Capítulo 21

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El timbre sonó repetidas veces, interrumpiendo totalmente la conversación de Namjoon con el director.

- Lo siento, alguien está tocando timbre... -explicó sintiéndose salvado por la campana, y a su vez extrañado por tanta insistencia.

- Puedo escucharlo, no se preocupe, llámeme luego. -respondió el director comprensivo.

Cortó el teléfono y enseguida abrió la puerta para encontrarse con la psicóloga.

Seokjin apareció en la sala con Seokjung en brazos, para ver quién llamaba a la puerta con tanta insistencia.

- Dra. Choi, -saludó Namjoon extrañado- ¿Vino por Seokjin?

- Algo así, -explicó y el omega tembló- pero antes, hablemos.

Los tres se sentaron en el sofá de la sala, Namjoon continuaba confundido y Seokjin aferrado a él, y entonces la psicóloga comenzó.

- Expliqué mi diagnóstico al director y tanto él como yo llegamos a la misma conclusión, -la pareja la observaba espectante- Seokjin ha progresado demasiado estos últimos meses, incluso después de tener a su cachorro, la recuperación ha sido inmediata. Todo marcha demasiado bien pero...

El omega creyó que su mundo se vendría abajo, y solo un "pero" había bastado para que se cuestionara ¿Qué había salido mal? ¿La beta le habrá contado al director sobre su relación?

No quería separarse de su alfa, no debía hacerlo. Sin embargo en ese momento, pensó que aceptaría irse con gusto con tal de que la situacion no empeorara.

El alfa, sintió el miedo de su pareja mezclarse con el suyo ante el suspenso que le estaba dando la psicóloga, y notó que también se encontraban tensos.

- ¿Pero qué? -la instó a continuar.

- Concluimos que no sería bueno transladarlo a un nuevo lugar cuando ya encontró la comodidad que necesitaba aquí con usted.

Los dos sintieron un alivio tan grande que le llegó al cachorro y comenzó a mover sus bracitos, soltando pequeñas carcajadas.

La beta no pasó aquello por alto y se fijó en el omega. Lo había notado más sensible desde que llegó, pero lo había atribuido a la supuesta partida que ahora se había cancelado.

Sin embargo, cuando el pelinegro se dispuso a limpiar la saliva de su cachorro, el buzo que traía puesto se movió y la beta fue capaz de observar la marca.

Una sonrisa pícara se plantó en sus labios y la disimuló un una tos, llamando la atención de la pareja.

- Bien, debo irme, tengo pacientes que atender. -dijo poniéndose de pié.

- ¿Debería agradecerle? -cuestionó Namjoon, recibiendo una mirada curiosa por parte de la mujer- Quiero decir, sé que usted sabe de lo nuestro y, quizá puso de su parte para ayudar, ¿Es así?

El omega se sorprendió al escuchar sus dudas salir de la boca de su pareja, y es que como aún no se acostumbraba al lazo, al parecer le había transmitido aquello tras pensar en preguntárselo más tarde.

La beta les sonrió a ambos y afirmó.

- Creo que ustedes se complementan, y se hacen tan bien el uno al otro que su lazo podría incluso ser más fuerte que el de los predestinados.

- Vaya, debemos hablar más de esto, ¿Usted cree que somos definitivos?

- Y lo afirmo. -les sonrió.

- ¿Le... -habló tímido Seokjin, quien estaba sonrojado por las palabras de la beta- ¿Le gustaría venir a cenar?

- ¿De verdad? -cuestionó y miró al alfa.

Mi caso especial [NJ] (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora