La ciudad se ve cubierta bajo el mandato de las familias mafiosas más antiguas de la historia: Los Zorel, los Luthor y los Edge.
Una tragedia causada por una guerra entre bandas, llevará a que tanto la familia Zorel como la familia de los Luthor dec...
Con los hijos de Edge muertos, era cuestión de tiempo antes de que quisiera venganza pero esta vez teníamos la ventaja de poder. Kara quería regresar pero Alex le advirtió que no podemos viajar conmigo embarazada, tendremos que esperar de todas y formas y estaba confirmado que nuestros hijos serían daneses. Alex confirmó que son dos niños y que no hay indicios de malformación o intersexualidad, lo cual tranquilizó a Kara, ya que esta temía pudiera suceder.
Mientras estábamos sentadas en la sala, ella y Lin se turnaban para hablar a los niños y podía sentir el movimiento dentro de mí, ambos reaccionaban a sus voces.
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—Si prefieren más a la tía que a mamá Kara denme una patadita. —Dijo Lin y para la sorpresa de todos, uno de los bebes pateó.
—¡Oye! —Se quejó Kara.
Me reí pero sentí movimiento dentro de mí que me hizo quedarme dura y Alex me miró frunciendo el ceño desde el sillón, hacía 20 minutos que había llegado de trabajar en la clínica y miraba confundida.
—¿Qué sucede, Lena? —Preguntó.
—Hay dos opciones... o tengo una contracción muy fuerte o estos dos niños quieren nacer al mismo tiempo.
Kara miró con atención y Alex se puso de pie, dando patadas tanto a Lin como Kara.
—¡Muévanse, idiotas! —Les dijo y se arrodilló para palmar mi vientre—. Vamos a ver qué hacen estos dos niños.
—Por cierto... ¿Ya pensaron en los nombres? —Preguntó Anton mirando desde el borde del sillón con los brazos cruzados y asentí.
—Dejé esa elección para Lena. —Comentó Kara y sonreí—. Soy mala eligiendo nombres. No se me ocurre ninguno.
—¿Y qué se te ocurre, Lena? —Me preguntó Anton y sonreí.
—Quiero usar nombres de mis escritores favoritos porque me encanta leer.
Lin se sentó a mi lado y me miró con entusiasmo, en este tiempo he leído mucho con ella. Me consiguió la colección completa de obras de Hans Christian Andersen y casi me da algo cuando vi el hermoso regalo, así que quería inspirarme en él.
—Teniendo en cuenta que serán daneses, a uno de ellos quiero llamarlo Hans.
—¿Por Hans Christian Andersen? —Preguntó Alex y sonreí asintiendo.
Lin a mi lado sonrió orgullosa, ya que sabía por qué.
—¿Es un escritor no? —Dijo Kara y asentí rendida, porque se lo comenté mil veces—. Has leído esas historias estos días. ¿Es el escritor de patito feo no?
—El Patito Feo, La sirenita, La Reina De Las Nieves... —Comentó Lin y sonreí—. Eres tan inculta que quiero darte con la mesa en la cabeza.
—¡¡Ya cálmense!! —Dijo Alex, evitando un problema y me miró—. ¿Y a mi otro sobrino cómo vas a llamarlo?
