𝘾𝘼𝙋𝙄́𝙏𝙐𝙇𝙊 5

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𝘾𝘼𝙋𝙄́𝙏𝙐𝙇𝙊 5: 𝙏𝙊𝙉𝘼𝘿𝘼 𝙂𝙀́𝙇𝙄𝘿𝘼

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——————— TIC, TAC, TIC, TAC. LOS LATIDOS DEL CORAZÓN HACEN MUCHO ruido, retumban en mis oídos y me cortan la respiración como golpes secos en el pecho. Hacen demasiado ruido, me siento mareada y mis vellos se erizan, el sudor frío cae por mi frente.

       Si alguien me encontrase así, lo sabría. Me vería delatada, se encontrarían con las fauces del monstruo, me verían tendida en la cama, ahogándome en la espesa culpabilidad. Culpabilidad, me siento culpable, me estoy condenando yo misma... ¿cómo he de ganar una batalla contra mi propio ser?

      Parece que cada vez que cierro los ojos su rostro vuelve a hacerme compañía. Sonríe lobuno, sus ojos pardos me escudriñan y carraspea, abre la boca y me canta al oído "Eres como yo, no eres mejor, Nova"

        N o v a, N o v a, N o v a. No es la voz de mi madre, ahora es la tonada gélida de mi padre en los muros de Abnegación, en el cemento de la casa.

—. Nova.

      Parpadeo. Al batir las pestañas alejo las facciones de Dante y mi visión se nubla hasta que logro enfocarme en quién me llama. Siento el rubor colorear mi tez cuando la mirada brillante del erudito se encuentra con la mía.

—. Will— carraspeo, apenas alcanzo a incorporarme. Parece ser que he logrado conciliar el sueño, que estoy agotada.

—. Te has saltado la hora de comer— comenta, se apoya en la litera y arquea las cejas—. Queda poco para empezar a entrenar...

—. No he dormido bien.

Will asiente, entrecierro los ojos cuando no se marcha y permanece a mi lado, sus cejas se han fruncido—. ¿Por qué no me has vuelto hablar desde que saltamos al techo?— cuestiona, la pregunta me toma por sorpresa—. A lo mejor te incomodé queriendo ser tu amigo...

—. ¿L-lo decías de verdad?

El erudito hunde el ceño, me mira buscando burla en mi voz, pero no hay. Lo miro confusa, mis mejillas se colorean de nuevo mientras me estudia.

Curva los labios, asiente—. ¿Por qué tan sorprendida?

—. Y-yo he pensado que...

𝙈𝙀𝙏𝘼𝙈𝙊𝙍𝙁𝙊𝙎𝙄𝙎Where stories live. Discover now