(✓) 𝐂𝐋𝐎𝐒𝐄 𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐒 •˖* Blake Gray

thirty six; he looked happy

—Aine está afuera. —me indica Avani pasando de largo junto con Anthony de la mano.

—¿Que? —le pregunto por encima de todo el ruido de la fiesta.

—Solo ve y habla con ella, no le digas que nosotros ya nos hemos ido. —dicho eso ella y Anthony desaparecieron entre toda la multitud de aquella fiesta.

¿Que se supone que haría? ¿Le debería de hacer caso a Avani? No quería forzar nada entre Aine y yo, no después de haberla visto un mes después.

Decidí obedecer a Avani, y armándome de valor salgo hacia donde Aine. Ella estaba en medio de la calle, con su teléfono en la mano y con un claro rostro de enojo.

¿Que le diría? ¿Con que se suponía que debía de sacar un tema de conversación?

Con los nervios y temor sobre mi logré hablar, comentando lo primero que se me venía a la mente. —Creo que es malo que alguien esté solo afuera y más cuando es de noche.
—comentó con timidez, apreciando cómo ella inmediatamente al escucharme se ponía rígida.

—Y creo que es malo que alguien llegue así como así, pude haberte confundido por un ladrón. —responde aún dándome la espalda.

¿Por que no se giraba? ¿Por que no me dejaba mirarla a los ojos?

—¿Si sabes que es malo darle la espalda a alguien cuando esta te está hablando es de mala educación? —comentó lo primero que se me vino la mente, y al parecer eso funcionó por que Aine en cuestión de un abrir y cerrar de ojos se giro hacia mi, contactando sus ojos azules con los míos.

Cuando sus ojos se conectaron con los míos pude sentir como mis piernas comenzaban a fallar y como mi respiración se volvió entrecortada. La había extrañado demasiado y ahora ella estaba aquí.

—¿Por que no has avisado? —preguntó en un hilo de voz por segunda vez en la noche. Lo que ella me había dicho me había herido, pero también conocía a Aine y sabía que ella nunca hubiera dicho aquello.

—Ya te lo eh dicho. —respondió de mala gana, terminado con todo mi autocontrol al no haber tenido otra respuesta.

—No. Tú no eres Aine. —exclamó e inmediatamente me arrepentí de aquello.

—¡No, no soy Aine o al menos no soy cómo antes! —gritó eufórica. —Cambie, probablemente no del todo pero lo hice.

Estupido, estupido, estupido. Repetía una y otra vez en mi cabeza. Maldita sea Blake ¿porque dijiste eso?

—Lo siento, lo siento. —me disculpó inmediatamente. —Me disculpo, no quise decir eso. —comentó avergonzado.

Tenía miedo, tenía miedo de hacer o decir algo y que Aine saliera afectada. Ella había vuelto y yo no la dejaría que se marchara una vez más.