24 - Epílogo

11.1K 572 78
                                    

-Honestamente, ella me cayó bien. Tendrías que haber visto a papá, estaba todo nervioso, mirándome, mientras tomaba la mano de su nueva novia, Silvia-

-Es bueno que esté tan feliz, amiga-  sonrió Jess.

-Además, es un gran hombre- acotó James.

Asentí coincidiendo con ambos.

Mike llegó con una parrillada entre sus manos.

-Bon appetit- sonrió dejándola sobre la mesa.

Me bajé del regazo de James y me senté a su lado.

-Oh, osito. Ésto se ve increíble-

-Todavía no me acostumbro al osito- me burlé. James soltó una risotada.

-Ja ja- respondió Jess.

Hacía dos años que estábamos de novios con James.
Y joder, que era mejor de lo que siempre había soñado.

Habíamos terminado la escuela, por suerte, y cada uno estudiaba en la universidad.

Yo, psicología. Y él, había entrado en el equipo oficial de la ciudad. ¡Si, lo había logrado!
Estaba tan feliz por él, era un excelente jugador.

Justamente hoy, habíamos vuelto de ver su partido, junto a Mike y Jess. Y ahora estabamos almorzando para festejar su triunfo: 3-0. Todos los goles marcados por él.

Mike se dedicaba a la empresa de su padre, y vivía junto a Jess, en una pequeña casa en éste mismo barrio donde vivíamos nosotros.
Mi amiga, después de dudarlo, finalmente se decidió por estudiar diseño de indumentaria. La moda era, definitivamente lo suyo.

James y yo llevabamos viviendo juntos seis meses, y aunque al principio tuve miedo, todo fue mucho mejor de lo pensado.

Respecto a Luke... Nunca volvimos a escuchar de él. Ese año que sucedió todo, lo echaron del equipo, pero no de la escuela. Sus padres eran una importante influencia en la ciudad.
Sin embargo, por fortuna, él mismo decidió irse de aquí. Y nunca supimos a dónde, ni qué fue de su vida.

Aunque así, fue mejor.

Luego de dos horas, todavía no podíamos dejar de reírnos. Éramos un grupo de amigos muy unidos, era muy afortunada.

Le dí un mordisco a la carne, mientras reía por un chiste de James.

De pronto, él se puso serio y se paró.

-¿Estás bien?- pregunté preocupada.

James tragó grueso, no dijo nada.

Extendió su mano, y tomó la mía.
Me puse de pie cuando entendí que era su deseo.

Y en ese instante, como si el tiempo se detuviera, James se arrodilló.

Y de su bolsillo, sacó una pequeña caja roja.

Mi corazón comenzó a latir desesperado.

La abrió, y un anillo de oro blanco con un diamente en el centro, brilló.

Abrí mis labios sorprendida.

-Eva. Fuiste mi amiga, mi confidente, la niña con trenzas que creció a mi lado. Fuiste la chica que presenció mis momentos más patéticos. Y también, la que lloró en mis brazos.
Eres la mujer que de mis sueños. La que me acompaña en cada paso. La que me hace sonreír y a la que más amo. -

Una lágrima resbaló por mi mejilla.

-Mi hermosa Eva. ¿Quieres casarte conmigo?-

Oh por dios.
¿Era real?
¿El hombre de mi vida, mi crush de la niñez, me estaba proponiendo casamiento?

-¡Sii!- respondí entre lágrimas y sonriendo.

James se puso de pie con sus ojos brillosos y me abrazó con fuerza.

Jess soltó un jadeo, mientras Mike sonreía orgulloso. Ambos comenzaron a aplaudir, mientras reíamos.

-Oh James. Me has hecho la mujer más feliz del mundo.  Prometo estar a tu lado siempre, como cuando éramos niños. Juntos. Tropezando pero levantándonos de la mano. Eres lo mejor que podría pedir. Eres todo para mí- lo besé con dulzura, mientras mis lágrimas se mezclaban en nuestros labios.  -Te amo- murmuré.

-Te amo, mi Eva. Mi gran amor, eres tú-

Fin

Eres túDove le storie prendono vita. Scoprilo ora