—Es lindo, ¿no es así? —dijo Xuan Lu.

—Meh —contestó Zhuocheng aún comiendo su sándwich—, mejor no hacerle caso. Es lo que quiere.

—Zhan, ¿tú alguna vez supiste que estaba en tu clase?

Zhan seguía mirándolo y Yibo ya se estaba hartando. —No, al menos no hasta hoy que se sentó a mi lado.

—¿Y si vamos a sentarnos con él? —sugirió Ji Li.

Todos se miraron y asintieron, levantándose y tomando sus almuerzos con ellos.

—Pero... Ah... Agh —Yibo rodó los ojos y también se levantó a regañadientes.

Jiyang notó que cinco chicos, entre ellos con quien se sentó en la clase y quien le hizo sentir miedo también, se acercaban él y se sentaban en la mesa donde él estaba solo.

—Hola, me llamo Xuan Lu, pero puedes decirme Lu.

—Yo soy Wang Zhuocheng. Puedes llamarme... Cómo quieras —no le dio tanta importancia y siguió comiendo su sándwich.

—Me llamo Ji Li —rió— y creo que mi nombre es pequeño entonces dilo completo.

—Hola, hola, hola. Me llamo Song Jiyang —respondió con una hermosa sonrisa.

—¿No te vas a presentar? —Xuan Lu miró a Yibo con una ceja arqueada y una sonrisa.

—Ya nos conocemos, pero por si el niño lo olvidó, me llamo Wang Yibo.

—Hola... —respondió con cabeza agacha, pero la alzó otra vez para ver con una sonrisa al primer y único chico que le habló en la universidad.

—Tú ya sabes cómo me llamo —dijo Zhan apoyando su cabeza en su mano hecha puño y su brazo en la mesa, sonriendo.

—Claro que sí, Zhan-Zhan —dijo con sus mejillas rosadas y también sonriendo.

—Y... —habló Yibo llamando la atención de todos, hasta de los dos hipnotizados la mirada del otro— Song, ¿vives solo?

—Ahmm... No, tengo roomies. Tenía dos amigos en la secundaria y cuando terminamos ellos no querían que nos separemos. Así que sugerí vivir juntos para comenzar la universidad, a lo que ellos aceptaron.

—Ah demonios —susurró Yibo para si mismo.

—¿Perdón?

—Ah... Nada, nada. Me parece un acto muy lindo de tu parte... Sugerirlo —eso último lo dijo entre dientes.

—Ah... Nos gustaría algún día conocerlos —dijo Zhan, cambiando el ambiente.

—Claro que sí, aunque debo decir que uno es un poco serio y otro es poco sociable, pero son personas increíbles. Les agradarán.

—Apuesto a que sí —Zhan volvió a ver a Jiyang, pero este ahora veía a sus nuevos amigos.

—Vaya... Faltan dos minutos para que termine el tiempo de almuerzo, será mejor que nos despidamos por ahora —aviso Zhuocheng levantándose y arrugando el papel aluminio que cubría su sándwich para después votarlo en un cubo de basura.

Todos se levantaron y tomaron loa recipientes en donde había estado su almuerzo. Se despidieron y se fueron cada uno a su clase.

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Terminaron las clases y como siempre, ni rastro de Yibo después de ellas.  «Por un lado me siento bien de que no éste por aquí, pero por otro no puedo evitar preocuparme», pensó Zhan caminando por los pasillos de la universidad y con la mirada baja, sostenía su mochila en un hombro. Estaba por salir cuando de pronto escuchó la melodía del «Lago de los cisnes» un poco lejos. Caminó hasta dónde la música se hacía mucho más fuerte. Supo que provenía de una sala completamente vacía que utilizaban a veces como almacén de algunas cosas y estana muy alejado de los edificios de los salones de clase. Se asomó por la puerta y vio a un chico descalzo, con una camisa blanca y pantalones negros, ambos holgados y de, al parecer, una cuantas tallas más que las de él. Estaba bailando al compás de la música, de una forma muy hermosa y llena de gracia, igual que un cisne. Ese chico irradiaba delicadeza a sus ojos y a los de todos si llegaran a verlo. La luz del atardecer naranja que traslucia por las ventanas del salón lo hacían brillar y ser lo único bello en ese lugar. Zhan se quedó hipnotizado, con los ojos fijos en el chico y la boca entrabierta, no podía y no quería apartar su mirada. Tal fue su sorpresa cuando el chico dio un giro y se detuvo en seco viendo a Zhan parado que la puerta, quien también salió de su transe al darse cuenta de que su presencia había sido descubierta. Era Jiyang.

—Yo... Ah... No te escuché... Llegar...

—¿Ah? Ah... ¡Ah! Lo-lo siento enserio, yo no quería... —se calló cuando vio a Jiyang caminar hasta el mini parlante que tenía y lo apagó.

—Qué vergüenza.

—¡No! —Zhan caminó hacia él, quedando un poco cerca— No digas eso. Tú bailaste, de una forma muy hermosa.

—¿Enserio lo crees? —preguntó Jiyang con un brillo es sus ojitos.

—Claro que sí, fue muy... Hermoso —dicho esto Zhan sonrió y Jiyang también. Se quedaron vienso por unos segundos, hasta que el celular de Jiyang comenzó a sonar.

—Ah.. Es la alarma que activé para que me avise cuándo irme. Ya debo... Irme.

—Claro... Ahmm... —dijo Zhan dudando si preguntarle o no, pero al final se decidió— ¿quieres que te acompañe? Tengo auto y además ya es tarde y puede estar muy oscuro.

—Claro —sonrió. Se puso las zapatillas con las que había ido a la univerisdad y tomó dos cosas más: su mochila y otro bolso donde estaba su ropa de cambio, la que estaba usando en ese momento. Caminaron hasta la salida de la universidad, creyendo que iban a pasar lo que quedaba del día juntos. Pero todo cambió cuando Jiyang paro su caminata y sonrió mirando al frente. Zhan estaba confundido por la acción, vio al frente también y descubrió por qué: dos chicos, uno de mirada amable con cejas delagadas y otro con una mirada intensa y cejas prominentes estaban apoyados en un auto negro descapotable.

—¿Son tus amigos?

—Sí, son mis roomies, tal parece que vinieron a recogerme. Qué sorpresa.

—Ya veo.

—Supongo que aquí nos despedimos. Te veo mañana, Zhan Zhan.

—Sí, hasta mañana —ambos se sonrieron y después Zhan vio cómo Jiyang fue corriendo donde sus amigos. El de mirada amable rodeó el auto para prenderlo y el otro abrió la puerta de la parte trasera del auto para que Jiyang entrara. Este último se quedo mirando a Zhan de forma seria e intensa, solo unos segundos. Luego, subió también y así se fueron sin más. Zhan tomó de forma muy extraña la mirada del ese chico, pero prefirió no darle importancia e irse a su casa. Sabía que podía irse en su auto, pero su padre era el  de la universidad y tenía un sitio de parqueo seguro y solo para él, así que prefirió dejarlo e irse caminando.

Tentando al pecado [Yizhan +18] [EDITANDO]Where stories live. Discover now