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Habían pasado bastantes meses, y no mucho había cambiado, Yui y Terim seguían en una relación "secreta" (que ya todo mundo conocía, solo faltaba que ellas lo admitieran públicamente). Los chicos Sakamaki se habían apegado aun mas a la bruja, siendo claramente coquetos y demostrando que tenían cierto interés en ella, pero Terim, o lo ignoraba o no se daba cuenta.
Lo que mas había cambiado, era la misma bruja, que empezaba a sentirse mas presionada con el paso del tiempo.
Después de todo, tenía prohibido matar a los chicos, lo había prometido, lo cual significaba, que no sería capaz de cumplir con lo que había prometido a sus padres, y tal vez tampoco podía ayudar a Yui.
Lo bueno, es que ya casi salían de vacaciones, solo una semana mas.
-Hey- Saludo Terim- ¿Nos vamos?- Les pregunto con una sonrisa.
-Vamos- Respondió Reiji.
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-Ya no quiero ir a clases~-
-Lo bueno es que ya casi salimos- Rio Terim- Podremos quedarnos en casa-
-De hecho- Reiji llamó la atención- Saldremos de viaje- Comento.
-¿A donde?- Cuestiono Yui confundida, después de todo, en todo su tiempo en la mansión, nunca habían salido de viaje.
-Con... los Mukami- Soltó un suspiro al saber lo que venia.
-¡¡No!!- Grito Kanato agudamente.
Los demás se limitaron a solo soltar suspiros de fastidio, hasta Shuu, que supuestamente estaba dormido.
-Mukami- Repitió- ¿Mukami?- Pregunto esta vez al no reconocer el apellido.
-¿Recuerdas al tipo de la otra vez?- Le pregunto Yui- ¿El de los pasillos? ¿El que llevaba un libro?- Siguió.
-Ah- Recordó- ¡Si! El chico Mukami-
-¿¡Has hablado con el idiota!?- Cuestiono Ayato de forma brusca.
-Nah- Respondió con simpleza- ¿Qué tan rara es la familia?-
