.

- Oh perdón, lo siento mucho. - Dijo una Sra de unos.. Hmm... 56 años. 
- N..no se preocupe - Traté de sonreír pero me salió la sonrisa más falsa que el trasero de Kim Kardashian. Mierda. - ¿Quién es usted? ¿Cómo entró? 
- Soy la Sra Jiménez, ama de llaves y cocinera, a tus ordenes ____. -Dios santo de mí desordenada vida. Mis mejillas están del color rojo al igual que el labial de una ramera en una esquina. Qué pena. Vio mi sándwich y luego a mí. - Me hubieras llamado y te preparaba algo delicioso. -sonrió maternalmente. Yo sonreí con ella. No me lo perdono yo misma, casi un mes viviendo en este lugar con el Mr Imposible y no había notado a esta señora tan agradable. 
- Muchas gracias Sra Jiménez. Pero ya me he preparado un sándwich. -sonreí.
- Eso veo srita. -sonrió. - Que tenga una buena tarde. -dicho esto, siguió su camino a la cocina.
Salí corriendo a las escaleras, entré a la habitación y miré el reloj que estaba en la pared. 4:38 marcaba el enorme reloj. Saqué planes para mí misma, me organicé y me adentré a la ducha.

Salí y me vestí rápidamente. Me puse unos jeans apretados y una blusa corta y algo transparente que daba para la imaginación. Agarré mi bolso, las llaves del mini cooper y me dirigí hasta el centro comercial. Cuando iba manejando mi Iphone sonó

- ¿Si? 
- ____
- ¿Que pasa biebs? - sonreí mientras seguía manejando.
- Quizás me demore un poco más de lo esperado - notaba su voz furiosa a través del teléfono.
- No te preocupes. Ya tengo algo que hacer. 
- ¿A si?
- uhm - asentí como si me estuviera mirando.
- ¿Donde estarás?
- En el centro comercial.
- Te pasaré a recoger ahí ¿Está bien?
- Claro!
- Cuídate nena, nos vemos en un rato.
- Cuídate igual - suspiré - Biebs - Dije antes de que cortara la llamada. 
- ¿Si?
- Que lo que hagas no te afecte. Te quiero sonriente cuando llegues.
- Es difícil.
- Pero no imposible.
- Me tengo que ir - gruño cuando escuché que alguien hablaba por detrás.
- Bye!
Colgó y volví a poner toda mi atención en la carretera. En minutos ya estaba entrando al paraíso. ¿A qué mujer no le gusta mirar ropa e ir de compras?
Luego de pasearme por varias tiendas, decidí ir por algo de comer. Estaba saboreando el mejor Profiterol de mi vida y escucho una voz tan chillona que sentí ganas de vomitar.

- Vaya, mira quien está aquí. - Me gire y la vi. Era Lucia.
- ¿Se te ofrece algo?
- Justin la verdad es que jamás cambia las técnicas ya te hace sentir como reina dándote dinero para comprar cosas.
- Mira lo que Justin haga conmigo o no a ti no te importa ¿O sí?..

La sigo con la mirada cuando se sienta en la silla disponible frente a mí.
- Mira... Niñita, no eres más que una en su lista! Cuando se aburra de follarte vendrá de nuevo a buscarme.
- Vale zorra, y tu siempre te abres de piernas cuando él te ordena. -Digo sintiendo como la sangre me hierve.
- Pues digamos que soy de la que nunca se cansa. -Dice orgullosa.
- No. Se aburre de ti busca otra y te utiliza mientras tanto nena, no te creas tan especial. -Dije siseando en modo de amenaza. 

Lucia se tenso me miro con cara de odio y yo casi la asesino con la mirada.

- Solo eres una zorra más. - Dije mientras le daba una mordida a mi sándwich.
- Igual que tu.
- Si, como digas.
- ¿No te importa?
- ¿Debería importarme? Yo no me hago ilusiones Lucia. No soy como tú. –gruñí.
- Yo no me ilusioné pequeña zorra. 
- Si no lo hiciste, entonces ¿Porque me odias tanto? ¿Porque te molesta que yo esté con Justin y tu no?

Fearless (dangerous Temptation) Justin Bieber 	Onde as histórias ganham vida. Descobre agora