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Donde los sentidos nos fallan, la razón debe intervenir.
Galileo Galilei.


En un primer momento todos pensamos que aquel viaje consistiría en ir a alguno de aquellos bucles de el Panbucleticón, por ellos hicimos nuestras  maletas. Efectivamente si era uno de los bucles de el Panbucleticón, pero este nos llevó directamente a un horrible pantano plagado de cocodrilos y lodo.

- ¿ Se puede saber qué hacemos aquí ? - le preguntó Horace a Miss Peregrine.

- ¿ A caso no es obvio ? - dijo ella - ¡ Nos vamos de viaje!

- ¡ Pero esto es un pantano ! - se quejó el rubio.

- Sé perfectamente que esto es un pantano, Míster Somnusson, - replicó Miss Peregrine - pero es la forma más rápida que he encontrado para llegar a Florida.

- ¿ A Florida ? - dijo Emma - ¿ Qué se supone que haremos allí ?

- Míster Portman precisa de nuestra ayuda .

- ¿ Jacob ? - pregunté confundida .

- Él mismo - respondió la ymbryne.

- ¡ Pero Jacob vive en el presente ! - exclamé - Envejeceríamos de manera inmediata antes de tan siquiera encontrar su casa ¡ No podemos ir allí !

Todos se detuvieron enseguida, con el lodo pegado por todo el cuerpo, y miramos a Miss Peregrine como si esta hubiese perdido la cabeza.

- No me miréis así - dijo ella - Ya sabía yo que me faltaba algo por contaros.

- ¿ Qué cosa, Miss P? - preguntó Olive.

- Pues, he de contaros que hemos hecho un gran descubrimiento - comenzó a decir la mujer para volver a ponerse en marcha - Cuando mis hermanas ymbrynes y yo colapsamos el bucle en Abaton, los relojes vitales de todos los presentes dieron marcha atrás.

- No entiendo - dijo Enoch - ¿ No podemos envejecer ?

- Si que pueden, Míster O'Connor - respondió la mujer - solo que lo harán día a día a través de los años, como lo haría una persona normal. Usted ahora mismo tiene oficialmente los diecisiete años que aparenta, así como Claire tiene siete y Bronwyn tiene diez.

Todos nos habíamos quedado petrificados ante la explicación de Miss Peregrine. Cuando saliéramos de allí, solo envejeceríamos un mes, y no los cientos de años que se suponían que debíamos tener. Ya no sería para siempre una chica de dieciséis años. En unos meses tendría mis tan esperados diecisiete y un motivo real para celebrar mi cumpleaños .

- ¡ No se detengan, niños ! - exclamó Miss Peregrine - Ya falta poco para salir a la actualidad.

La ymbryne nos guiñó un ojo y continuamos caminando . El lodo cada vez se hacía más espeso y nos llegaba por las rodillas, por lo cual Victor agarró a Bronwyn y a Hugh , uno en cada brazo para que Enoch montara a Claire en su espalda y el resto los ayudó con el equipaje. Ya había comenzado a odiar aquel bucle cuando sentí una presión en los oídos y salimos a lo que parecía una parada de autobuses.

- ¡ Hemos llegado ! - anunció Miss Peregrine con una sonrisa.

- ¿ Jacob vive aquí ? - preguntó Bronwyn confundida mientras miraba hacia todas partes .

- Bueno, para llegar a casa de Míster Portman aún falta un poco - respondió la ymbryne - Hemos llegado a la parada de autobuses.

- Miss Peregrine... - dijo Claire .

- Si, Claire - dijo ella - ¿ Qué ocurre?

- Necesito ir al baño- dijo apenada - ¿ Puede Melina llevarme ?

- Pero Claire, aquí no hay baños.

- Pero hay muchos arbustos, Miss Peregrine - apuntó Emma - y puesto que es una emergencia no creo que sea un delito.

- De acuerdo, - asintió la ymbryne - pero no van a ir solas. Que Míster O'Connor las acompañe .

- ¿ Qué ? - exclamamos él y yo al mismo tiempo.

- Lo que han oído - replicó - Es bueno que pasen un tiempo juntos. Es hora de que aprendan a llevarse bien.

- ¡ Eso es injusto! - le dije.

- No, Melina, lo que es injusto es escucharlos discutir todo el tiempo - sentenció - Ahora vayan a llevar a Claire al baño.

Siguiendo la orden de Miss Peregrine, agarré a Claire de la mano y caminé lo más rápido que pude.

- ¿ A dónde vas ? - dijo Enoch llegando a mi lado.

- ¿ Cómo me alcanzaste tan rápido ? - le pregunté.

- Tienes las piernas cortas y eres enana - respondió - Fue bastante sencillo .

- No soy enana, - repliqué - tú eres un gigante.

- No es mi culpa que seas una hormiga.

- ¡ Ya basta ! - gritó Claire parándose frente a nosotros - ¿ Se puede saber por qué se odian tanto?

Enoch y yo nos quedamos en silencio, mientras que la pequeña nos miraba con el ceño fruncido y los brazos cruzados .

- No nos odiamos - dijo Enoch - Es más complicado que eso.

- Porque tú lo complicas todo, Enoch - le espeté .

- ¡ Deja de culparme por todo a mi ! - me gritó y Claire retrocedió impactada - Yo no fui el único culpable.

- ¿ A quién se supone que debo culpar ? - le grité de vuelta - ¡ Tú me utilizaste!

- No es cierto - replicó .

- Si, si es cierto - dije - Y créeme, hay que estar muy jodido para curar a alguien solo porque quieres matarlo después . Espero que hayas disfrutado.

Agarré la mano de Claire y continuamos caminando . Las lágrimas se acumularon en mis ojos, pero me negaba a dejarlas salir. Seguía esperando el día en que olvidara lo que había sentido al tenerlo. Pero realmente lo extrañaba. Lo que sentí por él no fue amor a primera vista ni mucho menos. Mi amor por el creció como la mala hierba en un momento confuso. Se volvió mi todo. Era el principio y el fin, el dolor y la cura.

Una vez que Claire terminó, volvimos a la parada de autobuses para encontrarnos con el resto. Las cosas entre Enoch y yo se habían vuelto incluso más tensas. Al llegar , él tomó la mano de Olive y esta le regaló una sonrisa. Me torturaba y me consumía , pero era cierto : su amor no era mío , nunca lo fue. Eso solo me hacía sentir peor y aún más utilizada ¿ Cómo podía alguien ser tan cruel ?

El autobús nos dejó a unos cinco kilómetros de la casa de Jacob. Está de más decir que tuvimos que caminar lo que parecía una eternidad. Me dolían los pies y tenía la garganta seca cuando comenzamos a entrar a un vecindario. Ya era de noche y el ambiente era calmado.

- Hemos llegado - informó Miss Peregrine mientras que un auto paraba en seco frente a nosotros.

- ¡ Salid de mi entrada ! - gritó un hombre desde el interior del vehículo.

Miss Peregrine avanzó hacia él con paso firme y se inclinó para hablarle.

- No lo haremos. Bájese del vehículo, por favor.

- ¿ Quién rayos es usted ?

- Alma LeFay Peregrine, actual dirigente del Consejo Ymbryne y directora de estos niños peculiares. Venimos a ver a su hijo.

I found you [ || ]Where stories live. Discover now