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Si nunca te vuelvo a ver siempre te llevaré conmigo; adentro, afuera, en mis dedos y en los bordes del cerebro y en centros de centros de lo que soy y lo que queda.
Charles Bukowski

N

ada de momentos épicos ni de palabras bonitas. A duras penas recuerdo como llegamos. Entramos en un cuarto repleto de muñecas. Habían miles de muñecas, y entre todas ellas, descansaba una chica.

- ¡ Sentaos ! - ordenó - ¿ Quiénes sois ?

- Me llamo Jacob y procedo de un pueblo en Florida.

- ¡ Me aburro ! - gritó y luego señaló a Emma - ¡ Tú !

- Me llamo Emma Bloom. Nací en Cornwall y me crié en un bucle de Gales.

- ¡ Que aburrido ! - vociferó la chica antes de señalar a Enoch.

- Soy Enoch O'Connor - dijo - y tenemos algo en común .

La chica pareció interesada y se encaminó hacia él. Quise gritarle que no se atreviera a tocarlo, pero no podía ni siquiera moverme.

- Presto vida a los seres inanimados usando el corazón de los vivos - continuó Enoch.

- Eres guapo - dijo ella mientras le acariciaba la mandíbula con un dedo - Ya seguiremos luego.

La rabia me consumía , pero no podía hacer nada. Era como estar atrapada en mi mente .

- ¡ Caca ! - gritó la chica.

Un hombre corrió hacia la habitación.

- ¿ Si ?

- No quiero más muñecos como estos. Son muy aburridos. Bueno, este me gusta - señaló a Enoch - Pero los demás no.

- Cuanto lo lamento, Frankie.

- ¿ Qué hacemos con ellos, Caca ?

- Los podríamos vender.

- ¿ Venderlos ? ¿ A cuál ?

- A quién - la corrigió el hombre.

- No me corrijas - gritó la chica muy enojada .

- Sí, señora - le tembló la voz - Mater semper certa est.

La madre siempre tiene razón, traduje internamente mientras la chica hacía que el hombre se arrodillara.

- Como eres tan obediente, Caca, - dijo Frankie - solamente les dejaré que te muerdan una pierna.

Una pequeña fila de muñecas comenzó a marchar hacia el hombre por la habitación. Las muñecas lo rodearon , alargando los brazos y haciendo chasquear sus dientes de porcelana. Cuando el hombre parecía a punto de desmayarse , la chica dio un aplauso, y al sonido de su palmada , las muñecas se detuvieron.

- Podrías vendérselos a los Intocables - continuó diciendo Caca - Son los que mejor pagan.

- Siempre y cuando no pongan un pie aquí .

- Los llamaré y prepararé una reunión de ventas .

- Pero a él no lo voy a vender - señaló a Enoch.

Tras un largo rato, desperté atada a una silla . Nos habían colocado en fila a todos , todos excepto Enoch. Lo busqué con la mirada, pero ni lo vi por ninguna parte. Sentí una desesperación demasiado grande gracias a eso ¿ Dónde estaba ?

Estábamos en el escenario de un antiguo teatro. No nos habían amordazado, pero no podíamos hablar .

- Ya me has hecho perder bastante tiempo, Frankie - dijo una voz grave - Enséñame tu numerito.

I found you [ || ]Where stories live. Discover now