La Guerra Del Vampiro

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 8

Ángelus

—¿Te vas a quedar ahí? — Me reta —.¿Dónde quedó la valentía de aquella vez?, ¿O qué, se fue cuando dejaste de ser un mocoso por alguna extraña razón?

Mis manos se envuelven en llamas, lanzo dos esferas de fuego contra el vampiro a una velocidad sorprendente la cuál no le permitió esquivar mis ataques, salió disparado contra la puerta de la iglesia, se estrelló contra ella y después cayó al suelo.

—Ahí tienes mí respuesta.

Masquerade solamente soltó una risa y se levantó del suelo sin decir absolutamente nada.

—Sorprendente, golpeas fuerte pero aún qué hayas dejado de ser un niño de siete años tú poder aún no llega su máximo potencial.

—Y eso no es nada.

—Eso espero.

Usa su velocidad para ir por mí, lo esquivo, me acercó a una de las bancas de la iglesia, la rompo y tomo un trozo de su madera.

Use mí velocidad de vampiro está vez, aparecí delante de él y le clave el trozo de madera en el estómago.

Él se recarga en una columna, trata de quitarse el trozo de madera, vuelvo al ataqué nuevamente y de una patada le clavo más profundo la madera en el estómago.

—¿Sabes de qué tengo curiosidad, Masquerade?, de ver quién se oculta detrás de esa máscara — Tomó la máscara con mí mano derecha —.No estamos en otro siglo, amigo no hay necesidad de usar una máscara.

—Lo siento, mini Draco la máscara se queda conmigo.

Cuando estaba por desenmascarar al vampiro esté me alejo de un golpe en el rostro, se quitó la madera del estómago y la lanzó en contra mía. Forme un látigo de electricidad en mí mano derecha, lo lance hacia el trozo de madera y después esté explotó en mil pedazos.

Cuando mire de nuevo el lugar en dónde se encontraba el vampiro me dí cuenta qué había desaparecido completamente del lugar.

—Cobarde — Gruñó molestó —.Ya nos veremos de nuevo.

[...]

—¡¿Ángel en qué estabas pensando?! — Me regaña el abuelo Drake mientras me encontraba sentado frente a él —.Algo malo te pudo haber pasado.

—Lo siento, abuelo no pensé las cosas de manera correcta.

—Pelear solo contra ese tal Masquerade fue una tontería.

—Me estaba vigilando abuelo, no lo podía dejar ir.

—¿Te estaba vigilando? — Asentí tras sus palabras —.Eso quiere decir qué...

—Sabe qué soy hijo de Draco Blackwood, me lo dijo — Lo interrumpí —.Y sé qué me seguirá acechando.

—En tal casó, no puedes salir solo alguien te tiene qué acompaña más qué nada para cuidar qué no hagas ninguna locura.

—¿Quién?

—Caín, él se encargaba de la seguridad de tú padre hace años, y ahora hará lo mismo contigo.