Fantasía de un Soberano [Katsudeku-Omegaverse]

Cap 45: Un té con sabor a sangre

– ¿De qué? –Preguntó Tamaki desconcertado y algo molesto, hasta donde él sabía, no ha sucedido nada bueno desde que Hanajima Saki llegó a Mármol Real, razón por la que tenía tanto desconcierto. No obstante, la sonrisa que le mostró Hawks justo en el momento que presentó su cuestionamiento hizo que olvidara su enojo para preguntarse cual era la causa de tanta calma en una situación tan crítica.

–Estoy aliviado y algo sorprendido de que Su Majestad no haya asesinado a nadie en Salazen Kou después de enterarse de lo ocurrido con su prometido, parece que no ocurrió otra matanza –contestó Hawks mirando al suelo sin borrar su feliz expresión–. Por supuesto que también estoy feliz de que Togata haya logrado sobrevivir después de enfrentarse a esa Bruja, aunque fue un poco imprudente de su parte, yo ni siquiera puedo imaginarme peleando contra esa aterradora mujer.

Tamaki nuevamente bajó la cabeza al mismo tiempo que constreñía su mandíbula, él todavía no podía perdonar a Hanajima después de casi matar a su alfa y la ira amenazaba con superarlo.

Justo cuando el beta estaba por expresar mediante gritos un sinfín de maldiciones, insultos y palabras de odio, una mano se posó en su hombro, haciendo que levantara la cabeza para encontrarse con el rostro de un alfa pelinegro.

–Tranquilo –mencionó Aizawa mirándolo directo a los ojos–. Lo importante ahora es que Togata sobrevivió y que estará bien, así que no hay razón para perder la cordura, y mucho menos cuando una antigua y poderosa Bruja está en el centro de todo Mármol Real. ¿De acuerdo?

Siguiendo su consejo, Tamaki sacudió su cabeza y exhaló una gran cantidad de aire para lograr calmarse. Cuando expulsó esos negativos sentimientos estuvo lo suficientemente tranquilo como para sonreírle a su maestro–. Muchas gracias, Aizawa-sensei. Ya me siento mejor.

–Que bien.

–Ahora que caigo en cuenta –dijo Tamaki mirando a Hawks–. ¿Cómo es que se enteró del estado de Su Alteza Izuku? Recuerdo dejar claras instrucciones al personal de Salazen Kou de mantenerlo en secreto.

–Ah, eso –contestó el rubio–. Me lo contó un pajarito.

– ¿Qué? ¿Acaso Su Excelencia Tokoyami...? –Inquirió Tamaki pensativo.

–No, te equivocas, aunque si hablaba de forma literal, no me refería a Tokoyami en primer lugar. Además, solo por ser medio pájaro no deberías pensar en él inicialmente, podría ser ofensivo, después de todo yo también soy medio ave, pero eso no viene al caso ahora. Veras, luego que Su Majestad se dirigiera a Arlabor, envié una pequeña ave para espiar el castillo.

–Que ruin –comentó Aizawa con desprecio.

–Calma, no lo hice con malas intenciones. No todos los días ves al Rey Bakugou yendo por ahí tan apresurado, así que supuse que algo muy grave había sucedido en Arlabor. Y como no tenía forma de saber que sucedía allá, tuve que recolectar información de Salazen Kou.

–Entiendo –respondió el beta–. Como el Tártaro está cerca de la Morada de los Dragones seguramente fue muy fácil para usted ver a Su Majestad dirigiéndose hacia Arlabor.

–Correcto, mi querido Oficial –contestó Hawks señalando a Tamaki con su dedo índice–. Desgraciadamente tuve que retirar mi pequeña ave una vez que vi al imponente Bahrahgol de regreso, de lo contrario, Su Majestad habría notado de inmediato que yo estaba espiando. Cómo no supe lo que sucedió después de que el Rey llegó, pensé que había hecho un baño de sangre debido a su iracunda naturaleza, así que estuve mucho más aliviado al verte a ti con vida, Tamaki. Eso quiere decir que tal cosa no sucedió.

–Bueno, al menos por ahora –mencionó el beta al apartar la mirada mostrándose un poco afligido.

– ¿Qué quieres decir? –Preguntó Aizawa seriamente preocupado.