La Guerra Del Vampiro

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 19

Vlad

—¿Qué noticias me traes Anna? — Cuestione mientras veía a mí fiel vasalla entrando a la nueva cueva en la cuál ahora nos escondiamos.

—El muchacho causo demasiado caos tiene a todas las autoridades de la ciudad buscando al asesino, el asunto de los dragones se aclaró y se informó qué todo se alucino.

—Vaya justo lo qué quería.

—¿Cree qué Ángelus siga consumiendo sangre humana?

—Por supuesto, la rosa negra qué colocaste en su bebida esa noche era especial la mejore yo mismo, ella hará qué Ángel comience a rechazar la sangre de las bolsas qué la familia real bebe, él solo buscará sangre fresca, una vez qué él incremente sus fuerzas nosotros iremos por él.

—¿No le preocupa Draco?

—En lo absoluto, él ya no representa ningún peligro para mí, lo veo cómo a un simple insecto.

—No se puede confiar señor, Ángelus puede qué incremente sus fuerzas pero debemos estar preparados por sí intenta usar esa fuerza contra nosotros.

—Tranquila, Anna no pasará nada malo.

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Ángelus

—No, no me acerquen eso — Tapo mí nariz tras la gran anciana acercarme una bolsa con sangre mientras todos nos encontrábamos en el comedor apunto de iniciar la cena —.Es espantoso.

—No huele asqueroso — Me dice ella —.Es sangre, lo qué siempre comes.

—No quiero, no soporto el olor qué tiene, ya la he probado y la he vomitado.

—No has comido nada — Habla mí padre mirándome —.Tienes qué comer.

—No quiero eso.

—¿Entonces qué quieres? — Pregunta mí abuela.

—No lo sé, solamente sé qué no quiero eso — Dije y después chasque mis dedos de la mano derecha —.Ya sé, pizza iré a Brasov por una.

—¿A está hora? — Cuestiona mí abuelo mientras dejaba su copa sobre la mesa.

—Oh iré al hospital y conseguiré sangre qué no esté en mal estado.

Le levanté de mí silla, tome mí gabardina y después salí del comedor.

Por dios de lo qué me he salvado, todas las bolsas de sangre qué tiene aquí tienen el mismo olor putrefacto, no lo soporto necesito conseguir algo qué comer.

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Jimena

—¿Querida necesitas algo? — Mí tío abre la puerta de mí habitación y se asoma.

—No tío, gracias estoy perfectamente bien — Respondí mientras estaba sentada en una silla frente a mí escritorio.

—Ok, recuerda Jimena cerrar bien la ventana recuerda qué hay un asesino en la ciudad.

—Lo recordaré, buenas noches.

—Descansa.