Al percatarse del hombre con quién chocó, su cara ardió y su corazón latió con bríos; era aquél atractivo hombre que observó en las canchas, del que John le advirtió. Zayn...

−Lo siento – Balbuceó mirando hacia el suelo y sin saber muy bien qué hacer, Louis se dispuso a marcharse, pero Zayn le sujetó el brazo, frustrándole la intención.

−Es muy peligroso andar solo por aquí, más aún si se trata de ti – Louis ni siquiera le prestó atención a sus palabras, se perdió en la boca del moreno, de donde emergía la voz grave y deliciosamente enloquecedora.

−Debo irme...− Insistió nervioso. El de ojos cafes  sonrió a medias.  

−¿Es mi imaginación, o estás evitándome? ¿Alguna mierda te dijo el viejo? – Louis frunció el ceño molesto, gesto que le pareció gracioso e interesante al mayor.

−Su nombre es John, no viejo – Contestó a la defensiva, Zayn entrecerró los ojos.

−Así que eres más que una cara bonita − Señaló arrinconándole entre la pared y su cuerpo, el corazón del castaño dio un tremendo vuelco – Dime tú nombre, y por esta vez, te dejaré ir  – Demandó sensualmente, tanto que sus solas palabras hicieron estremecer por completo al castaño.

−Louis... mi nombre es Louis – Susurró, pues tenía el rostro de Zayn a un palmo de distancia, que lejos de atemorizarle, realmente le agradaba. Zayn observó las joyas preciosas que Louis tenía por ojos con admiración, e intercaló la bella visión por los apetitosos labios.

−Eres mío, Louis – Y sin poder resistirse más, se decidió por los carmesí labios del pequeño, tomó entre su boca el labio inferior y le lamió con lentitud, saboreándolo. Louis se sintió en una espumosa nube y respondió tímidamente al beso, que ha mandato de Zayn se tornó en uno exigente. Rodeó con sus fuertes brazos la estrecha cintura y se apretó contra él, haciéndole sentir su fortaleza; le obligó a abrir su tierna cavidad para adentrar su lengua lo más profundo posible, sorprendiendo a Louis; era su primer beso así de apasionado, y aunque trató de responder de igual forma, el castaño se sintió torpe y lento. Zayn terminó por morderle ligeramente el labio inferior, logrando sacarle un pequeño gemidito qué conjuntado con el beso le había provocado una evidente erección; se separó lentamente, antes de arruinar el placentero juego y con una intensa mirada se despidió.

−Hasta luego, Louis – Éste, lejos de la cordura sólo atinó a sonreír con los ojos cerrados, y es que, el escuchar su nombre de la boca de otra persona nunca le había satisfecho tanto.

Y Zayn Malik, o el cabrón hijo de puta como era llamado lejos de sus oídos, había logrado sacarle una sincera y feliz sonrisa a Louis, que empezaba a olvidar cómo hacerlo, Malik no se enteró, pero daba lo mismo, pues lo que él buscaba no eran precisamente dulces sonrisas. Sin embargo lo que él ignoraba es que Louis era como una buena dosis de heroína endovenosa, y una vez que lo probabas, siempre terminabas buscando por más.

(...)

No supo ni cómo llegó a su celda, había estado absorto en sus pensamientos o para ser más precisos, en el beso que compartió con el hombre...

Entonces, un destello de lucidez surcó en su mente, seguido de la completa cordura: ¡Se besó con un hombre sin siquiera conocerlo, sólo lo había visto en un par de ocasiones! ¡Además, según John era el hombre más peligroso de toda la prisión! Debía sentir miedo, y no esa extraña sensación de hormigueo en todo su cuerpo, seguramente Zayn; aquél fuerte y misterioso hombre, debía pensar que era un... pues... un cualquiera. Se entristeció, ¿pero cómo decirle que era la primera vez que hacía algo como eso, cómo explicarle lo que él mismo no entendía? Se recostó sobre su cama, pensativo. Sin embargo, John prorrumpió en la celda con visible preocupación, interrumpiendo sus ensimismamientos. Le observó y suspiró aliviado.

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