Maldito Crush 🧡|국민

🐰22 ♡ 이십이🐥

- Wow, están deliciosos - comentó Jimin, sorprendido.

- Es mi cafetería favorita - dijo, sonriendo.

- Siempre quise tener una cafetería - sonrió melancólico.

- ¿Por qué no la tienes? - cuestionó, tomando un sorbo de su café americano.

- No tengo dinero suficiente, lamentablemente - rio, imitando la acción del castaño.

- Oh, ya veo... - respondió pensativo.

- Pero créeme, algún día la tendré - contestó sonriente; estaba feliz.

- La tendrás - afirmó el mayor con una risita

- ¿Realmente me pagarás todo ese dinero? - interrogó el rubio. Si bien en el contrato lo afirmaba, quería confirmar que toda esa cantidad de dinero estaría en su bolsillo a fin de cada mes.

- Claro ¿Por qué? - preguntó el mayor, confundido.

- ¿En serio? - frunció el ceño - Es que, es demasiado dinero.

- No es tanto, no para todo el trabajo que vas a realizar - respondió, haciendo un pequeño puchero con su labio inferior.

- No creo que sea tan difícil para mí, he hecho todo tipo de trabajos - guiñó un ojo al más alto, comiendo un pedazo de su desayuno.

Jungkook se sonrojó y desvió rápidamente la mirada. Jimin emitió una pequeña risa a causa de este gesto, el cual le pareció muy tierno.

Pareciera que los roles se hubieran invertido.

Una vez terminaron de comer, Jungkook le dio un pequeño Tour al rubio sobre la casa. Desde la entrada hasta el patio trasero.

- Bien, ahora... - soltó Jeon mirando la hora en su celular - Vamos a trabajar.

- ¿Ahora? - cuestionó el menor, el contrario asintió con su cabeza.

- Sí, de hecho ya es bastante tarde - hizo una mueca.

- Bueno, pero primero ¿Me puedo arreglar? - preguntó, rascando su nuca.

- ¿Para qué? Digo, así te ves... Bien - dijo sin entender.

Es que su pequeño se veía increíblemente; hermoso, precioso, divino, como un ángel...

Su ángel.

- ¿Qué estás diciendo? - rio - Parece que no fui el único que no pudo dormir - carcajeó, ocultando sus ojos y dejándolos en una fina línea en forma de medias lunas.

Al parecer realmente le faltaron horas de sueño, porque estaba soñando despierto...

- Pues te equivocas, dormí más de ocho horas - sonrió, revolviendo su cabellera - Sólo digo lo que veo, pequeño.

- Basta, Jungkook - amenazó - Compórtate; tú lo dijiste... eres mi jefe.

- Soy tu jefe, pero puedo ser más que eso - dijo serio, mirando a los ojos del menor.

- Me voy a cambiar - procedió a retirarse velozmente. Dejando solo al castaño.

♡ 𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕥𝕠 ℂ𝕣𝕦𝕤𝕙 ♡⇛♡🐰🐥♡⇚

- Bueno, vamos... - dijo Jimin, subiendo al lujoso auto - ¿Por qué no partes? - cuestionó al ver que el castaño se quedaba estático en su lugar.

- Y-yo... nada, vamos - se apresuró en decir, para desviar el tema de conversación.

La verdad era que había quedado embelesado con la belleza del menor; cada día se sorprendía más de lo hermoso que podía ser su pequeño.

- Cuando éramos jóvenes, jamás me imaginé que nuestra historia sería así... - comentó Park, Jungkook seguía con la vista al volante, pero estaba prestando atención a cada palabra dicha por el rubio - Siempre... siempre te observé de lejos, eras mi crush; te veía todo el tiempo, rogando y soñando con un futuro juntos... pero cuando rogaba en mi interior por aquello, no pensé que el resultado pudiera dañarme tanto. Sin darme cuenta me volví demasiado dependiente a tu compañía, y cuando te fuiste... dolió, dolió tanto - suspiró, tratando de tragar el gran nudo que se apoderaba de su garganta.

Jeon sentía que cada palabra que soltaba el menor, eran dagas golpeando directo en su pecho; dejándolo sin aire, y a la vez...

Sin palabras.

- Perdóname - logró decir en un hilo de voz, mientras una sola lágrima caía por su mejilla - Y-yo no quería hacerlo, c-créeme... - respondió entrecortado, intentando regular su respiración.

- Ya no importa, Jungkook - volteó su mirada hacia la ventana - Ha pasado demasiado tiempo para hablar de ello ¿No crees? - cuestionó en tono frío - Deberíamos olvidarlo, Simplemente... seamos, buenos compañeros de trabajo - propuso, aún sin mirar a la cara al castaño.

- Lo siento, pero yo no puedo simplemente olvidar toda nuestra historia juntos, Jimin - soltó, tensando la mandíbula - No propongas algo que jamás seré capaz de realizar - suspiró pesadamente, presionando con fuerza el manubrio del carro.

- Jeon, sabes que es lo mejor - suspiró nuevamente, cansino - ¿Si quiera pudieras hacer el esfuerzo de intentarlo? - cuestionó demandante, tratando de mantener la calma.

- ¡Joder! ¡¿Crees que no lo he intentado en todos estos años, Jimin?! - contestó exaltado, parando el automóvil a media carretera. Fijando su mirada en el menor - ¿Crees que ha sido fácil para mí, no?

- Supéralo... - respondió, bajando la mirada. A penas con un hilo de voz - Lo nuestro, si es que hubo un "nosotros" ya pasó, es tan simple como que no funcionó - negó con su cabeza - ¿Qué te hace pensar que luego de siete años puedes llegar como si nada y decirme que todo lo que ocurrió no fue tu decisión? - espetó, devolviéndole la mirada cargada de sentimientos al mayor; rabia, miedo, tristeza... es lo que pudo percibir el castaño. Tan simple, pero tan doloroso.

- De verdad, yo no me alejé de ti porque quise - devolvió la mirada, rogando con ella su perdón - Quería protegerte... - murmuró, con los ojos cristalizados.

- ¿Protegerme de qué? - cuestionó firme.

- Todavía es muy pronto para hablar de eso... no estoy l-listo - bajó la cabeza, tomando entre sus manos la del menor con precaución - ¿Puedes esperar un poco por mí?

- Te esperé demasiado tiempo, Jeon - se liberó del agarre del mayor, éste lo único que pudo hacer fue sollozar en silencio. Jimin no podía negar que aún que intentaba ser fuerte, dolía como los mil infiernos ver al castaño así - Está bien, pero no aguantaré más de un año, no soy tan paciente ahora - corrió la mirada nuevamente hacia la ventana.

El mayor levanto la mirada esperanzado, sentía que sus manos temblaban de emoción.

- ¿E-en serio? - preguntó con ilusión, el rubio asintió levemente.

Jungkook no pudo contener su gran sonrisa que amenazaba con salir a luz, le emocionaba en demasía el hecho de que su pequeño le diera la oportunidad de volver a amarlo como se lo merecía.

Y no iba a desperdiciar esta hermosa oportunidad que se le era dada frente a sus ojos; con Jimin... con su Jimin, su pequeño.

Iba a reconquistar a su enano fuera como fuera, si así tuviera que sacrificar a alguien... él daría todo por ese pequeño niño de mofletes carnosos y sonrojados, ese niño inocente del que se enamoró... era su vida, y no estaría dispuesto a perder a la primera persona con la que sintió que su amor era real.

No perdería a la primera persona que lo amo de verdad, de forma sincera y desinteresada... sin buscar nada a cambio, ni siquiera ser correspondido. Jimin lo amaba desde la distancia, y él ni cuenta se había dado.

Qué estúpido.