3

9.8K 487 13
                                    

-No me lo vas a creer.- habló Jess alzando su voz, mientras se sentaba a mi lado, en la mesa.

Era la hora del almuerzo, el comedor era una sinfonía de gritos y risas.

-¿Qué?- pregunté emocionada.

-¡Tenemos una fiesta hoy!-

Enseguida fruncí el ceño.
Nosotras nunca íbamos a una fiesta. Si salíamos a bailar, era a discotecas.

-¿De qué hablas?- murmuré -Ohh, ya. Es otra de tus bromas- sonreí y le dí otro mordisco al sandwich.

-No, tonta. Es en serio. Mike me invitó a la fiesta que dará en su casa hoy-

Su semblante serio me dió la certeza de que no mentía.

La miré boquiabierta.

-¿Mike? ¿El del equipo de futbol?-

Jess asintió con una sonrisa triunfal.

Mike era un chico tranquilo, pero amante de las fiestas. Casi todos los fines de semana, celebraba una. Y todos en la escuela iban. Bueno, excepto los no populares, y nosotras, claro.

Él no era tan idiota como los otros. Era alto, rubio y dos oyuelos se formaban al costado de su boca cuando sonreía.

Pero aún así, formaba parte de ellos. Y eso, lo alejaba automáticamente de nuestro entorno. 

-  Jo- der. - murmuré.

-¡Lo sé!- respondió -Estabamos haciendo un trabajo grupal, y de pronto dijo: Ey Jess, hago una fiesta en casa hoy. Te espero, ven con tu amiga- imitó su voz masculina.

-Oh por dios, sabe tu nombre- me burlé.

Ella me golpeó suavemente el brazo.

-Muy graciosa. Oh, Dios. Estoy tan emocionada- dió un par de palmaditas con sus manos, de forma chistosa.

-Aún no puedo creerlo. ¿Por qué nos invitaría?- No podía salir de mi sorpresa.

-Supongo que le caí bien- se encogió de hombros con superioridad.

-Le gustas, eso seguro- alcé mis cejas sonriendo.

Jess rió levemente, pero no dijo nada.

-¿Te gusta?- insistí.

-¿A quién no? Además, de todos esos estúpidos, es el mejor-

-Sin dudas- asentí.

La verdad era que, aunque no me jodía no ir a sus fiestas, siempre me habían llamado la atención.

Todos decían que eran divertidas, con mucha música y alcohol.

Con Jess habíamos ido a un par de bares a bailar, pero no era lo mismo. Las entradas eran caras, hacía mucho calor,  y la gente era bastante... Intimidante.

-Y ¿Qué crees? -continuó -Irá el chico nuevo. El del piercing en el labio-

Mi corazón comenzó a latir desesperado.

-¿James?- balbuceé.

-Si...- abrió sus ojos -Espera. ¿Cómo sabes su nombre?-

Desvié la mirada y tomé aire, aquí vamos.

-Él y yo solíamos ser amigos, cuando éramos más chicos. Básicamente, nos criamos juntos. Nuestras madres eran amigas - resumí.

-Oh, qué afortunada. Se puso bien sexy-

No pude evitar reír.

-No tanto. Él no se acuerda de mí- alcé las cejas con sarcasmo.

-¿De qué hablas?- respondió confundida.

-Lo saludé el primer día que lo ví. Y me dijo: Lo siento, no sé quien eres. Dios, fue tan humillante, no sabía que decir.- rodeé los ojos.

Jess se quedó un instante callada, pensando.

-Pero... ¿Cuántos años tenían la última vez que se vieron?-

-Diez-

-No puede ser que no se acuerde... Fueron muchos años de amistad- respondió como si fuera obvio.

-Lo mismo pensé, pero al ver su rostro confundido... No sé-

-Tranquila. Hoy iremos a esa fiesta, y te va a ver tan sexy, que realmente no te reconocerá- determinó.

-No lo creo. - reí -Él es de los populares.  -Igualmente, no me interesa.- me encogí de hombros - Después de la humillación en el pasillo, no quiero acercarme de nuevo-

-Ajá, si. Te veo hoy a las siete en mi casa, para prepararnos- me ignoró.

Sin esperar mi respuesta, se puso de pie y se despidió de mí.

Jess era así. Cuando se proponía algo, no había nada que pudiera interferir con eso.

Parte de mí, se lo agradeció. Porque, aunque quisiera ignorar la actitud de James y seguir con mi vida, lo que necesitaba era saber la verdad.

Eres túحيث تعيش القصص. اكتشف الآن