Los angelitos de Hydra 1

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—¿Quién es el bebé más lindo del mundo?, si Peter es el bebé más lindo de todos

Hablaba Tony con una voz aguda al risueño bebé sentado en la pequeña tina de baño, Steve miraba sonriente la escena hasta que el niño se fijó en él dejando de salpicar agua y estirando sus bracitos en su dirección.

Tony también se percató de su presencia, apenas sonriéndole sacó al pequeño de la tina y lo envolvió rápidamente en una toalla

—¿Qué tal su trote matutino capitán?

—Despertaste temprano

Comentó el rubio, Tony suspiro poniendo un chupón azul en la boca del bebé

—Peter me despertó, tiene tu mala costumbre de madrugar, encárgate de él yo iré a preparar al par de revoltosos

Le entrego al pequeño que con gusto se aferró a la ropa de su papá

—De acuerdo te ayudo con el desayuno también

—No lo digas como si me hicieras un favor, inútil

Steve se río ante las quejas de su esposo y beso la cabeza de Peter

—Tu papi es gruñón en las mañanas

Peter pareció estar de acuerdo agitando su mano en dirección a la puerta por donde Tony había desaparecido.

*

*

Lo único bueno que Tony podía destacar de llegar temprano a la base central de Hydra era el placer de inflar su ego cuando todos se detenían de sus actividades para saludarlo con la cabeza gacha y de preferencia en una fila a un lado de su caminó sin atreverse hacer contacto visual con él o sus hijos temiendo ofender los de alguna manera.

Pará Steve era algo excesivo todo ese teatro a él le bastaba con que le muestren el respeto adecuado a su familia y a su cargo pero aquellas muestras de sumisión hacían feliz a su esposo e incluso Peter que no entendía del todo lo que ocurría a su alrededor parecía satisfecho con el actuar de los soldados, Harley en cambio no hacía caso tan sólo corría por los pasillos directamente a la oficina que sabía era de Tony, todos se apartaban de su caminó de inmediato, pobre de aquel que chocará contra el niño y lo hiciera llorar.

—Cuando llegue el último escuadrón revisaré todo el armamento, tengo una idea para hacerlo más eficaz

—Si no están heridos envíalos al gimnasio, hay muchas cosas que corregir

—Te dije que eras demasiado blando con ellos

—¿Puedo ir?

Pregunto la vocecita de Jhonny interrumpiendo la conversación de los adultos, Steve inclino levemente la cabeza para ver al niño sujeto a su mano

—¿Quieres entrenar conmigo? ¿No prefieres quedarte con tu papi y tus hermanos?

—No

Negó fervienteme mirando mala al bebé en brazos del castaño y luego preguntándole a Tony

—¿Puedo ir con papá?

—Claro soldadito, solo pórtate bien y no lo distraigas mucho

Ambos rubios se fueron felices después de dejar a Tony en la puerta de su oficina.

Harley se encontraba sentado en la silla detrás del escritorio tratando de hacer que girará a, aunque sus pies no tocaban el suelo, Tony lo dejo intentarlo un poco más mientras acomodaba a Peter en el corral instalado a un lado de su escritorio, una vez el bebé estuvo distraído con sus juguetes Tony levantó a Harley de la silla y lo sentó sobre su regazo

—Muy bien mi niño, tenemos que hablar, hiciste algo malo ayer ¿Sabes lo que fue?

—Dompi e dibujo Jhonny

—Si, pero ya te disculpaste por eso, lo que hiciste fue llamar a tu papá por su nombre, eso no se hace Harley lo pones triste

—¿pod qué?

—porque cuando lo llamas por su nombre el piensa que no lo quieres

—Yo quero a papá muto

—Si debes decirle eso para que ya no esté triste y no lo llames de nuevo por su nombre ¿de acuerdo?

—Si

—Y tampoco tienes que hablar como bebé para que no te regañe, sabes que conmigo no funciona

—Ya se, perdón papi, te amo

—Yo también te amo

*

*

Llegada la noche mientras la familia cenaba Tony dio la noticia

—Me voy una semana a Wakanda, te quedas a cargo de los niños

—¿Porque una semana?

—Voy a supervisar que el embarque de vibranium que pedí sea correctamente manejado

—Creí que tenías a tu gente encargada de eso allá

—Me fallaron la última vez así que iré hacerlo yo mismo

—Te podemos acompañar

—No, voy por trabajo no de vacaciones

—Está bien ¿cuándo te vas?

—Mañana

Steve se atraganto con su comida y los niños lo miraron con ojitos tristes, Tony apartó la mirada para no ceder a la muda petición de quedarse.