Después de la muerte de Superman y la desaparición de Kara, Lois decide marcharse de Ciudad Nacional con su hijo, jurando volver algún día con el digno sucesor de su esposo.
Lena Luthor, después de hablar sus últimas palabras con Lex, se encuentra c...
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Lena: Hola, Lori. -Saludó la azabache a la pequeña que había soltado la mano de su abuelo para caminar hacia ella y estar más cerca.
Lori: Hola. -Sonrió tímidamente. En ese momento, bajó una feliz ojiazul con una mujer muy feliz hacia donde se encontraba la pequeña. La rubia la saludó con confianza y la pequeña Lori parecía más segura con ella, así que esta tomó su pequeña manito y la de su esposa.
Kara: Te voy a llevar a que conozcas la habitación que preparamos para ti.
Lionel: Estoy seguro de que a esta señorita le gustará.
Kara: Vamos. -Cuando llegaron a la puerta de la habitación, la universitaria tapó los ojos de Lori, que tenían un color verde casi del mismo tono que el de la CEO. Lena abrió la puerta y Kara entró con la pequeña. -Uno, dos y tres. -Quitó sus manos. -¿Te gusta?
Lori: Sí. -Lena miró a su esposa y a quien sería ahora su hija desde el marco de la puerta.
Sam: ¿Lena, por qué no te les unes? -Preguntó la morena, que había llegado unos segundos más tarde.
Lena: Hace tiempo debí tener a nuestro hijo, Sam. Sé que Kara la trajo solo para que ella fuera un consuelo.
Sam: No digas eso. Kara la trajo porque quiere que dejes de lastimarte. Incluso ella se culpa de que, por su condición, no lo han logrado.
Lena: ¿Te ha dicho que tiene...?
Sam: Un pene, sí, lo ha hecho.
Lena: Debo ir al laboratorio. Asegúrate de que la niña tenga lo que quiera y, si Kara pregunta, dile dónde estoy, por favor.
Sam: Está bien.
Horas después...
Kara: ¿Lena, por qué estás aquí?
Lena: Porque necesitaba mi espacio.
Kara: ¿Tu espacio? -Se acercó a ella. -Has estado bebiendo.
Lena: Sí. -Afirmó mientras veía cómo su esposa la miraba a los ojos con dolor.
Narra Kara:
No sabía por qué lo hacía, por qué demonios se alejaba cuando trataba de hacerla feliz. Habíamos adoptado a Lori para que fuera nuestra hija, para ocuparnos de ella, para ser sus madres, pero a ella parecía no importarle eso.
No veía la diferencia que ella veía entre un hijo propio y uno adoptivo. Respiré profundamente. Lo había hecho, aún cuando eso la ponía mal, cuando la hacía caer en un pozo. ¿Cómo la iba a ayudar?
No tenía idea. La vi levantarse del taburete y tomar una botella y un vaso, los cuales le quité de la mano.
Kara: Ya no más, Lena. -Dije acercándome a sus labios. Por favor. Ella tiró de mi ropa acercándome más y comenzó a besarme de una manera intensa a la que correspondí sin dudar, mientras desprendía su pantalón y metía después mis manos por debajo del suéter, donde me di cuenta de que no llevaba nada debajo. Me aparté de ella y la vi a esos ojos esmeralda, me hipnotizaban. La tomé, la puse sobre la mesa y ella abrió sus piernas. -Estás jugando conmigo, señora Luthor.
