Línea de Emergencia: El Caso Wang [ Y I Z H A N ]

⚖Extra I⚖

"¿Qué más?"
.
.
.

El cansancio era palpable en cada pisada que daba, estaba completamente agotado del día. Teniendo que lidiar con un par de pobres almas que habían retado a su jefe.

Él es Yibo. Recordaba como hacía un par de meses había comenzado su vida en las calles. El siempre estaría dispuesto a hacer de todo por su querido ser amado. Por su adorado conejito, aunque los últimos días se encontraba reacio a dejarlo salir debido a que sus compañeros con una sola vista a su esposo, ya se encontraban con una revolución hormonal digna de un jovencito (¡cosa que no eran!).

Zhan se había negado al principio, pero luego de una amigable charla y mucha labia por parte de Yibo, había conseguido que su amado accediera a quedarse en casa.

Detuvo sus pies frente a un parque vacío, eran alrededor de las 4am y hacía frío. Podía ver el vapor salir de su boca al suspirar y luego encender un cigarrillo.

Se tumbó en una banca helada y miró al cielo.

-¿Cuánto tiempo ha pasado? - murmuró para sí mismo. Su cabeza palpitaba por el dolor de la pelea anterior. Nuevamente se repitió en su mente y maldijo a quienes retaban a su jefe, ya que siempre era él a quien enviaban a darles una lección. En esta ocasión no eran individuos tan inútiles en combate, probablemente ahora tendría una costilla rota o algo parecido en el torso ya que le costaba caminar por el dolor.

"Lo único bueno de volver a casa es ver a mi gege" pensó quedándose aún inmóvil en la banca. Su tórax dolía y podía sentir el fino hilo de sangre caliente bajar por su ceja hasta su mentón, quería levantarse pero estaba cansado, así que esperaría hasta que el dolor se pasara un poco o se quedase dormido ahí como un vagabundo.

Su mente entonces viajó hasta hace solo unos meses cuando había entrado al mundo bajo.

- Esta bien si quieres hacerlo, yo te buscaré apoyar en lo que sea - una enorme sonrisa se asomó mostrando sus blancos dientes de conejo. Él sabía que su mente estaba jodida. Él lo había jodido.

Pero si estaba a su lado entonces ¿Que importaba? se veía feliz y él buscaría darle todo lo que necesita para vivir, para que jamás vuelva a estar solo o preocuparse por el dinero u otras personas. Entonces el tendría ojos solo para él.

Abrió los ojos y apreció el cielo nocturno una última vez antes de tomar fuerzas y levantarse. Sabia que al regresar su querido estaría listo para recibirlo, así que no espero más y se encaminó llegando en menos de media hora.

Tal como imaginó, al llegar se encontró rápidamente con Zhan sentado en la sala tejiendo lo que parecía ser una bufanda. El chico rápidamente dejó lo que hacía y corrió a socorrer a Yibo.

-¿Pasó de nuevo? - su voz preocupada acuno el corazón del chico herido, quien dejó caer su rostro en el pecho de Zhan.

- Sólo déjame estar así unos minutos - Dicho eso no hubo una palabra más por parte de ninguno. Las cálidas manos pasaron por la espalda y el cabello de Yibo acariciando tiernamente.

Zhan ya estaba recostado en su cama junto a Yibo y durmiendo, pero este último llevaba días teniendo sensaciones extrañas. No tenía forma de describirlos pero la única forma de tener un alivio era entre los brazos de quien consideraba su pareja.

Con ese pensamiento se metió entre los brazos de Zhan, quien entreabrio los ojos y lo abrazó fuertemente la melena negra entre sus brazos.

Una vez que ambos habían comenzado a tener una vida en esa ciudad Yibo se aseguró de mantener un perfil bajo, entonces tiñó su cabello de negro y lo cortó haciendo lo mismo con Zhan.

Yibo consideraba a Zhan su hogar y no estaba dispuesto a apartarse de él bajo ninguna circunstancia.

Antes tendrían que matarlo.

Lamentablemente, las personas como Yibo que tenían un Historial clínico y se habían visto como principales sospechosos en situaciones que involucraban a la policía, terminaban siendo atrapados o asesinados.

Su esperanza de vida dependía de que tan estable podía permanecer y de ser leal a quien "servía" en el bajo mundo, pero es obvio que el no tendría una larga vida. No al paso que iba.

Su único temor sería dejar a Zhan sólo, no queria que nadie más que él pudiera ser parte de su vida.

Los brazos se estrecharon en el cuerpo de Yibo pegándo más sus cuerpos en busca de calor.

Yibo cerró sus ojos y se dejó llevar por la calidad sensación de estar ahí en ese momento.

Era él y Zhan. No había nadie más.

Durante el resto de la noche rodo fue tranquilo e irrelevante.

A la mañana siguiente Yibo despertó con un vacío entre sus brazos y un agradable olor. Al salir se encontró con el azabache, quien tranquilamente y con una sonrisa estaba cocinando el desayuno.

- Despertaste

- Hay mejores formas de hacerlo, pero es agradable esta

- Estoy preparando algo dulce para ti -mientras cocinaba sintió el cuerpo ajeno pegarse al suyo y cerrar los brazos alrededor de su cintura junto con una cabeza reposando en su hombro.

-Gracias Zhan-Ge...

-...

Hubo un silencio corto por unos segundos pero el ambiente no se rompió.

Zhan habló bajo y con un tono dulce, pero sus palabras fueron algo que molestó un poco a Yibo.

- ¿Cuándo terminarán nuestras vacaciones? Mi trabajo me espera

- Zhan-Ge, no te preocupes por ahora de eso, yo me ocuparte

-¿Estás seguro? Quizá ji Li se enfade conmigo por no ir a trabajar tantos meses

- te han cambiado de área, pero aún no te llaman en esta ciudad

-oh ¿De verdad? Quizá yo sólo sea un respaldo

- Eso, por ahora no te preocupes de eso

Zhan comenzó a tararear tranquilamente mientras terminaba de cocinar.

Yibo siempre encontraría la forma de mantenerlo así. Mentirle a Zhan era muy fácil y él solo lo creería.

-----------------------------
Segundo extra mañana 💜