Arranged Marriage - Supercorp AU

Epílogo

*Lena Pov.*

¿Cómo habían pasado 16 años? No lo sabía. Solo sé que Dante y Hans son dos hombrecitos hermosos, nuestra hija Katerina era hermosa para tener 14 años. En mi segundo embarazo tuve a Katerina, una hermosa niña que tiene los ojos y el pelo de Kara. ¡Una belleza! Y seis años después, quedé embarazada de otra niña a quien llamamos Lori. Nos habíamos estado cuidando ya que Kara tiene una gran capacidad para dejarme embarazada. Había perdido un embarazo un año después de tener a Katerina por lo que, tras el dolor de esa pérdida, habíamos decidido esperar y nos tardamos seis años en decidirnos ser madres otra vez.

—¡Mamá! —Gritó Katerina y la vi aparecer en el estudio donde estaba haciendo unos informes—. ¿Estás ocupada?

—Un poco, cariño. ¿Sucede algo? —Le pregunté y me sorprendió que cerrara la puerta—. ¿Por qué cierras la puerta?

—Porque tengo que decirte algo. —Me dijo y se acercó corriendo.

Dejé mi informe y la vi apoyarse contra el escritorio.

—Prométeme que no te enojarás conmigo por decirte esto. —Dijo y se acercó para susurrarme con sus manos temblando—. Pero creo que mamá te engaña.

—¿Qué? —Dije, totalmente desconcertada—. ¿Por qué dices eso?

La vi mirar sus manos y luego mirarme tragando saliva y hasta comenzando a llorar.

—La vi llegar con un paquete misterioso envuelto en papel. —Me dijo y fruncí el ceño—. Ella no vio que la vi dejarlo en el cuarto. Estaba en el baño de su habitación y la vi abrir su mesa de luz y meter el paquete. Me acerqué cuando se fue y lo abrí y... eran condones mamá.

Tuve que reírme. No pude evitar hacerlo.

—¡No te rías! ¡Es en serio! —Me dijo y la hice sentarse en mi falda.

—Cariño... ¿tú sabes cómo se traen los bebés al mundo porque ya tuvimos esa charla no? —Le pregunté y me asintió—. Pues, sabes que para evitar tenerlos hay que usar condones.

—Sí, eso me explicaste. Por eso me asusté al ver eso, porque eso significa que mamá no quiere dejar embarazada a alguien. Y estoy enojada con mamá. ¡Quiero golpearla!

—Kate, escúchame. —La tranquilicé a ver que lloraba—. Tu mamá no me engaña con nadie. Ella usa esos condones conmigo.

—¿Contigo? —Preguntó y asentí. La vi abrir la boca y suspirar—. ¿Es para que no quedes embarazada?

—Si no nos cuidáramos estaría todo el tiempo embarazada. ¿No crees? —Dije y asintió—. ¿Acaso quieres más hermanos?

—¡No, por favor! —Gritó y sonreí—. Me llevo bien con Lori pero con Dante y Hans tengo suficiente.

La acerqué para que me abrazara y se apoyó contra mi pecho.

—Gracias por preocuparte por mí. —Le dije, acariciando su pelo—. Pero puedes estar tranquila, tu madre y yo nos amamos mucho. Tengo la completa seguridad de que es incapaz de engañarme.

La puerta se abrió y Kara apareció con Hans a su lado.

—¿Qué pasa? ¿Por qué estaban a puerta cerrada? —Dijo Kara.

Katerina me miró y le asentí. Se puso de pie y se acercó a Kara para darle un abrazo. Hans miró frunciendo el ceño, en especial cuando Katerina dejó un beso sobre la mejilla de Kara y le sonrió.

—Eres la mejor madre del mundo. —Le dijo y Kara sonrió.

La vimos irse y mi esposa quedó paralizada sin comprender.