capitulo 9

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«¿Quienes son? »

Gisell ritchter.

Pasan unas horas, yo declare en contra del imbécil que me atacó, y defendí a lisandro de la mujer policía que a fuerza quería verlo como culpable de algo.

Mi padre estaba tan furioso que por poco demanda también a los policías incompetentes que no estaban cuando ocurrió todo. La madre de lisandro no fue la excepción de la furia que sentíamos todos.

También explotó y le grito a la mujer policía por querer culpar a su hijo. Connor por otro lado se mantuvo calmado, me apoyo, me tranquilizó y me hizo sentir segura con el.

Al final yo ya no quise saber más de nada, los abogados de mi padre se encargarán del trámite legal, y se asegurarán de que aquel imbécil pague lo que intento hacer.

[...]

Tocan a la puerta de mi habitación, no tengo que ser adivina para saber quien es.

-Hola gisil, se que es una pregunta estúpida, pero, ¿Cómo estás?-raymond se acerca a mi cama sentándose a un lado de mi.

-No sé cómo debo sentirme, simplemente quiero desaparecer por un instante-la voz se me quiebra y una pequeña lágrima sale de mi ojo, la limpio inmediatamente con la manga de mi suéter.

-Quiero que sepas y entiendas, que absolutamente nada de lo que pasó fue tu culpa-se acurruca a lado de mi, reposando mi cabeza en su pecho mientras me acaricia mechones de cabello.

-Es que, no lo entiendo Ray, no entiendo el ¿Por qué?.

-Para personas como el solo hay dos cosas, dinero, y placer-no para de acariciar mi cabello, y eso me tranquiliza un poco, me hace sentir segura.

-¿Sabes que es lo más jodido?-pregunto-Que nunca se me pasó por la cabeza la más mínima idea de que algo así podría pasarme a mi, me sentía tan fuerte, tan capaz de comerme al mundo, que nunca me detuve a pensar que corria tal riesgo, justo como les pasa a cientos de chicas en todas partes.

-Afortunadamente lisandro estaba ahí, y por ello, le estamos agradecidos como a nadie en el mundo.

-Lo se, yo también le agradezco, pero me jode mucho que yo no haya podido hacer nada-mis ojos se enrojecen-raymond, ¡me sé defender! Se cómo golpear a alguien, sé cómo lidiar con algo así, la pregunta es....¿Por qué no pude hacer nada? ¿Por qué me paralice?.

-Gisell, por mucho que te sepas defender, nunca vas a estar lo suficientemente preparada para lidiar con algo así, ¡Nadie lo está!-me toma entre sus brazos y me aprieta muy fuerte susurrandome un...-vas a estar a salvó mientras yo esté contigo, nunca nadie te va a volver a lastimar Gisil.

Me quedo en silencio mientras las lágrimas corren por mis mejillas, esta vez es Raymond quien las limpia, no sé qué decir, no sé cómo debería reaccionar, no se absolutamente nada, alejo los malos pensamientos de mi mente. Cierro los ojos hundiendome en los brazos de mi protector hermano, y me quedo dormida sin más ni menos.

.....Bajo las escaleras con un elegante vestido dorado, que arrastro por los escalones, es de tirantes delgados, y está abierto de la espalda, deja al descubierto una de mis piernas, con cada escalón que bajo, me doy cuenta de que traigo zapatillas abiertas doradas, brillan con la luz del gran salón estilo victoriano.

Las personas que se encuentran ahí, notan mi presencia, pero no alcanzo a detallar sus rostros.

Al terminar de bajar los escalones una persona me espera, "un chico". Uno alto, bien dotado, con un traje blanco, al igual que los otros no alcanzo a distinguir su rostro, estira su mano para que la tome, y eso hago, su mano es de piel suave y pálida, se le alcanzan a notar las venas, y trae consigo unos anillos negros que le adornan la mano.

susurrándole al oído [+18] Editando Where stories live. Discover now