III. DOS MALFOY ARRIBAN

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Temió este momento durante todo el verano: Draco entra este año a Hogwarts.

No es que no quiera ver a su hermano con más frecuencia, es solo que Hydra vive prácticamente para cuidar de él, no porque sus padres no lo hagan, sino porque ella es la mayor y debe protegerlo, porque así siente que debe ser, así se lo enseñaron. La cosa es, que estando en Hogwarts podía liberarse un poco de esa responsabilidad, pero ahora incluso debe encargarse de vigilar que no vaya a destruir su reputación familiar, como se lo repitió incontables veces su padre.

Tarea que, por supuesto, será por demás difícil, empezando porque antes de entrar ya tenía un probable "enemigo declarado", como él lo llama.

Hace días fueron a hacer las compras de los materiales para el curso escolar, y mientras su madre y Draco esperaban las túnicas nuevas con Madam Malkim, Hydra y Lucius se encargaban de comprar el mejor y más actual equipo para que la hija mayor de los Malfoy practicara quidditch. Cuando su hermano volvió estaba un tanto molesto, al parecer encontró a un sirviente de Hogwarts junto a un chico mientras esperaban, y no fue nada agradable.

-Parecía que defendía al gigante defectuoso -dijo con una mueca en el rostro- ¿Acaso yo tengo la culpa de que su vida se reduzca a cuidar un sucio bosque? ¡Sólo dije la verdad! Es un criado.

-No toda la gente conoce su lugar, Draco. Sólo asegúrate de conocer el tuyo y actuar a la altura -dijo Narcissa.

Lo único que le quedó claro a Hydra de esa anécdota, es que le costará más trabajo del pensado mantener a su hermano fuera de problemas escolares, y le dolió la cabeza por empezar a pensar desde entonces en tácticas para librarlo de los castigos que seguramente se ganará.

Cuando llega el momento de subir al tren esta más nerviosa que en su primer día, esperó todo el verano en silencio y comportándose correctamente para pedirle a su padre el permiso para ir al pueblo en ese instante, así no le daría oportunidad a negarse pues no tendría excusas. Hydra respira hondo y se arma de valor antes de mirar a su padre y decir lo que lleva tiempo planeando.

-Papá, antes de subir, ¿podrías firmarme el permiso para ir a Hogsmade? -pregunta inocentemente, como si fuera cualquier cosa.

Su padre la mira interrogante y toma el papel que le ofrece.

-¿Porqué lo pides hasta ahora? Es más ¿Porqué lo haces siquiera? Sabes que no es un lugar en el que una señorita de sociedad deba pasear sola.

La rubia se lame los labios y traga saliva, él tiene un punto.

-Lo siento, había olvidado que debías firmarlo, sólo lo recordé esta mañana al tomar mis cosas, estuve ocupada estudiando tácticas de quidditch -el rostro de Lucius pierde dureza, voy por buen camino-. Sé que es un lugar concurrido por muchas personas, pero me comportaré como es debido. Siempre lo hago, papá.

Lucius lee el pergamino de nuevo, su rostro con duda, no es suficiente.

-Además, no iré sola. Cindy siempre está conmigo, y Jeremy no nos dejará a nuestra suerte -una diminuta sonrisa de agrado se asoma en su rostro, lo tengo-. Porfavor, papi, te prometo que nada va a pasarme.

-Vamos, Lucius, no puedes mantener a la niña encerrada en un palacio, literalmente. Tu y yo tuvimos nuestras mejores citas en Hogsmade, deja que los chicos se diviertan un poco.

Su madre le sonríe cómplice mientras toma ligeramente a su esposo del brazo. Lo tenemos.

Lucius Malfoy es un hombre duro, frío y sobrio, pero su familia es su mayor debilidad. En especial, su hija y su esposa saben perfectamente cómo convencer al patriarca, el afecto femenino lo suaviza un poco. Draco la tiene más difícil pues es su hijo varón, el que heredará su apellido, él tiene que demostrar más su valor ante él.

Hydra Malfoy (Fred Weasley) Where stories live. Discover now